El Giro Lingüístico en la Filosofía: Wittgenstein y Ortega y Gasset

En la primera mitad del siglo XX, la filosofía experimentó un importante giro lingüístico con la filosofía analítica: el pensamiento, que conduce al conocimiento de la realidad, se expresa en el lenguaje. El movimiento analítico entiende el lenguaje como el marco conceptual que nos permite pensar y expresar la realidad y cree que la filosofía es un análisis del lenguaje, en tres etapas: atomismo lógico, neopositivismo y análisis del lenguaje ordinario. Wittgenstein nació en Viena en el siglo XIX y se interesó por la filosofía. Publicó su obra Tractatus Logico-Philosophicus y más tarde, Las Investigaciones Filosóficas.

1º Wittgenstein: El Tractatus Logico-Philosophicus

El objetivo del Tractatus es establecer con claridad los límites del lenguaje significativo en el que expresamos nuestro pensamiento, para resolver los problemas filosóficos. Estos son consecuencia del mal uso del lenguaje, por lo cual es necesario un análisis lógico que clarifique la estructura de las expresiones lingüísticas. Esto es tarea de la filosofía.

Wittgenstein se preocupa por la estructura y función del lenguaje. Parte del atomismo lógico y lo desarrolla, el cual es una teoría sobre el mundo y el lenguaje, cuyas estructuras son idénticas (isomorfismo). La lógica matemática es el lenguaje ideal para expresar la estructura del mundo y el lenguaje lógico está vacío de contenido y no describe el mundo, que es el objetivo del lenguaje (teoría pictórica).

El lenguaje significativo es el conjunto de proposiciones que describen y expresan los hechos que componen el mundo. Cada proposición representa un hecho. En los hechos existen las cosas y los nombres en las proposiciones solo tienen significado si se refieren a cosas. Una proposición con sentido lingüístico tendrá una estructura lógica idéntica a la del hecho que describe.

Hay tres tipos de expresiones:

  • Las significativas con sentido: con estructura lógica y que describen hechos, las de las ciencias empíricas.
  • Las vacías de sentido: las que solo expresan la estructura vacía del mundo.
  • Las que carecen de sentido: las que pretenden expresar lo inexpresable sin éxito, lo místico, lo cual existe pero fuera del mundo.

Lo sobrenatural es lo verdaderamente importante. Lo místico es no relativo a hechos, inexpresable, pero se muestra y se vive. La finalidad de la filosofía es la aclaración lógica del lenguaje, para que no digamos sino aquello que se puede decir, o sea, las proposiciones de la ciencia natural. De lo que no se puede hablar es mejor callarse. Pero en el silencio los problemas vitales quedan intactos y así es como deben abordarse, solo en la experiencia vital.

2º Wittgenstein: Las Investigaciones Filosóficas

Wittgenstein desarrolla una teoría acerca del lenguaje. El objetivo es analizar a posteriori el lenguaje que usamos en la vida, el ordinario. Ahora Wittgenstein cree que el lenguaje corriente es rico porque su función es múltiple y está relacionado con la vida humana. Por esto, existen distintos juegos lingüísticos en los que los términos se pueden usar de diferentes formas, por ello dice que el lenguaje es polivalente. Cada juego lingüístico tiene sus reglas sobre cómo usar los términos en ese juego, por lo que el sentido de las expresiones varía según esas reglas. Si las reglas se rompen surgen los malentendidos, los problemas del lenguaje. La filosofía tiene función terapéutica para resolver esos problemas restableciendo las reglas y el sentido.

Uso y Juegos del Lenguaje

Las Investigaciones Filosóficas recogen el pensamiento del segundo Wittgenstein. Su objetivo es analizar el lenguaje ordinario y no debe ser despreciado ya que sirve para expresarse adecuadamente si se usa bien, aun siendo impreciso y dudoso, y sirve para comunicarnos. Su sentido es el de cumplir una función en la vida de la gente y posee una lógica propia. La filosofía y la ciencia son juegos lingüísticos. Las palabras se usan para describir, ordenar, preguntar, juzgar, suplicar, hacer chistes… todos los juegos lingüísticos tienen sus propias reglas. Si no se respetan estas, surgen los malentendidos en el lenguaje.

Función de la Filosofía

Es el análisis del lenguaje para aclarar sus expresiones y eliminar errores. Pero, mientras que para el primer Wittgenstein la función es analizar lógicamente las expresiones lingüísticas para mostrar su estructura, que debe ser igual a la del mundo del que es figura; para el segundo tiene función terapéutica el respetar las reglas de los juegos lingüísticos. En el Tractatus se dice que los límites del lenguaje son también los del mundo. El único lenguaje con sentido es el de la ciencia natural. Los problemas surgen cuando se intenta expresar lo que queda fuera de esos límites. La filosofía es un acto esclarecedor de proposiciones, para lo que se reduce a análisis lógico. El verdadero método de la filosofía sería no decir nada sino aquello que se puede decir, o sea, las proposiciones de la ciencia natural. La filosofía no resuelve los problemas existenciales importantes que pertenecen al ámbito privado de lo místico, que se puede mostrar y comprender pero no expresar. Para el segundo Wittgenstein, la filosofía tiene función terapéutica ya que cura los errores derivados del mal uso de los elementos lingüísticos. Es un medicamento contra el error y la ignorancia. La misión de la filosofía es restablecer el respeto a las reglas de los juegos lingüísticos y mostrar a la mosca la salida de la botella. Si usamos bien el lenguaje, los problemas filosóficos desaparecen.

