LOS SENTIDOS Y EL CUERPO
El cuerpo humano también ha sido tema principal De debate dentro del pensamiento filosófico. De entre todos los pensadores, Nietzsche es quizás de los pocos que “devuelve al cuerpo su condición de ser el Centro de gravedad” del hombre; dejando por detrás intentos importantes por Desvalorizar el cuerpo por parte de filósofos desde Platón y el cristianismo Hasta Hegel. En su enfrentamiento con La filosofía tradicional y los valores de la cultura occidental, Nietzsche Dirige sus ataques contra dos objetivos centrales .Primero la imposición de la Razón hecha por Platón, tras la huella de Sócrates, como única vía legítima Para acceder al conocimiento y a la verdad, con su consiguiente rechazo de la Vía de los sentidos y el cuerpo. Segundo, la transformación que de este planteamiento se hizo en el Cristianismo universalizando la Separación y diferencia valorativa entre lo espiritual divino y lo Corpóreo-humano, que tomó su propio proceso de consolidación espiritual y eclesiástica En el ámbito de la cultura occidental, a la que a su vez contribuyó Decisivamente a modelar. La descalificación del cuerpo, trajo como consecuencia Que éste fuese abandonado como objeto de reflexión y análisis teóricos Consecuentes. En este sentido, lo negativo es que, además, se devaluaron todas Las posibilidades cognoscitivas derivadas de los sentidos y así se deslegitimó El cuerpo, como instancia relevante desde la cual construir humanamente la Historia. El lado más positivo es que al otorgar ese privilegio exclusivo a la Razón, se contribuyó a que la razón se afinase como instrumento cognitivo con El cual abordar y resolver rigurosamente los problemas del sentido y la verdad. La enfermedad del hombre occidental es el Nihilismo al que se ha llegado Precisamente por el privilegio otorgado a la razón lógica para determinar el Ser y al abandono del cuerpo como instancia pertinente para el conocimiento del Hombre .Para N.Los sentidos son sutiles instrumentos de observación, “la nariz, Por ejemplo, de la que ningún filosofo ha Hablado todavía con veneración y gratitud, es capaz de registrar Diferencias mínimas de movimiento que no puede registrar un espectroscopio”. Poseemos ciencia en la medida que hemos decidido aceptar el testimonio de Nuestros sentidos. El único mundo real es el que nos proporcionan los sentidos. “Hay que permanecer fieles a la tierra “. No hay oposición entre realidad y Apariencia. El mundo de la apariencia, el mundo Que nos proporcionan los sentidos es la única realidad. La filosofía, Mediante aquella «mala comprensión del cuerpo», ha conducido al Hombre al extravío con respecto a sí mismo. La consecuencia de esta pérdida del Centro de gravedad se manifiesta en la peculiar relación que con respecto a sí Mismo se le induce al hombre. En este contexto, Nietzsche considera que el Hombre se ve obligado a renunciar a sí mismo y su vida queda marcada por la Decadencia.Es el filosofo que más lejos ha llevado la reivindicación de la vida Y la corporeidad, del ámbito donde se dan la muerte, el cambio, la vejez, así Como la procreación y el crecimiento, por tanto, la superación del platonismo, Que no ha sabido aceptar la vida como el lugar donde se da el crecimiento y el Orden pero también la muerte y el caos. El desplazamiento, propuesto por Nietzsche, del centro de gravedad desde El alma hacia el cuerpo obliga a los hombres a enfrentarse consigo mismos. Si La gran salud es propuesta por Nietzsche como un nuevo ideal para el Hombre. Se trata más bien de un retorno Hacia ese centro de gravedad tantas veces ya aludido, hacia aquella red de Relaciones constitutivas del cuerpo , que durante mucho tiempo han permanecido Para él como algo desconocido, y en la que él se introduce provisto de los Recursos –hasta ahora indicados– de la historia, de la química, la fisiología, La medicina.
LOS CONCEPTOS SUPREMOS Y EL CONCEPTO DE DIOsConceptos supremos
Expresión que se refiere a las categorías
Racionales que los
filósofos dogmáticos han utilizado para Referirse a la «verdadera» realidad del mundo inteligible. Estos conceptos pretenden designar Las carácterísticas de ese «mundo verdadero»: ser, sustancia, unidad, identidad, Causa… Pero para Nietzsche estos «conceptos supremos» no designan nada real, Sino que son términos que elabora nuestra razón para referirse a un mundo inventado por Nuestro recelo y cobardía ante la realidad del devenir, que no puede caracterizarse Mediante aquellos conceptos, sino mediante intuiciones sensibles Que capten adecuadamente la realidad sensible.La crítica a la razón suponeun análisis del lenguaje, ya que es éste Quien falsifica la realidad y no la razón. El hombre tiene que caer Necesariamente en el error porque es víctima del lenguaje. Problemas que Plantea el lenguaje: nos confunde al identificar las palabras con las cosas. El Lenguaje nos hace creer que por el hecho de que exista una palabra ya existe Necesariamente la referencia. Nos engaña por su funcionamiento, sobre todo, a La hora de formar conceptos: su capacidad de generalización parece confirmar el Carácter unitario y permanente de las cosas; Se pretende que el concepto sirva Para expresar y significar una multiplicidad e cosas o realidades individuales Que, en rigor, nunca son idénticas. El concepto se ha formado prescindiendo Arbitrariamente de las diferencias individuales, como si en la naturaleza Existiera tal unicidad. Las palabras son un conjunto de generalizaciones, Ilusiones que el uso y la costumbre han venido imponiendo, puras convenciones o Metáforas olvidadas.
