El Problema Político según Rousseau
El Estado de Naturaleza
En el estado de naturaleza, la humanidad solo enfrenta una amenaza: la naturaleza. Esto llevó a los hombres a buscar apoyo mutuo para defenderse y sobrevivir. De estas asociaciones surgió la vida nómada, basada en la pesca y la ganadería, y después el pastoreo, donde las familias se organizaban bajo el mandato de un patriarca sin luchas ni enfrentamientos.
El Surgimiento de los Conflictos
Los problemas y las luchas surgieron con la aparición de la agricultura y el sedentarismo. Con esta actividad nació la propiedad privada de la tierra y la diferencia entre propietarios y no propietarios. La agricultura también generó la división del trabajo y la desigualdad natural, que al unirse a la división técnica, dieron lugar a la desigualdad social. Las propiedades condujeron a conflictos, haciendo que el hombre perdiera su piedad e inocencia natural.
Esta situación llevó a los ricos a crear un poder que los defendiera, estableciéndose un contrato entre propietarios y pobres para darse un poder supremo que los gobernara con leyes que, en realidad, garantizaban la propiedad privada. Este es el origen del Estado, el orden legal que favorecía al propietario. A partir de aquí, las sociedades y los estados se multiplicaron y extendieron, iniciándose el deterioro moral de la humanidad. Por eso, la civilización, el desarrollo técnico y las ciencias han traído su progresiva degradación.
La Sociedad Civil
La capacidad de autoperfeccionamiento llevó a la especie humana a abandonar el estado de naturaleza para producir una sociedad civil que es peor que ese estado primitivo; sin embargo, puede ser utilizada para aprender de nuestros errores y crear una sociedad más justa y feliz. El objetivo de Rousseau en «El Contrato Social» es crear un modo de organización política que permita mantener las ventajas de vivir en sociedad y estar de acuerdo con la naturaleza humana. Esta organización debe conservar la libertad e igualdad, lo que significa que el individuo se somete a la ley sin dejar de ser libre.
El Contrato Social
El contrato social es la asociación voluntaria de individuos que se unen para superar las dificultades de la supervivencia y que, con esta unión, constituyen un cuerpo social. La condición necesaria es que todas las personas renuncien a sus derechos naturales y se los otorguen a toda la comunidad (enajenación absoluta) a favor de la comunidad política.
«Cada individuo se da a todos los demás, y no le da sus derechos a otra persona particular; por eso podrá recobrar lo que ha perdido de otra manera, y tener una fuerza mayor que la que tenía en el estado de naturaleza para poder ser persona.»
En conclusión, el pacto social consiste en que «cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general».
Tipos de Voluntades
Voluntad de la Mayoría, de Todos y General
Voluntad de la mayoría: voluntad particular de los individuos movidos por su interés frente a otro grupo.
Voluntad de todos: suma de las voluntades individuales movidas por el interés propio.
Voluntad general: apoyo de cada contratante a unas leyes que van a regir sobre sí mismo, de igual manera que sobre los demás contratantes; de esta forma, los intereses particulares se desvanecen y se lucha por el bien común.
El contrato social produce un cuerpo moral y colectivo que se denomina «cuerpo político».
Soberano, Ciudadanos y Subditos
Soberano: el cuerpo político cuando es activo, cuando elabora leyes. Los miembros de este cuerpo político son los ciudadanos, pues todos participan de la autoridad soberana.
Estado: el cuerpo político cuando es pasivo y se limita a ser un sistema de leyes. Los miembros del Estado se les llama subditos, pues están sometidos a sus leyes.
La Soberanía
La soberanía es inalienable (no puede enajenarse ni cederse) e indivisible (el poder ejecutivo y el legislativo no pueden ser independientes; el legislativo es el único soberano y el ejecutivo debe limitarse a administrar lo establecido por el legislativo).
Libertad e Igualdad
Libertad natural: la que posee el individuo en el estado de naturaleza, limitada por sus propias fuerzas.
Libertad civil: la que posee como miembro del cuerpo político, limitada por la voluntad general. En conclusión, pierde la libertad natural segura y gana la libertad civil asegurada mediante leyes y el poder.
Igualdad natural: nadie tiene mayor rango que otra persona, dado que en el estado de naturaleza no hay sociedad organizada ni propiedad privada.
Igualdad civil: todos se someten por igual a las leyes que emanan de la voluntad general, y ya no tiene valor la desigualdad física; por tanto, es un estado más igualitario que el natural.