Ética

La ética es la reflexión filosófica sobre el bien, el deber y los valores que dan sentido a la vida, orientándola hacia la felicidad. Para Wittgenstein, la ética no puede ser una ciencia y su objetivo no se puede expresar ya que es trascendental, extra o sobrenatural. Los valores absolutos no son hechos, así que no pertenecen al mundo. La ética tampoco está dentro del mundo ya que el valor y el sentido absolutos del mundo quedan fuera de él. No hay proposiciones éticas. Las cuestiones importantes están prohibidas lingüísticamente. Lo ético no puede ser expresado ni enseñado ni entendido, pero sí vivido, mostrado y comprendido. Quien intenta hablar de ética arremete contra los límites del lenguaje y utiliza expresiones carentes de sentido. Pero la ética es una tendencia profunda que posee el espíritu humano, que no puede dejar de preocuparse por lo importante, incluso tendemos a actuar éticamente. Wittgenstein no desprecia lo ético y lo respeta. En la segunda etapa de su pensamiento, Wittgenstein no excluyó de nuestro lenguaje ningún tema, basta con tener en cuenta las reglas para usarlo adecuadamente en el contexto vital en el que nos encontremos. Los juicios de hechos nos informan sobre los mismos y los juicios de valor se refieren tanto al objeto como al sujeto que hace la valoración.

Ortega y Gasset: Ideas y Creencias

Las ideas nos orientan en el mundo. La noción de idea tiene diversos significados según el contexto en el que se utiliza. Hay dos tipos de ideas: las creencias y las propiamente dichas.

Las creencias son ideas que siempre están presentes en nosotros y nos ubican en el mundo. No las defendemos porque las tenemos muy asumidas y vivimos en ellas, aunque no seamos conscientes de ellas. Son nuestra realidad y no las cuestionamos. Ya existían antes de que existiéramos nosotros, por ello son compartidas por los miembros de una comunidad humana. Cuando nos damos cuenta de que existen otras creencias, quedamos desorientados. Las dudas y las creencias coinciden en que estamos inmersos en ellas y difieren en que en la duda nos encontramos inseguros y en las creencias tenemos certeza absoluta. No podemos vivir en la incertidumbre, por ello recurrimos a la razón. Y así nace la filosofía, cuando perdemos la confianza en las creencias.

Las ideas propiamente dichas son los pensamientos que construimos y de los que somos conscientes. Las tenemos y las discutimos, son nuestras. Siempre habrá duda en las ideas, por ello, debemos revisarlas y defenderlas constantemente, hasta convertirlas en arraigadas en nosotros. Vivir de acuerdo con ellas nos exige un esfuerzo que valoramos mucho. Pero podemos convertir ideas creencias en ideas, reflexionando sobre ellas.

Tractatus Logico-Philosophicus: Resumen

Su obra más importante y la única publicada en vida. Está formada por una sucesión de aforismos muy precisos y estructurados matemáticamente a partir de 7 proposiciones fundamentales, y redactados en un estilo enigmático con cierto carácter poético e incluso místico. Su tema es la esencia y posibilidades del lenguaje, mostrando que los límites de la realidad y del conocimiento coinciden con dichas posibilidades. Con el objetivo de resolver los problemas de la filosofía debidos al mal uso del lenguaje, se propone establecer con claridad los límites del lenguaje significativo en el que expresamos nuestro pensamiento y conocimiento. No todo lo que decimos tiene sentido. Wittgenstein elabora una teoría acerca de la esencia del lenguaje con la que desarrolla el atomismo lógico de Russell, que es una teoría sobre el mundo y el lenguaje. Sus estructuras y la estructura del pensamiento son iguales. La lógica matemática es el lenguaje ideal para expresar la estructura del mundo, del lenguaje y el pensamiento. Una expresión lingüística debe tener una estructura lógica igual a la del hecho que describe para tener sentido y para descubrir si la tiene, hay que analizar lógicamente y eso es filosofar. Esta es la tarea de la filosofía. El mundo se compone de hechos estructurados matemáticamente. Pero la lógica que expresa la estructura del mundo no expresa el mundo, es un lenguaje formal y vacío de contenido. Sus proposiciones no expresan, no describen hechos. La función del lenguaje es describir, expresar el mundo. El lenguaje significativo es el conjunto de proposiciones que componen el mundo; y expresa también el pensamiento: mundo, lenguaje y pensamiento tienen la misma forma lógica y los mismos límites. Una proposición con sentido tiene estructura lógica y es además verificable y si es verificada es una proposición verdadera como las de la ciencia. La ciencia es el conjunto de las proposiciones verdaderas. También las de la lógica son verdaderas pero vacías de sentido. Según Wittgenstein, existen también proposiciones sin sentido que son pseudoproposiciones, como las éticas, religiosas, filosóficas… en las que intentamos expresar lo inexpresable, lo sobrenatural, lo místico… que se vive pero no forma parte del mundo, por tanto tampoco del lenguaje significativo. El objeto de la filosofía es que no digamos sino lo que podemos decir: “De lo que no se puede hablar, es mejor callarse”. Los problemas de la vida se solucionan en silencio. Pero las pseudoproposiciones muestran una tendencia natural a intentar expresar lo inefable, a “arremeter contra los límites del lenguaje”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *