Conocimiento: Empirismo
La filosofía moderna mostró un gran interés por el conocimiento, dando lugar a dos corrientes principales: el racionalismo (Descartes, Europa) y el empirismo (Locke, Hume, Gran Bretaña). Ambas consideran el conocimiento como ideas (representaciones mentales), pero difieren en su origen. Para los racionalistas, las ideas son innatas, mientras que para los empiristas provienen de la experiencia sensible.
Para Hume, dado que el sujeto de conocimiento es el ser humano, la investigación debe comenzar por estudiar la naturaleza humana y sus facultades. Todas las ciencias se relacionan con la naturaleza humana; no existe problema ajeno a ella. Hume publicó el Tratado de la Naturaleza Humana en 1739.
Origen de Nuestras Ideas
Hume se pregunta: ¿Cuál es el alcance y la validez de nuestro conocimiento? Todos nuestros contenidos mentales son percepciones que provienen de la experiencia. No existen ideas innatas (a diferencia de Descartes). Si para Locke todo lo que percibimos es una idea, Hume distingue las percepciones según:
- Intensidad:
- Impresiones: Percepciones inmediatas de los sentidos.
- Ideas: Percepciones débiles, copias difusas de las impresiones.
- Procedencia:
- Sensaciones: Provienen de los sentidos, internos y externos.
- Reflexiones: Estados exclusivamente mentales.
- Composición:
- Simples: No se dividen en partes menores.
- Compuestas: Se dividen en simples.
Impresiones e ideas conforman la base de nuestro conocimiento. La impresión precede a la idea y es su causa. El principio de que «una idea es verdadera si procede de una impresión» es el criterio de validez del conocimiento (para Descartes era la evidencia).
Asociación de Ideas
Todas las ideas simples provienen de impresiones, pero ¿qué ocurre con las complejas? ¿Son copias de impresiones complejas? En algunos casos sí, pero en otros son producto de la combinación de la fantasía. Nuestra mente relaciona ideas, y la costumbre nos lleva a hacerlo según las leyes de asociación: semejanza, contigüidad y causalidad. Tendemos a realizar inferencias ilegítimas porque nuestra imaginación sobrepasa la experiencia.
Hume distingue dos tipos de conocimiento:
- Formal: Trata de relaciones de ideas y conceptos. No surge de la experiencia, sino del razonamiento (verdades a priori).
- De hechos: Establece relaciones entre fenómenos con base en la experiencia.
Aparte del contenido de las ciencias formales, solo es cierto el testimonio actual de los sentidos y los recuerdos claros. Del futuro solo podemos hablar de probabilidad.
Problema de la Causalidad
¿Qué es la relación causal? Es la conexión causa-efecto que atribuimos a los eventos. Si nuestro conocimiento de los hechos se basa en impresiones, ¿tenemos impresiones de la conexión causal? Hume no encuentra ninguna impresión entre un fenómeno A y otro B. Además, solo existen impresiones presentes y recuerdos pasados.
La causalidad no es una ley universal, sino una costumbre del entendimiento. Proyectar el pasado al futuro es útil para la vida.
Si toda disciplina basada en la costumbre es una creencia, ¿qué ocurre con los enunciados científicos? ¿Son simples creencias?
Problema de la Sustancia
Si todo conocimiento se reduce a impresiones, ¿qué ocurre con la Metafísica, que trata cuestiones abstractas como la sustancia?
Para la filosofía anterior, la sustancia es lo que existe en sí mismo. ¿De qué impresión proviene esta idea? Las impresiones son puntuales y discontinuas, pero la sustancia se concibe como continua y estable. Es un conjunto de percepciones unidas por la imaginación. ¿Qué ocurre con las ideas de Dios, mundo y yo?
- Crítica de la sustancia extensa: Solo tenemos percepciones, no sabemos qué hay más allá de las ideas (Kant lo llamará noúmeno).
- Crítica de la sustancia infinita (Dios): La idea de Dios como sustancia infinita y perfecta no deriva de ninguna impresión. No podemos demostrar racionalmente su existencia.
- Crítica del yo: Solo tenemos intuición de impresiones variables, pero el «yo» no es una impresión. Se supone estable e idéntico. ¿Cómo explicamos la identidad personal?
Aunque critica estas sustancias, Hume reconoce que pensar en ellas es natural y útil.
En resumen, el origen del conocimiento está en la experiencia sensible. Solo conocemos impresiones. No se pueden establecer relaciones causales de hechos y no existen las tres sustancias cartesianas. El empirismo de Hume conduce al fenomenismo, al escepticismo y al relativismo.