El Escepticismo
Aclaración del Término
Escepticismo significa «examen» o «indagación». Se designa a toda actitud que considera que no es posible fundamentar el conocimiento, por lo que no se puede demostrar con seguridad la verdad de nada.
Breve Historia del Escepticismo
- Los primeros escépticos surgen entre los sofistas, filósofos que vivieron y desarrollaron su obra en la Atenas del siglo V a. C. Aceptan la concepción del mundo múltiple y cambiante defendida por los seguidores de Parménides, pero niegan que tras ese mundo exista algo común y que no cambie. Solo se emiten «opiniones».
- En el mundo helenístico destacaron Pirrón de Elis y Timón de Fliunte, quienes sostenían que frente a las tesis defendidas por cualquier filósofo, siempre se podría demostrar la tesis contraria. Defendían la abstención de todo tipo de juicios.
- En el Renacimiento y el principio del mundo moderno, escépticos como Francisco Sánchez decían que el conocimiento solo puede ser probable y solo podemos conocer la forma superficial de las cosas, no su esencia.
- En el mundo moderno, el representante más destacado del escepticismo fue David Hume, quien considera que todo conocimiento se construye a partir de impresiones sensibles. Las impresiones son siempre singulares, mientras que las leyes de la ciencia pretenden ser universales y necesarias. Tradicionalmente, para pasar de lo singular a lo universal se usaba el método inductivo. Hume lo rechaza porque considera que no es lícito generalizar lo observado en pocos casos y atribuirlo a todos los de una misma clase.
El Escepticismo como Crítica del Pensamiento
El escepticismo muestra los puntos débiles de toda teoría de la realidad. Frente al escepticismo de los sofistas, surge una nueva manera de entender el ser y el conocimiento. Frente al escepticismo de corte helenístico y renacentista, surge la filosofía de Descartes, que convierte la duda en un método para alcanzar un saber seguro. Frente al escepticismo de Hume, surge con Kant una nueva concepción de la realidad y una nueva manera de fundamentar el conocimiento.
Platón: La Esencia y la Idea de Bien
Del Ser a la Esencia
El descubrimiento de las esencias. Para Sócrates, el problema fundamental no es aclarar qué es la naturaleza, sino qué es la justicia, qué es el bien, qué es la virtud, qué es la belleza… Al ser, entendido así, como el ser de un determinado tipo de cosas, le llamamos esencia. A Sócrates le interesa cuál es la esencia de esas realidades en base a las cuales organizamos nuestra vida. La esencia ha de residir en una definición válida para todas las cosas. Aclarar cuál es la esencia de bien consistirá en dar una definición de bien que valga para todas las cosas o actos buenos; será universal.
La esencia según Platón: Platón considera que la esencia no es mera definición, sino realidades formales (no materiales) que existen al margen de las cosas sensibles. A estas esencias, Platón las llama formas o ideas. Platón distingue dos niveles de la realidad: el mundo sensible y el mundo inteligible.
Mundo Sensible y Mundo Inteligible
El mundo sensible es el que percibimos a través de los sentidos; está hecho de materia ordenada. Por estar hecho de materia, podemos diferenciar en él individuos. Tales individuos están compuestos de partes y son cambiantes, pues la materia tiende al desorden. Los seres del mundo sensible solo son algo en tanto que ese algo lo reciben del mundo inteligible. Son copias de este mundo. Las cosas sensibles reciben su ser, su esencia, del mundo inteligible.
El mundo inteligible, o mundo de las «ideas», está constituido por entidades inmateriales que son simples, universales y eternas. Las «ideas» tienen realidad por sí mismas, poseen realidad formal, similar a la de las entidades matemáticas. Las «ideas» constituyen la esencia de las cosas.
La Idea de Bien como Fundamento
Las ideas son múltiples. ¿Cómo encontrar un fundamento a esa multiplicidad, algo que la dote de unidad? Para ello hay que ir ascendiendo de las ideas menos generales a las más generales. En la cumbre estará la idea común a todo. Para Platón, esta es la idea de bien, la cual identifica con el orden. Todas las ideas participan de la idea de bien, de modo que esta constituye el fundamento de toda la realidad.
Ciencia y Opinión
Las «ideas», por ser inmutables y universales, constituyen el objeto de la razón, de la ciencia. El mundo inteligible, puesto que es racional, solo puede ser captado a través del entendimiento, no de los sentidos. Al contrario, el mundo sensible, constituido por cosas compuestas y cambiantes, no puede ser explicado racionalmente. Acerca de lo sensible solo se pueden emitir opiniones.