Los Sofistas y la Educación
La educación y la política: Los sofistas fueron los creadores de una concepción consciente de la educación. Su enfoque se orientaba al uso del pensamiento y las habilidades personales con fines prácticos, pero su visión iba más allá. Desde temprana edad, los niños atenienses escuchaban las historias de dioses y héroes, aprendiendo valores morales de manera informal.
Posteriormente, asistían a la escuela donde se les enseñaba orden, disciplina, lectura, escritura, música y ejercicio físico. Este proceso buscaba introducir un grado de formalidad en la enseñanza, como se refleja en un fragmento de Antifón: «Lo primero para los hombres, creo que es la educación, pues si alguien realiza el comienzo de algo correctamente es casi seguro que su fin será excelente. Según la siembra así ha de ser la cosecha. Y si se deposita en un cuerpo joven la simiente de una auténtica formación ésta vive y florece a través de toda su existencia y ni la lluvia ni la sequía la destruyen.«
Protágoras, un destacado sofista, no solo teorizó sobre la educación, sino que también la puso en práctica. Redactó una constitución para la colonia de Turios en Italia, donde estableció una democracia que protegía a la clase media e incorporó un concepto innovador: la responsabilidad social en la educación. La constitución de Protágoras establecía la educación obligatoria para todos los ciudadanos, financiada por el Estado, demostrando su compromiso con el bien común.
El discurso de Protágoras sobre las necesidades de la polis y la formación ciudadana resalta la importancia de construir una comunidad que respete la individualidad dentro de un marco común. Tucídides, el historiador, menciona que Pericles, al definir la constitución de Atenas, destacaba la importancia del respeto a la ley y la libertad individual, siempre que no se perjudicara a otros.
Platón y la Política
Platón: La política fue una preocupación central para Platón. Aunque intentó participar en la vida pública de Atenas e implementar su sistema político ideal en Sicilia, sus esfuerzos fracasaron.
Platón criticaba dos defectos fundamentales en la Atenas de su época: la incompetencia de los políticos y las luchas entre facciones oligárquicas y democráticas que priorizaban los intereses de grupo sobre las necesidades del Estado. Buscó una reforma política basada en un orden eterno del ser, principios que debían ser descubiertos y enseñados, en contraposición al relativismo de los sofistas.
En La República, Platón describe su sociedad ideal. Parte de una definición de justicia que considera insatisfactoria y analiza la justicia en el individuo y la ciudad para llegar a una definición más completa. Plantea que la ciudad surge para satisfacer las necesidades del hombre, que no puede vivir aislado. La división del trabajo es la base de la ciudad, comenzando con la satisfacción de necesidades básicas como alimento, vivienda y vestido, lo que requiere labradores y artesanos. Con el comercio y el dinero, surgen nuevas necesidades.