El Desafío Ético del Docente en la Sociedad Actual

El Docente como Profesional Reflexivo

El docente como profesional reflexivo se autoconstruye a través del efectivo ejercicio de la práctica pedagógica, entendida esta como: autoevaluación y autocrítica permanente de los procesos de aprendizajes que se producen en el aula.

Las prácticas de enseñanza, a través de la historia, han utilizado estímulos y motivaciones positivas y negativas para modelar conductas específicas en la construcción de identidades, sentido de pertenencia, generando emociones colectivas vinculadas a la nacionalidad.

El docente es el portador de la información necesaria para proyectar estrategias a futuro para una mejor educación.

La docencia debe cultivar la capacidad crítica y la idea de emancipación de la autoridad, el control represivo y la superación de dependencias ideológicas al cuestionar críticamente la concepción de enseñanza, desarrollando un proceso de reflexión crítica sobre la propia práctica, valores y pensamientos.

Varela veía la educación como promotora de la conciencia política, del protagonismo popular y señalaba que la única manera de vencer las dictaduras es transformando las condiciones intelectuales y morales del pueblo.

La Ética Docente

Es habitual que algunas personas confundan y tengan dificultad para manejar el término ética y moral por confundir lo ético con lo religioso o con usos sociales que están vigentes en un lugar. El hablar de «ética docente» nos permite a dos conceptos con connotaciones amplias, el primer concepto: «ética» que proviene del griego ethos, que significa costumbre y el segundo concepto «more» de donde deriva el término «moral», que designa la adhesión a ciertas normas y valores propias de la infancia del sujeto, las que permiten juzgar sus acciones como correctas o incorrectas, es decir, como un conjunto de valores, principios y normas por los que las personas suelen orientar sus acciones.

La ética hace referencia a la reflexión crítico-racional sobre la moral.

La ética es una exigencia difícil, que nunca se conquista de manera definitiva, se puede decir que la moral tiene por cuestión básica el ¿qué debo hacer? y la ética específicamente el ¿por qué debo hacerlo?, de todo ello cabe destacar que no hay ética sin moral, aunque sí puede darse la situación inversa. Por esa razón, el desempeño profesional se tiñe de referencias morales constantemente, y en ocasiones, por mantener firme el ancla ética, suspende su actividad técnica. Sin embargo, esta situación no se da en la actividad docente, ya que hay momentos en el que el maestro puede considerar oportuno no enseñar «tal cosa o tal otra», pero siempre será en beneficio del educando, por una mejor adecuación a su grado de madurez personal. Según Pérez Gómez.

Se enseña con la palabra, pero también con el ejemplo, la indumentaria, el diálogo, la relación autoritaria o democrática, etc.

Entonces la ética, es determinar los principios, por medio de los cuales sometemos a examen las reglas morales que informan nuestras costumbres, para conocer la razón de ser de ellas.

Freire creía que se educa a través del amor y la confianza; por lo tanto, la docencia es conexión, empatía y comunicación, que mediante el diálogo, establece vínculos con los otros y contribuye a desarrollar la singularidad y subjetividad de cada sujeto.

La ética profesional propone la reflexión crítica sobre las consecuencias de la acción, en cuanto que afecta a los otros.

La docencia es un compromiso social y político. Según Dewey, la escuela es como una sociedad en miniatura donde se lleva a cabo el aprendizaje de la democracia y el acceso a la ciudadanía libre, crítica y responsable.

Actualmente la educación, en cuanto proceso eficaz, pretende saber-hacer y la figura del docente es fundamental por ser especialista de la educación y ha de ser consciente de la incidencia de su ser y hacer entre sus estudiantes, de la fuerza de su ejemplo.

Los maestros debemos aprender y prepararnos para identificar problemas éticos y así desarrollar la autonomía para tomar decisiones críticas sin ser presionados por las actuaciones sociales.

El Rol Docente en la Actualidad

Actualmente las expectativas sobre la educación se han intensificado y las obligaciones han aumentado y se han vuelto difusas. Existen muchos problemas sociales y de conducta que el docente debe tratar antes mismo de comenzar a enseñar.

La docencia está desvalorizada dentro del mercado laboral, el docente se encuentra sobrecargado por la composición étnica variada, con alumnos de todas las clases sociales, la pobreza, etc. Hay que planificar todos los días para todas las aulas, teniendo en cuenta que cada una es un mundo distinto y único.

Es importante tener presente las intenciones del docente, la docencia es fundamentalmente moral. El alumno debe lograr acumular un conocimiento socialmente aceptable y científicamente válido.

El maestro y los centros educativos deben incorporar y acompañar los avances tecnológicos.

La educación debe tener como uno de sus propósitos satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje de toda la población, necesidades que no son las mismas para todos y que entre esas necesidades están las de los maestros. Necesidades que deben ser atendidas para que estos puedan desarrollarse como profesionales críticos y reflexivos de una sociedad cambiante.

Bibliografía

  • «Las tareas de la profesión de enseñar» Fernández
  • «Ética para educadores» Domingo
  • «La educación encierra un tesoro» Delors

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