FALACIAS
Las falacias son argumentos que conducen al error. Llamar a algo una falacia significa decir que viola alguna de las reglas de los buenos argumentos. Muchas de ellas son tan tentadoras y comunes que tienen sus propios nombres.Una de las falacias más comunes es extraer conclusiones a partir de una muestra demasiado pequeña. La falacia consiste en la generalización inadecuada a partir de una información incompleta, en la que se construye la conclusión sobre una base de datos no apropiada para el caso.
Una segunda falacia común es el olvido de alternativas. Solo porque los sucesos A y B estén correlacionados no debemos extraer la conclusión necesaria de que A es causa de B, alguna otra cosa podría causar ambas, podría causar A, o A y B podrían no estar casualmente relacionadas. Estas explicaciones alternativas pueden ser olvidadas si aceptamos la primera explicación que se nos ocurre. Debemos tratar de aumentar el número de opciones consideradas y no disminuirlas, si queremos hacer un análisis fiable.
RELACIÓN DE FALACIAS
-Ad hominem: es un argumento que pretende refutar una opinión censurando y atacando a la
persona que lo sostiene.
-Ad ignorantiam: una afirmación es verdadera solamente porque no se ha demostrado que es
falsa.
-Ad misericordiam: alepar a la piedad como argumento a favor de un trato especial. La piedad resulta inapropiada cuando se requiere una evaluación objetiva.
-Ad populum: el argumento se dirige a un conjunto de personas con la intención de provocar en ellas aquellos sentimientos que les hagan adoptar el punto de vista del hablante. Es un buen ejemplo de un mal argumento basado en una autoridad: no se ofrece ninguna razón para mostrar que “todo el mundo” es una fuente bien informada e imparcial.
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Falacias deductivas
a) Afirmar el consecuente: al afirmar el consecuente obtenemos una conclusión falsa, pues no siempre una conclusión verdadera está garantizada cuando las premisas son verdaderas.
b) Negar el antecedente: al negar el antecedente obtenemos una conclusión falsa. Una
conclusión verdadera no está garantizada aunque las premisas sean verdaderas.Ad vericundiam: “apelación a la autoridad”. Se comete cuando se recurre al sentimiento de respeto que se tiene hacia una autoridad para conseguir así el asentimiento hacia la conclusión. Sin embargo, no siempre que se recurre a la opinión de unaautoridad se comete una falacia. Si la autoridad es realmente un especialista en el tema y apoyamos nuestro argumento en las sólidas y contrastadas pruebas y razones de este especialista, en principio no sería una falacia.
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Falacias por ambigüedad: en todas las lenguas hay palabras y expresiones ambiguas. Cuando empleamosindiscretamente dentro de un mismo texto distintos significados de una palabra o frase, actuamos por ambigüedad. Esto nos conduce a imprecisiones y errores en nuestros pensamientos.
Falacias por ambigüedad: en todas las lenguas hay palabras y expresiones ambiguas. Cuando empleamosindiscretamente dentro de un mismo texto distintos significados de una palabra o frase, actuamos por ambigüedad. Esto nos conduce a imprecisiones y errores en nuestros pensamientos.
-Falacias por equívoco: para que un argumento sea correcto depende de que n todas las premisas se conserve el mismo significado, ya que si este fluctúa de una premisa a otra, podemos llegar a cualquier conclusión para la cual las razone aducidas en las premisas no son suficientes.
-Falacia del falso dilema: reducir las opciones que se analizan solo a dos, a menudo radicalmente opuestas e injustas para la persona contra quien se expone el dilema.
-Falacia por argumento circular (o petición de principio): consiste en usar de un modo implícito la conclusión como una premisa.
-Non sequitur: extraer una conclusión que “no se sigue. En el argumento de alguna de las premisas se da unaprueba y, a continuación, se infiere una conclusión que no es correcta.
-Falacia por falta de pruebas: hay una falta de pruebas cuando se supone que se están exponiendo todos los datos necesarios para demostrar o refutar una conclusión y se omiten aquellos hechos desfavorables para la opinión mantenida.
ARGUMENTACIÓN
¿Qué es la filosofía? La filosofía es una forma de argumentación racional, es decir, que consiste en el arte del razonamiento correcto, válido y verdadero que se construye a partir de argumentos racionales o razonables. En definitiva, dar razones o pruebas en apoyo de una idea o conclusión.
