El Alma, la Realidad y el Conocimiento en Platón y Aristóteles

El Alma en Platón

En la Grecia de los poemas homéricos, el alma era concebida como el soplo que infunde vida en el cuerpo, pero no existía como realidad separada de él, más que como una pálida imagen del cuerpo que mora en el Hades. Más tarde, además de la actividad propia de lo vivo, llegaría a significar un principio independiente que la origina.

En Platón se determina con claridad tal separación, estableciéndose un dualismo antropológico al hallar tal entidad, el alma, y describirla como una realidad distinta y, en gran medida, opuesta al cuerpo. El alma, para él, es el hombre dentro del hombre, nuestro ser auténtico y verdadero; de ahí su desprecio del cuerpo y de los sentidos. El hombre es propiamente su alma.

En el Timeo, el alma es definida como una realidad intermedia entre las ideas y los objetos sensibles. Mientras el cuerpo necesita ser movido, en tanto materia, el alma es aquello capaz de moverse a sí mismo.

Al examinarla, Platón distingue en ella tres fuerzas o funciones:

  • Parte racional o inteligible: La que entiende.
  • Parte irascible: La que quiere; donde anidan el ánimo, el impulso, la fortaleza y el esfuerzo.
  • Parte concupiscible: La que se refiere a tendencias y deseos menos controlados que los anteriores.

Con esta división tripartita del alma, Platón quiere poner de relieve dos aspectos fundamentales en el ser humano:

  • Conflictos internos: La lucha interior entre la razón, las pasiones y los deseos. Cada parte del alma debe desarrollar una virtud o excelencia propia: sabiduría para la parte racional, valentía para la irascible y templanza para la concupiscible. Su armonía es la justicia. El alma justa es aquella en la que cada parte cumple su función a la perfección. De esta manera, solo el filósofo podrá gobernar su propia alma con justicia.
  • Diferentes naturalezas o tipos de hombres: Aunque en el alma de todo hombre existen estas tres partes, en unos domina la parte racional (los gobernantes), en otros la irascible (los guardianes) y en otros la concupiscible (el pueblo: campesinos y artesanos). Así, la disposición del alma configura tres tipos de personas con características específicas. En el Estado Ideal, cada clase de hombre desempeñará una función propia y específica en la sociedad.

La Ontología y Concepción de la Realidad: Mundo Sensible y Mundo Inteligible

La Teoría de las Ideas es un dualismo ontológico. El nivel de lo auténticamente real, lo estable y permanente, es llamado Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas. Es un mundo de realidades abstractas, eternas, perfectas, inmutables, inmateriales, subsistentes y solo accesibles a la inteligencia. En la cima se encuentra la Idea del Bien, expresión del orden, del sentido y de la racionalidad de todo lo real.

Por otro lado, está el nivel de la realidad sensible: mundo sensible, mundo visible o mundo físico. El mundo físico imita de forma imperfecta la Idea de Bien, la cual representa la perfección y la belleza máximas. El mundo de los objetos que percibimos es un mundo de apariencias, de cosas materiales que nacen y perecen, sometido a la corrupción. Se trata de un tipo de realidad aparente, imperfecta, fugaz, sometida al cambio.

Para Platón existe una innegable relación entre ambos mundos. El mundo sensible imita y copia el mundo de las Ideas. Descubrir cuál es ese mundo trascendente que el mundo sensible imita o copia será la meta del conocimiento filosófico. Las Ideas son las cosas de las cosas sensibles. Un hombre justo participa a la vez de la Idea de Hombre y de la Idea de Justicia.

