El Eterno Retorno de Nietzsche y el Raciovitalismo de Ortega y Gasset: Conceptos Filosóficos Clave

El Sentido Axiológico en la Filosofía de Nietzsche: El Eterno Retorno

La tesis del eterno retorno es la expresión de la máxima reivindicación de la vida. Es la suprema fórmula de fidelidad del sí a la vida. Con esta tesis, Nietzsche hace de la vida lo absoluto, pues se trata de decidir cuál es el valor del mundo.

La idea del eterno retorno es el eje central de la “nueva moral”: si el instante presente va a repetirse una y otra vez, lo lógico sería intentar que cada instante fuera de euforia y alegría para que se repitieran estos estados de ánimo, lo que revela la dimensión ética del eterno retorno: la exigencia de hacer de todo instante una experiencia de plenitud de la vida. Para ello, hace falta una “supersensibilidad” y una “supervoluntad” para afrontar este desafío (lo que requiere ser un superhombre).

El Raciovitalismo de Ortega y Gasset

El raciovitalismo, en la filosofía de Ortega y Gasset, propone la unión de razón y vida, y tiene como tema central de reflexión la vida, el descubrimiento y la explicación de sus categorías fundamentales. Se trata de una razón que está al servicio de la vida.

Alejamiento del Vitalismo Irracionalista y del Racionalismo

Con el raciovitalismo, Ortega quiso alejarse:

  1. Del vitalismo irracionalista de Nietzsche, porque renuncia a interpretar la vida a partir de la razón. Sin embargo, rechazar la racionalidad carece de sentido para Ortega, pues el apetito de verdad es un deseo profundo del ser humano.
  2. Del racionalismo, que quiere someter la vida a la razón pura, abstracta, la razón físico-matemática, y que ha sido muy útil para la comprensión del mundo físico, pero no logra explicar la vida porque ésta no es una cosa.

Razón Vital y Razón Histórica

La realidad primordial, la vida, sólo se capta adecuadamente mediante la razón vital y la razón histórica; no son dos razones distintas, sino dos aspectos de la misma razón. Como la vida es esencialmente cambio e historia, la razón vital, en su necesidad de explicar mi vida y la de los otros (sociedad), conduce a la razón histórica. Así, la razón histórica es el instrumento a utilizar para comprender los sentidos de la existencia humana (y para ello ha de tener en cuenta dimensiones del vivir como los sentimientos, valores, proyectos o creencias del individuo o colectividad que otorgan un sentido a nuestra vida).

Explicar y Entender

Ortega describe dos formas de dar cuenta de la realidad:

  • Explicamos un hecho cuando descubrimos las leyes cuantitativas a las que se somete; esta forma de comprensión es legítima cuando se aplica a las cosas del mundo físico.
  • Entendemos algo cuando captamos el sentido presente en esa realidad, y ésta es la forma de comprensión adecuada del mundo humano.

La Historia como Método

Según Ortega, el hombre no tiene naturaleza, sino historia, es decir, no tiene una identidad fija, no es algo hecho o acabado, sino que es el resultado de sus acciones. Así, la historia es el método adecuado para interpretar la vida, tanto individual como colectiva (social). Sólo mirando al pasado es posible entender lo que cada uno de nosotros es en el presente y lo que puede llegar a ser en el futuro.

Ideas y Creencias

Aquí tienen cabida dos conocidas categorías de su pensamiento:

  1. Las ideas, que son los pensamientos que tenemos, y que discutimos y debatimos, y que cambian.
  2. Las creencias, que son el conjunto de convicciones que sustentan nuestra vida y que “nos tienen”, pues en ellas vivimos.

Las Generaciones

Para Ortega, la historia se puede analizar de acuerdo a las generaciones. La generación es la división mínima de la historia, ocuparía aproximadamente quince años y se suceden llevando en sí creencias, ideas y costumbres de la generación precedente; en toda sociedad conviven distintas generaciones. Hay dos tipos fundamentales:

  • Las establecidas (las mayores, que poseen el control social).
  • Las emergentes (las nuevas).

Cuando una generación trata de conservar lo recibido, da origen a una época acumulativa; y aquellas que pretenden superar y cuestionar las creencias de sus padres dan lugar a épocas eliminatorias o revolucionarias. Como una generación precede a otra, el estudio de las generaciones se convierte en un estudio histórico.

La Rebelión de las Masas y la Crisis Social

En nuestra época se da una crisis social debido a la “rebelión de las masas”. Para Ortega, los hombres se dividen en:

  • Hombre masa: aquel que se encuentra satisfecho de sí, creyéndose completo moral e intelectualmente, y actúa como el niño mimado que pretende todo para él sin exigirse nada.
  • Minoría selecta: aquel tipo de persona que se exige a sí mismo más que a los demás y vive su vida buscando alcanzar ese desarrollo máximo ateniéndose a deberes y trabajo vital.

El problema actual, piensa Ortega, es que el hombre masa gobierna la sociedad, sin atender a la minoría selecta, imponiendo su capricho uniformador y poco respetuoso con la libertad individual.

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