El Buen Salvaje y la Corrupción de la Sociedad
Nace de la idea del buen salvaje, que considera al ser humano como un ser bueno por naturaleza. El hombre en el estado de naturaleza, antes del Neolítico, era bueno y feliz. Se preocupaba por satisfacer sus necesidades básicas y tenía amor propio (que Rousseau considera como un egoísmo no negativo, que no implica buscar el mal de los otros). Sin embargo, en el Estado social, el hombre ya no es un ser feliz ni bueno, sino que está conducido por un egoísmo perverso (amor a sí mismo), por el cual busca su propio interés frente a los propios seres humanos.
Así vemos que la sociedad, la cultura y el progreso no han hecho al hombre perfecto ni feliz, sino que lo han hecho más injusto, infeliz y desigual. El ser humano en principio es un animal como cualquier otro, con sus mismos impulsos y necesidades, pero posee una nota diferencial que le permite superarse y convertirse en un ser metafísico y moral.
El animal humano está empujado hacia un ámbito de libertad, a superar su estado natural de carencias y necesidades, es decir, a desear y querer estados de existencia mejores y a tener conciencia de que es libre para actuar por encima de la naturaleza misma. Los seres humanos tienen dos atributos propios: la libertad y la capacidad de perfeccionarse.
El Origen de la Desigualdad
Rousseau plantea que la civilización se inventó con el desarrollo de herramientas en la lucha por la supervivencia y, junto a ello, el elemento fundamental del desarrollo fue la cooperación. Al cooperar y vivir en grupo, se hacen cacerías y grupos en común donde surge el amor conyugal y paternal. A partir de ese momento, se crearon los bienes lujosos.
En las relaciones sociales surge el lenguaje y con él la comparación de talentos y sentimientos como la vanidad, la envidia, el desprecio, las ofensas…
La agricultura trae consigo la propiedad privada y con ella se producen la desigualdad, la servidumbre y la esclavitud.
La organización del estado tiene el principal objetivo de someter a la humanidad entera para asegurar la propiedad privada mediante el monopolio de las leyes. La injusticia social y la desigualdad son, según Rousseau, fruto del propio Estado. No progresamos hacia la igualdad ni la libertad.
El Mal Inmanente y la Educación
Sin embargo, no se trata de recuperar al hombre salvaje o de volver a nuestra vida anterior. Rousseau dice que el mal está dentro de la dialéctica misma del buen salvaje. El mal es inmanente a la dinámica humana.
En la medida que trata de ser más, de perfeccionarse…, el mal adquiere un carácter que pasa a ser parte del ser humano y su manifestación será a través de instituciones:
- Mercado, porque priva a la mayoría de los bienes.
- Estado, porque legitima el poder de unos pocos.
- Sociedad civil, porque anula al individuo.
Para Rousseau no es posible el retorno al estado de naturaleza. El individuo recorre una serie de etapas y la educación debe respetar esta secuencia, por eso a Emilio (alumno que se imagina) primero hay que enseñarle y fortalecer el cuerpo antes que los sentidos, y los sentidos y la imaginación antes que la razón. El objetivo final de la educación es adquirir la independencia moral (dominio de las pasiones).
La Libertad, el Contrato Social y la Voluntad General
La naturaleza humana es dinámica, no tiene una esencia fija y puede ser la conciencia de la libertad que tenemos, por ello sólo será legítima aquella forma de convivencia política que preserve la libertad.
“El hijo de una esclava no nace hombre sino esclavo”. Una cosa es la libertad natural y otra la libertad política (vinculada a la ley) → se es libre bajo la ley que uno ha contribuido a dictar.
La libertad consiste en ser dueños de nosotros mismos. En “El Contrato Social” Rousseau analiza lo que gana el hombre cuando transforma su libertad natural en libertad política.
El gran problema político consiste en crear una comunidad política en la que se concilie el orden y la libertad. La única forma de lograrlo es que el hombre no quede sometido a la voluntad de otro, por ello inventa el concepto de voluntad general, constituida en la asamblea formada por todos los ciudadanos:
- Será la encargada de dictar las leyes y están obligados a participar todos, cumplirlas y ser libres.
- La voluntad de la asamblea se define en 3 principios:
- Es inalienable (no puede haber representantes).
- Es indivisible (rechaza la división de poderes).
- Es infalible (no comete errores).
Además de esto, han de existir dos causas:
- Voluntad: decide hacer algo.
- Fuerza: es ejercida por un caudillo, un general o un gobierno (la fuerza debe de ser dirigida por un gobierno, que son los que ejecutan).