La Teoría del Conocimiento o Epistemología

Su teoría del conocimiento o epistemología tratará de demostrar que se puede alcanzar la verdad. En su obra se contraponen el saber o ciencia (episteme) y la opinión (doxa). El saber o ciencia tiene por objeto lo verdaderamente real, y en su conocimiento se funda la idoneidad. La opinión no es capaz de trascender la realidad cambiante y corruptible. De esta esencial disparidad se obtienen:

  1. El saber excluye la posibilidad del error. Existe la opinión falsa, pero no el saber falso.
  2. El saber está fundado en razones; el saber es firme y estable. Solo puede haber ciencia de las ideas y sus relaciones. La oposición entre saber y opinión se asocia a la existente entre razón y sentidos. La razón, al tener como objeto las Ideas, cuya naturaleza es inmutable, es la única garante del conocimiento verdadero.

Esta teoría platónica se fundamenta en la existencia de las Ideas como entidades autónomas, independientes de nuestra actividad psíquica o de la realidad sensible que nos rodea. El conocimiento se trata de realidades inteligibles. A ideas como la de igualdad solo accedemos a través de la contemplación (contemplación = theoría). Contemplar es reflexionar y elevarse, ascender en la jerarquía de las Ideas.

Análisis del conocimiento: El ascenso hacia la Idea del Bien es llamado Dialéctica. Solo el mundo de las Ideas es el mundo auténtico y real. El proceso de conocimiento supone un lento ascenso desde lo sensible, lo erróneo, la ignorancia, la opinión (doxa) hacia la suprema Idea del Bien que regula y es causa de todo el conocimiento (episteme). Esto se denomina dualismo epistemológico.

En el Mito de la Caverna, el ser humano conoce únicamente sombras (imaginación: eikasía). Con gran esfuerzo, empieza a realizar reflexiones sobre la realidad sensible (creencia: pistis). En el exterior de la caverna se encuentra el pensamiento discursivo (dianoia), que consiste en concebir las formas de las cosas a través del modelo hipotético. En su camino ascendente se llega a la auténtica realidad (nóesis), que culmina el proceso de conocimiento (episteme). El principal camino de la Dialéctica es el ascendente, que no queda completo si no se da un sentido inverso, el descendente.

Aristóteles

La Metafísica

La Teoría de la Substancia

Lo real, lo que existe, es la substancia (algo concreto), frente a la Idea en Platón, existente en sí misma, separada de las cosas. Substancia es lo que es sujeto de atributos, y no los atributos del sujeto. Estos se dan en la substancia, pero no son la substancia. Substancia es lo que puede subsistir por sí misma. Substancia es lo que hace que algo sea, su esencia (ousía), no sus atributos accidentales, sino lo que permanece, está por debajo.

La substancia habla de teoría hilemórfica o hilemorfismo: substancia = materia + forma.

  • Materia: Es aquello de lo que está hecha la substancia, lo concreto, lo particular, su materia prima.
  • Forma: Es lo que hace que una substancia sea lo que es, su esencia. En Aristóteles no podría vivir separado de la materia. Materia y forma solo son separables por abstracción.

La Teoría del Conocimiento: Capacidad de Abstracción

El proceso de conocimiento parte de la sensación. Se da un manifiesto rechazo a la concepción de Platón: los sentidos solo nos muestran opiniones engañosas y nunca la verdad.

Lo que estaba inseparablemente unido (la substancia materia-forma), el proceso del conocimiento los separa: lo que no era sino forma en la substancia se actualiza mediante el conocimiento y se convierte en concepto universal abstracto. Estos conceptos universales serían lo que en realidad existe, y aunque palabras que con su unión formarían juicios seguirían siendo substancia.

El Acto y la Potencia. La Teoría del Ser

Aristóteles, mediante su teoría del acto y la potencia, dice que lo universal solo existe en potencia en lo particular, en la substancia como forma; mediante la abstracción pasa a ser en acto o concepto universal en el entendimiento.

  • Ser en acto: Todo aquello que es.
  • Ser en potencia: Todo aquello que no es, pero que puede llegar a ser.

Con esto se daba solución al problema del movimiento: el movimiento es el paso del ser en potencia al ser en acto: lo que es en acto y lo que no es, es en potencia. Estas substancias primeras, su naturaleza les da la posibilidad de conocer, tienen logos. Para entender la naturaleza del hombre hemos de tratar su psicología, parte de la física, la cual estudia la naturaleza (physis).