Los
Filósofos, confundiendo, a juicio de Nietzsche, lo primero con lo último,
Siempre han explicado los valores y
Conceptos supremos como causa e sí mismos, como algo que no podía provenir,
Proceder o resultar de las cosas consideradas por debajo de tales conceptos y
Valores, cuyo prototipo sería el concepto de Dios:
Aquí, dice Nietzsche, “lo
último, lo más tenue y vacío, es puesto (por los filósofos) como lo primero,
Como causa en sí”.La expresión Dios ha muerto significa mucho más
Que la afirmación de algún tipo de ateísmo; es la gran metáfora que expresa la
Muerte de las verdades absolutas y de las ideas inmutables, la muerte de los
Ideales que guiaban la vida humana. Dios representaba todo aquello que es
Suprasensible: el mundo de las ideas de Platón, todos los idealismos, todas las
Grandes creencias o verdades que atraviesan el curso completo de la historia de
Occidente, todo lo que da sentido a la vida, apoyándose en un más allá. Y
Ahora, nos dice Nietzsche, todo eso está muerto: los ideales ya no impulsan las
Vidas de las personas, el mundo suprasensible ha perdido toda la fuerza. Con la
Muerte de Dios se desmorona nuestra civilización, ya que todos los valores de
ésta se fundamentan en la creencia de que el sentido del mundo está fuera del
Mundo. Dios personifica esta creencia. Ahora vivimos el fin de nuestra
Civilización, los valores supremos ya no tienen validez, el sentido del mundo
Ya no se busca fuera del mundo
EL ARTE TRÁGICO Y LO Dionisíaco
El Nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música significa en primer lugar un homenaje a Richard Wagner:
El
Drama musical de este compositor es una correspondencia clara con la tragedia
Antigua. Más tarde Nietzsche considerará esta obra con gran dureza ya
Que le parecía estropeada por su aplicación al wagnerismo, por la mezcla
De su concepto de los griegos con el fenómeno Wagner.
La posterior corrección de Nietzsche a su primera obra señalará que el tema
Fundamental queda ensombrecido por su propósito de homenaje, por el nimbo que
Pone en torno a la ópera de Wagner.
Al margen de Wagner, Nietzsche había llegado a la conclusión, en esta época de
Basilea, que el arte
Y la poesía trágica
Eran las llaves que nos permitían descubrir la esencia del mundo. El arte se convierte en
El órganon de la filosofía. Detrás de él puede ser que nos encontremos con el
Concepto, pero de ningún modo este debe ser el punto de partida. Y si lo es,
únicamente debe aplicarse para re-pensar lo que a través del arte se
Experimenta de modo creador. Por ello, Nietzsche afirma que el Nacimiento de la tragedia
Es una metafísica de
Artistas, en el sentido de que el arte es el centro; en él
Y desde él es como puede descifrarse el mundo. Solamente con corazón artístico
Se puede penetrar en el corazón del mundo.
Ahora bien, el arte del que habla Nietzsche es un arte
Trágico.
Por ello, afirma que es la tragedia antigua quien
Mejor nos describe esa profunda mirada a la esencial del mundo. ¿Y cómo veía el
Mundo el hombre trágico de la antigüedad? Pues como un antagonismo de
Contrarios primordiales entre lo finito y lo infinito. En este contexto,
PensabaNietzsche, el cristianismo había venido a trastocar esta
Concepción. En un mundo trágico no existe redención, es decir, salvación del
Ente finito. En él rige únicamente la ley inexorable de la decadencia de todo
Aquello que desde el fundamento del ser ha salido a una existencia particular y
Desgajada de la vida fluyente del todo.
Según Nietzsche, en la visión trágica del mundo, vida y
Muerte, nacimiento y decadencia de lo finito se encuentran entrelazados. Ahora
Bien, el pathos trágico no es un pesimismo huero -al modo de Schopenhauer– sobre lo trágico de la existencia sino una afirmación de
ésta, un asentimiento jubiloso incluso a lo terrible y lo horrible, a la muerte
Y a la ruina. Pero la interpretaríamos erróneamente si la confundíéramos con
Una actitud de tipo heroica, como una valentía casi temeraria. La
Afirmación trágica, incluso de la desaparición de la propia existencia, tiene
Sus raíces hundidas en el conocimiento fundamental de que todas las figuras
Finitas son sólo olas momentáneas en la gran marea de la vida. El hundimiento
De lo finito no significa la aniquilación total, sino la vuelta al fondo de la
Vida de donde surge todo lo individualizado. El pathos trágico se fundamenta en
El saber de que todo es
Uno.
Vida y muerte se encuentran profundamente hermanadas
En un movimiento rotatorio misterioso; cuando una sube, la otra tiene que
Bajar; unas figuras se forman al romperse otras, cuando algo sale a la luz,
Otra tiene que hundirse en la noche. Pero la luz y la noche, la figura y la
Sombra, etc. Son sólo aspectos de una y la misma ola de la vida. El camino arriba y abajo es uno y el mismo,
Había dicho Heráclito exponiendo este tipo de sentir trágico. En la
Tragedia de los griegos, Nietzsche, cree descubrir la antítesis entre peras (lo
Finito) y apeiron (infinito), es decir, entre ser finito destinado a la
Aniquilación que se hunde en el fondo de lo infinito que hace surgir de nuevo
Otras figuras. Pues bien, a este vaivén entre lo finito y lo infinito lo
Denomina Nietzsche como la contraposición entre lo apolíneo y lo dionisíaco.