El Pensamiento de Descartes: Un Nuevo Enfoque Filosófico
Contexto Histórico y Filosófico
Antes de las ideas de Descartes y su racionalismo, la comprensión filosófica del hombre y la naturaleza se basaba en las categorías platónico-aristotélicas. Con el Renacimiento, se produce un enfrentamiento con el pensamiento escolástico, dándole importancia al sentido común y los datos de los sentidos. Descartes (1596-1650) desarrolló su filosofía durante el siglo XVII, la época del Barroco y la Contrarreforma, así como del absolutismo, especialmente en Francia, su país natal. Los reyes luchaban por recuperar el poder de los señores feudales, con el apoyo de la burguesía. Este absolutismo, caracterizado por el aumento del poder monárquico, ayuda a entender el interés de Descartes por fundar un saber absoluto, una filosofía universal, aceptada por Dios.
Los problemas religiosos también influyeron en la época. La lucha ideológica entre protestantes y católicos se desarrollaba violentamente, especialmente a través de las inquisiciones. Más tarde, la Guerra de los Treinta Años, en la que participó Descartes, surgió junto a la crisis religiosa y económica de las potencias europeas, como una guerra entre católicos y protestantes que se extendió por toda Europa.
Dos factores filosóficos influyeron en Descartes. Por un lado, heredó los grandes problemas filosóficos de la Edad Media, como el conflicto entre fe y razón. Descartes estudió en La Flèche, un colegio jesuita que seguía las doctrinas suarecianas. Por otro lado, la incertidumbre de la época extendió el escepticismo. Descartes puso en duda todo el conocimiento acumulado. En el siglo XVII surge el racionalismo, inaugurado por Descartes y continuado por Spinoza y Leibniz, y el empirismo de Locke y Hume.
Finalmente, el triunfo de la nueva ciencia, con Copérnico, Kepler y Galileo, asentó los pilares de la nueva física, conectada con el renacer de una nueva filosofía. Los descubrimientos científicos, fruto de la razón, indican la conexión entre el pensar científico y filosófico. Las matemáticas y sus principios serán la base del pensar científico y filosófico, el auténtico saber, que se conectará más tarde con la física de Newton.
Las Ideas en Platón y Descartes
Para Platón, la idea es una entidad real e independiente, la realidad absoluta, la esencia inmutable a la que aspiran las cosas materiales. Por ejemplo, la idea de caballo es un objeto intelectual captado solo por la razón, prescindiendo de los sentidos. A diferencia de Platón, Descartes concibe la idea como cualquier representación mental, todo lo que la mente piensa, cualquier contenido de la conciencia. Las ideas son estados mentales y solo existen como tales. Para Descartes, a diferencia de Platón, las ideas no tienen existencia extramental.
Platón considera que las ideas solo pueden ser conocidas por la razón. Descartes distingue tres tipos de ideas según su origen: innatas, adventicias y facticias. Tanto Platón como Descartes desconfían de los sentidos y no dan crédito a las ideas que se originan en ellos ni a las producidas por la imaginación. Solo las ideas innatas, captadas por la razón, son la base del conocimiento. Esta vinculación entre ideas de razón y conocimiento verdadero es la semejanza entre ambos. Con Descartes, la idea abandona su vínculo con las cosas para convertirse en objeto del pensamiento. Conocemos las ideas y sus relaciones.
El Legado de Descartes
Cuando Descartes irrumpió en la filosofía, esta sufría el impacto de la transformación de una vieja visión del mundo. Descartes restableció la confianza en las capacidades humanas de conocimiento y construyó un sistema filosófico influyente. El restablecimiento de la confianza en la razón será una convicción de la modernidad. Los empiristas remarcarán el peso de la experiencia, pero Kant creará la síntesis entre razón y experiencia. Hoy, la racionalidad es una exigencia en muchos ámbitos, no solo en filosofía, sino también en ciencias naturales y sociales, economía y política.
También perdura la necesidad de un método para el avance de la razón. La conveniencia de un método es parte del legado de Descartes. El sistema cartesiano deduce la realidad del mundo e implica un dualismo entre pensamiento y materia extensa, que perdurará hasta Newton, pero su aplicación al hombre perdura por siglos. El individualismo del Renacimiento tuvo continuidad en el yo pensante de Descartes. El yo y sus ideas son la base del sistema cartesiano. Esta afirmación de la subjetividad dura hasta el Romanticismo. Hoy, el yo intenta conquistar su identidad en un mundo impersonal.