El Estado Democrático como Garante de Libertad según Spinoza

Baruch Spinoza y su Contexto Filosófico

Baruch Spinoza fue un filósofo del siglo XVII, perteneciente a la corriente racionalista dentro del periodo de la filosofía moderna. Sus ideas políticas lo enmarcan en las doctrinas contractualistas, que alcanzaron su mayor esplendor entre los siglos XVII y XVIII con autores como Hobbes, Rousseau y Locke. Defendió la democracia como idea regulativa de la política y criticó el absolutismo monárquico de la época, así como la intromisión del poder religioso en asuntos civiles.

Tema del Texto

Defensa del estado democrático como garantía de libertad y concordia entre los hombres, por ser el que más se acerca a lo natural.

Ideas Principales del Texto

  • Para que en un estado se conserve el poder y no haya sediciones, es necesario garantizar la libertad de pensamiento y llevar a cabo un tipo de gobierno que, respetando las diferencias, asegure la concordia.
  • Esta forma de gobierno es la mejor, ya que se asemeja más que cualquier otro tipo de organización política a la naturaleza humana.
  • En el estado democrático se acuerda actuar según leyes comunes, aunque esto no signifique que todos los hombres piensen de la misma manera.
  • Como todos los hombres no pueden pensar de la misma manera, se ha pactado que tenga fuerza de ley lo que decida la mayoría, aunque esta decisión puede ser cambiada si se encuentra una alternativa mejor.
  • Cuanto menos se garantice la libertad de opinión, más lejos se está de lo natural y con más violencia se ejerce el gobierno.

Relación entre las Ideas

Al comienzo del texto, Spinoza introduce la tesis fundamental a defender, que consiste en la necesidad de un gobierno que garantice la libertad de pensamiento y que, a pesar de las diferencias, salvaguarde la concordia entre los individuos. Ello garantizará el poder y la ausencia de sediciones.

A continuación, expone las premisas de las que se servirá para defender su idea de gobierno. Primero, aclara que se trata de la mejor forma de gobierno por ser la que más se aproxima a la naturaleza humana. Esta premisa vendrá apoyada por la siguiente idea del texto, que afirma que en el estado democrático todos acuerdan seguir las leyes comunes debido a que no todos pueden pensar igual. Por ello, se acordará elevar a la categoría de ley lo que decida la mayoría, aunque podría ser revocado si se encuentra una alternativa mejor.

Finalmente, concluye diciendo que cuanta menos libertad de expresión haya, más lejos se estará de lo natural y con más violencia se ejercerá el poder.

La Filosofía Política de Spinoza

En este texto vemos reflejada la idea central del pensamiento político de Baruch Spinoza. Este autor racionalista defiende la tesis de la vida democrática como idea regulativa de lo que debería ser la vida social y política de los hombres.

Así, en el texto se apuesta por la necesidad de garantizar la libertad de pensamiento y un tipo de gobierno que la proteja y posibilite la concordia entre los hombres. La finalidad será conservar el poder y evitar sublevaciones y sediciones ante la falta de un derecho inalienable en el ser humano.

El Contrato Social y la Libertad

Para Spinoza, un gobierno que respete el objetivo primordial del ser humano, como es la libertad, será más acorde con la esencia humana, puesto que en estado de naturaleza todos los hombres poseen este derecho.

Como se ha dicho anteriormente, Spinoza podría encuadrarse dentro de la tradición contractualista, que afirma que la sociedad civil es fruto de un pacto con el fin de garantizar los derechos que el ser humano posee por naturaleza. Spinoza caracteriza al estado natural como una situación en la que el ser humano emplea todo su poder para defender sus apetitos y deseos, ya que se deja llevar más por sus pasiones que por su razón (ambas facultades naturales). En un estado así, no hay paz ni seguridad, y el miedo se impone, de ahí la necesidad de un pacto para salvaguardar la seguridad y la libertad.

La Democracia como Mejor Forma de Gobierno

Como vemos en el texto, la sociedad civil, como alternativa al estado de naturaleza, debería regirse por un tipo de gobierno o estado democrático, que es el que más se acerca a lo natural, piensa Spinoza. Este estado ejercerá un poder soberano al cederle los individuos algunos de los derechos que poseen por naturaleza, con el fin de garantizar el cumplimiento de los acuerdos. La sociedad civil, por tanto, se ve como un mal menor comparado con los peligros que entraña el estado natural.

Así, en el texto se dice que en el estado democrático todos acuerdan actuar según leyes comunes que decide la mayoría (ya que no todos pueden pensar de la misma manera), aunque este acuerdo podrá ser revocado si se encontrara una propuesta mejor.

Democracia, Libertad y Razón

Pero, ¿por qué una democracia? Según Spinoza, el poder soberano puede ser ostentado por un individuo, por un grupo o por toda una sociedad, distinguiendo así tres tipos de gobierno: monarquía, aristocracia y democracia. Esta última será la forma más racional, puesto que también es la más libre. La libertad, según el autor, consiste en vivir de acuerdo con los dictados de la razón, dejando a un lado los apegos y las pasiones, y eso sólo se consigue en un sistema democrático. De hecho, al final del texto, el autor apela a la necesidad de salvaguardar la libertad de expresión como base de la concordia entre los hombres. La libertad de expresión es la más cercana a la naturaleza del ser humano, y un estado que la restrinja estará ejerciendo el poder con violencia.

Libertad de Pensamiento y Expresión

Como vemos en este fragmento, aparecen dos derechos complementarios e inalienables a juicio de Spinoza: la libertad de pensamiento al principio y la de expresión al final del texto. Según este autor, para constituir el Estado o sociedad civil, el individuo sólo renunció a la capacidad de actuar por propia decisión, pero no a su capacidad de razonar. Todos, pues, debemos respetar las normas del Estado y actuar de acuerdo con la ley, pero podemos pensar, juzgar y razonar de forma distinta y expresarlo de la misma manera con total libertad.

El Fin del Estado

El fin del Estado no es, pues, dominar a los seres humanos a través de la violencia y el miedo, sino contribuir a su liberación, posibilitando el uso de la razón. Para ello es necesario poder ser libre para pensar, juzgar, opinar y enseñar lo que se piensa, y eso sólo es posible en un estado democrático.

La Democracia como Idea Regulativa

Pero la democracia que Spinoza propone es más participativa que representativa, por lo que también fue consciente de la imposibilidad de su proyecto. La democracia, pues, no se propone ni como utopía ni como un hecho factible (cosa que sí hicieron los autores ilustrados), sino como una idea regulativa de la vida política.

Para Spinoza, no bastará, pues, con un gobierno democrático, sino con la posibilidad de “vivir democráticamente”.

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