La Física

La Concepción del Movimiento

La física es la ciencia de los seres en movimiento. Hay varios tipos: esencial y accidental (cuantitativo, cualitativo y local). El más importante es el movimiento local (cambio de lugar), y todos los demás dependerán de este último, que a su vez pueden ser de dos clases:

  1. Busca el estado natural (reposo) en su lugar natural.
  2. Violento: Lo que separa de su lugar y estado natural.

¿Cómo explica Aristóteles el movimiento? La solución aristotélica es que no es en acto, pero es en potencia. El ser es uno en acto, pero múltiple en potencia. El movimiento es el paso de la potencia al acto, o el acto de lo que está en potencia. Para que haya movimiento es necesario un punto de partida (privación de una forma), un punto final (forma de adquirir) y lo que permanece (la materia). La materia es lo que permanece, pero la materia es potencia.

La Teoría de las Cuatro Causas

Todo tiene una causa formal, material, eficiente y final. Todo tiene una causa (principio de causalidad), que puede ser expresado también como “todo lo que se mueve se mueve por otro”. El número de motores habrá de ser finito y tendrá que haber un primer motor, pero si este se mueve habrá de ser movido por otro y no es primer motor; así pues, ese primer motor habrá de ser inmóvil. Como causa final de ahí se deriva su principio fundamental: principio teleológico. Todo se mueve por un fin (telos). En la naturaleza todo tiende a un fin. Los seres naturales tienen en sí mismos el principio del movimiento: la vida y lo que les anima, que Aristóteles llama alma.

Psicología

Teoría del Alma en Aristóteles

El hombre es una substancia individual y concreta. Hilemorfismo: materia (cuerpo) – forma (alma). El cuerpo es potencia, materia, instrumento, y no puede hacer nada sin su forma. Tampoco el alma puede hacer nada sin su instrumento. Por el contrario, en Platón, el cuerpo es un estorbo del alma.

Hay tres tipos de alma:

  • Vegetativa: Común con las plantas.
  • Sensitiva: Común con los animales.
  • Intelectiva: Propia del hombre. En el hombre, la intelectiva sustituye y realiza las funciones de las otras dos.

La Naturaleza Social y Racional del Ser Humano

El hombre procede de la naturaleza y la naturaleza es su destino. Para Platón, las Ideas son eternas, el alma (principio de conocimiento) preexiste al cuerpo.

Aristóteles admite algo eterno, siempre en acto: el nous o intelecto, sin el cual nada puede ser pensado, pero no es la psiqué. Su forma específica es la de ser racional, esto le convierte en ser social. Es un ser social, no puede vivir solo. Es sociable por naturaleza: por su naturaleza racional, por tener logos. Es un fin en sí mismo: tanto las cosas de la naturaleza como la propia sociedad tienen como fin al hombre. Todo tiene un fin, pero el hombre es fin en sí mismo: el hombre es un fin de la sociedad, pero la sociedad no es un fin del hombre. En Platón, el individuo queda absorbido por la sociedad: el bien del hombre coincide con el bien de la sociedad.

La Ética

El Bien y la Felicidad

La ética se ocupa de las acciones humanas. Para Aristóteles hemos de hablar de bienes y no del bien. No se puede hablar del bien en sí (Idea y principios de conocimiento), como en Platón, sino de las cosas buenas, de los bienes. La ética es una ciencia de lo posible y práctica. La ética indagaría en la causa final: en el para qué.

Rompe con el intelectualismo socrático, que recoge Platón, que identifica bien y conocimiento. Se habla de causa final en los seres naturales y así se atribuye finalidad a las acciones del hombre. Es el hombre quien obra y puede proponerse fines a voluntad. Es la voluntad la que pone fines. El bien no lo determina la razón, sino la voluntad. El bien es un fin al que tendemos. Es más adecuado hablar de bienes que de bien. Habría muchos bienes concretos y diferentes. En esta serie de bienes encuentra Aristóteles la meta final, el bien al que todos los demás bienes están subordinados: la felicidad (eudaimonía).