El arte de la argumentación es racional precisamente porque dice la verdad. Dar un argumento significa ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo de una conclusión. Un argumento no es únicamente la afirmación de una serie de opiniones subjetivas razonadas, sino también intentos de apoyar ciertas opiniones con razones bien fundamentadas en pruebas. Los argumentos no son inútiles por su subjetividad-como se suele pensar- sino que son esenciales para el desarrollo científico, político, etc. Es de gran importancia que las razones digan la verdad y que todo este proceso de argumentación se dé sobre una base de libertad y de crítica abierta que huya de toda forma de dogmatismo, que no argumenta críticamente.
La argumentación en general y el argumento en particular son esenciales porque nos permiten informarnos acerca de qué opiniones son mejores que otras. A pesar del fundamentalismo democrático de que todas las opiniones tienen el mismo valor, podemos afirmar que, por el contrario, no todas las opiniones y puntos de vista son iguales. Algunas conclusiones pueden apoyarse en vuelas razones, pero otras tienen una base mucho más débil. Esto no implica que no haya que escuchar las opiniones de otro interlocutor, sino que tenemos que valorar si sus argumentos son realmente
fuertes y confrontarlos con los propios.
Otro motivo por el cual es importante argumentar es que una vez que hemos llegado a una conclusión bien sustentada en razones, la explicamos y la defendemos mediante argumentos. Un buen argumento no es una mera reiteración de las conclusiones, sino que ofrece razones y pruebas de tal manera que otras personas puedan formarse sus propias opiniones o corregir falsos prejuicios. No es un error tener opiniones, sino que el errores no tener nada más que opiniones.
ESTRUCTURA DE LOS ARGUMENTOS:
En un discurso argumentativo damos razones que nos llevan a poder mantener una afirmación o una negación. Un elemento fundamental es el argumento o razonamiento. Una persona proporciona un razonamiento cuando apoya cierta afirmación que hace en determinados “datos” o “puntos de partida”. Se pueden formular en oraciones, también llamadas enunciados (verdaderos o falsos), que son lo
que llamamos premisas del razonamiento o argumento, y el enunciado que se pretende apoyar con las premisas es lo que denominamos conclusión.
Los argumentos no siempre aparecen de forma clara y explícita, por ello es útil fijarse en si existe una serie de palabras que nos facilitan ver la estructura del argumento.
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Argumento deductivo
Se da cuando el apoyo de las premisas dan a la conclusión es tan completo que esta última es necesariamente verdadera si las premisas lo son. Cuando los argumentos deductivos están correctamente formulados se denominan válidos. Las conclusiones de los argumentos deductivos deben ser tomadas conalgunas reservas. No obstante, cuando se pueden hallar premisas sólidas, los argumentos deductivos resultan muy útiles para construir un discurso argumentativo.
Pero a veces las premisas de un argumento pueden ser verdaderas y la conclusión ser falsa.
-Argumento inductivo: el apoyo de las premisas que se dan en un argumento inductivo es más débil. Se quiere únicamente que la conclusión sea más probable si las premisas son verdaderas. La conexión entre las premisas y la conclusión solo permite suponer que si todas las premisas son verdaderas, es probable que la conclusión también lo sea. Tanto en el argumento deductivo como en el inductivo se saca o extrae una conclusión a partir de las premisas. De las premisas de infiere una determinada conclusión, y, por ello, con frecuencia los argumentos reciben el nombre de inferencias., con lo que se quiere decir que de las premisas se extrae la conclusión.
VALIDEZ Y VERDAD
Por un lado, a veracidad y la falsedad son propiedades de los enunciados. El enunciado será verdadero o falso en función de las condiciones que se den en el momento que sea pronunciado. La verdad o la falsedad es la correspondencia de lo enunciado con los hechos que puede constatarse experimentalmente. Se trata de una cuestión de contenido.
Por otro lado, la validez es una propiedad de la forma de los argumentos y no tiene nada que ver con la verdad o falsedad de las premisas, excepto en un caso: un argumento deductivo válido cuyas premisas sean todas verdaderas no puede teneruna conclusión falsa. Un argumento es formalmente válido cuando la conclusión se deduce correctamente de las premisas mediante una justificación paso a paso y cuando no es posible detectar en él ninguna contradicción.
Hay cinco reglas para construir argumentos deductivos:
1. Modus ponens (el modo de poner):
2. Modus tollens (el modo de quitar)
3. Silogismo hipotético:
4. Silogismo disyuntivo
5. Reducción al absurdo: los argumentos establecen sus conclusiones mostrando que la negación de la conclusión conduce al absurdo. No se puede hacer otra cosa, salvo aceptar la conclusión.