Empirismo Inglés (S. XVII y XVIII)
El empirismo moderno o inglés (S. XVII y XVIII) se erige como la segunda gran corriente filosófica de la modernidad, en contraposición al racionalismo. Hume, Locke y Berkeley son sus principales representantes. Las ideas más relevantes del empirismo son:
- El origen y límite del conocimiento es la experiencia.
- Los contenidos mentales (ideas) no son innatos, sino adquiridos a través de la experiencia.
- La experiencia es autónoma.
- El tipo ideal de ciencia son las empíricas, basadas en hechos comprobables (física de Newton).
Su objetivo es fundamentar el conocimiento humano: origen, valor y límites, para lo cual es necesario estudiar la naturaleza humana. Su pensamiento se enmarca en el Siglo de las Luces.
Hume
Hume sostiene que todos los contenidos de nuestra mente, a los que llama percepciones, proceden exclusivamente de la experiencia. Estas percepciones son de dos clases: impresiones e ideas.
- Impresiones: Sensaciones, pasiones y emociones en el momento en que se experimentan. Son fuertes y vivas.
- Ideas: Imágenes debilitadas de las impresiones, copias o recuerdos de las mismas.
Las impresiones preceden y son causa de las ideas. Para que una idea sea válida, debe ser posible señalar la impresión de la que deriva. Por esta razón, la fuente y el límite del conocimiento son las impresiones. Además, distingue entre impresiones e ideas simples y complejas. Las ideas complejas se forman por la asociación de ideas simples según ciertas leyes.
Nuestras formas de conocer son las relaciones entre ideas (conocimientos válidos independientemente de los hechos, cuya verdad se conoce a priori) y el conocimiento de hechos (cuya verdad se conoce a posteriori, a través de la experiencia).
La combinación que da lugar a las ideas complejas es fruto de la imaginación, que agrupa las ideas de dos formas: una natural, siguiendo una cierta regularidad (como la idea de árbol) y otra arbitraria, sin orden establecido (como la idea de centauro). Cuando la imaginación actúa naturalmente, se rige por tres leyes de asociación: semejanza (una pintura nos lleva a pensar en lo que representa), contigüidad en el tiempo y lugar (el recuerdo de mi casa me lleva a pensar en lo que la rodea) y causa-efecto (relacionamos la herida con el dolor).
Hume critica el principio de causalidad, según el cual todo efecto tiene una causa y existe una conexión necesaria entre ambos. Niega que tengamos experiencia directa de esta conexión. Lo máximo que podemos concluir es que hasta ahora esa relación siempre ha existido, pero no podemos afirmar nada sobre el futuro. La causalidad no existe en las cosas, sino en nuestro modo de pensarlas. Es producto del hábito y constituye una creencia, no un conocimiento basado en la experiencia. No obstante, estas creencias son fundamentales para la vida cotidiana.
Tras establecer los límites del conocimiento, Hume critica las ideas base de la metafísica tradicional, adoptando una actitud escéptica.
- Crítica de la sustancia: No deriva de ninguna impresión sensible, carece de fundamento.
- Crítica del yo: No encontramos una impresión del yo, sino solo impresiones diversas y estados de conciencia. La imaginación finge un yo permanente.
- Crítica de la idea de Dios: No poseemos ninguna impresión que dé lugar a dicha idea. Las pruebas de su existencia basadas en la causalidad son inválidas.
Sobre la moral, Hume defiende el emotivimo moral: la razón no fundamenta nuestros juicios morales, sino nuestros sentimientos. El sentimiento moral es natural y desinteresado. Su teoría moral es también utilitarista: el bien o el mal dependen de su utilidad para nosotros y la colectividad.
Hume descarta la existencia del yo como entidad permanente. El yo es un conjunto de percepciones unidas por la memoria y la imaginación. La conciencia de nuestra identidad se origina gracias a la memoria.
Hume niega la posibilidad de un conocimiento racional de Dios. La idea de Dios es la de una sustancia infinita, pero no tenemos impresiones de dichas perfecciones. El fundamento de la religión es instintivo, no racional. La religión es útil para el control social.
Racionalismo Cartesiano
Descartes
Descartes, padre de la filosofía moderna, nació a finales del siglo XVI en La Haye (Francia). Se dedicó al estudio, la ciencia y la filosofía. Se centró en el problema del conocimiento, creando el Racionalismo, que defiende que el origen del conocimiento es la razón. Entre sus obras destacan Meditaciones filosóficas y Discurso del método.
Descartes propuso un método basado en la razón, que funciona a partir de la intuición y la deducción. Las cuatro reglas metódicas son: evidencia (intuición), análisis (descomponer en ideas simples), síntesis (deducción) y comprobaciones. El método busca unificar las ciencias.
Descartes defiende la duda metódica: las ideas opuestas se han defendido como ciertas, los sentidos inducen al error y a veces es imposible distinguir vigilia y sueño. Además, podría existir un «genio maligno» que nos hace creer en ilusiones. El método exige una verdad evidente como punto de partida.
Esa verdad es la existencia del yo pensante: «pienso, luego existo». La existencia como sujeto pensante es criterio de certeza.
Para demostrar la realidad, Descartes parte del yo, las ideas y el mundo (de existencia dudosa). Clasifica las ideas en adventicias (externas), facticias (creadas por el sujeto) e innatas (en el propio ser). Entre las innatas están las ideas de perfección o infinito, puestas por un ser perfecto e infinito: Dios.
Dios es una sustancia infinita, inmutable, omnipotente y omnisciente, cuya existencia es necesaria. Dios, al ser bueno y veraz, garantiza que a nuestras ideas les corresponde la realidad (el mundo).
La realidad se divide en tres sustancias: infinita (Dios), extensa (mundo) y el yo pensante.
El mundo se explica con la existencia de Dios. Tiene cualidades primarias (objetivas) que permiten explicarlo matemáticamente (mecanicismo). Se mueve sin finalidad mediante causas y efectos, según leyes que podemos conocer.
Descartes defiende el dualismo: el hombre está formado por alma (pensante, inextensa, inmortal, libre) y cuerpo (divisible, material, movido por leyes físicas). Ambas interactúan en la glándula pineal.
Su moral provisional incluye: respetar las costumbres, ser decidido, buscar el orden del mundo y cultivar la razón. También trató la felicidad, la libertad y el control de las pasiones por la razón.