La felicidad sería el fin último, sería el fin en sí mismo; en cambio, para Platón, el bien es algo en sí, absoluto. La verdadera felicidad humana será aquella que vaya acorde con su naturaleza racional, la racionalidad. Coincidiría con Platón en cuanto a que la vida buena ha de darse conforme a la razón; en definitiva, el bien y la felicidad consistirán, en último extremo, en el conocer.

La Teoría de la Virtud

Para la felicidad es menester una virtud perfecta. La virtud la define Aristóteles como “disposición adquirida de la voluntad consistente en el justo medio relativo a nosotros, el cual está determinado por la regulación recta y tal como la determinaría el hombre prudente”. La selección del término medio estará determinada por la razón. “Es evidente que sin sabiduría no se puede ser verdaderamente bueno”.

La Política

Formas de Gobierno

Las formas de gobierno que da Aristóteles son:

  1. Atendiendo al número de los que gobiernan (criterio cuantitativo):
    • Gobierno de uno: monarquía, si el gobierno se rige por la amistad y se gobierna por el interés de los gobernados. Teóricamente es la mejor forma de todas, la que menos contradicciones conlleva. Al no admitir control alguno, puede convertirse en la peor de todas: tiranía, asemejándose a la relación amo-esclavo si gobierna por conveniencia propia.
    • Gobierno de pocos: aristocracia. Es medio bueno porque, habiendo más de uno, es difícil gobernar en beneficio propio, y medio malo porque varios se ponen peor de acuerdo en el gobierno que uno solo. Un gobierno injusto sería oligarquía.
    • Gobierno de todos: república. Es menos bueno porque todos gobiernan peor que un sabio, es menos malo porque el control es de todos. Más que hablar del gobierno de todos se hablaría de la mayoría, y más en concreto de los pobres. Si gobierna por su propia conveniencia, el gobierno se convertiría en democracia, el menos malo entre los malos, porque solo favorecería el interés de un grupo (el de los pobres), haría mal a menos gente que la oligarquía y la tiranía.
  2. Atendiendo a la riqueza o pobreza de la población (criterio cualitativo): En este caso se decide claramente por el término medio. La clase media, que sabe mandar y obedecer, que no tienen tanto dinero para que lo deseen los pobres ni tan poco para que lo desprecien los ricos y que, “como lo intermedio es lo mejor”. Donde hay diferencias económicas extremas surgirán democracias extremas, oligarquías o tiranías. Donde abundan los pobres, el gobierno más frecuente será la democracia. Donde abundan los notables será adecuada la aristocracia. No suelen darse los tipos de gobierno puros, sino con elementos de varios.

La Ciudad

Aristóteles afirma que el todo es anterior a la parte y que la ciudad es por naturaleza anterior al individuo porque su naturaleza social determina al hombre a formar sociedades. Para Aristóteles, el hombre es fin en sí mismo, la sociedad tiene como fin la felicidad del hombre: pero tiende a la sociedad para ser feliz como individuo. Este fin es el bien. Fin y bien coinciden en Aristóteles. La naturaleza humana es de carácter racional: “el hombre es el único animal que tiene logos”. Como la tendencia al bien es natural en el hombre, será natural la tendencia a formar sociedades, y aunque por naturaleza sea anterior la sociedad al hombre, la sociedad surge en función de la naturaleza del hombre, su tendencia natural e incluso su iniciativa. Es mejor el bien común de una ciudad. Solo en comunidad puede convertirse uno en un buen hombre. Solo en la polis puede el hombre conseguir una realización plena de su naturaleza, ya que esta puede proporcionar al hombre autosuficiencia y una buena vida conforme con la virtud. El hombre tiene una tendencia a lograr su propia perfección (areté). Eso solo lo puede conseguir en la polis. El Estado tiene como fin la felicidad de sus ciudadanos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *