John Locke: Empirismo, Liberalismo y el Contrato Social
El Empirismo de Locke
El empirismo surge como reacción al racionalismo de Descartes y los cartesianos. Parte de la negación de las ideas innatas y una reinterpretación del empirismo aristotélico. Sin embargo, el empirismo británico va más allá de lo que Aristóteles hubiera admitido, llegando incluso a la negación de la metafísica. Los empiristas más importantes son Locke, Hume y Berkeley. Con el empirismo, el problema del conocimiento se convierte en el tema central. Sus tesis fundamentales son:
- La mente es como una «tabla rasa», por lo que el origen del conocimiento es la experiencia. Esta tesis implica la negación de las ideas innatas.
- El límite del conocimiento humano es la experiencia. A diferencia de los racionalistas, los empiristas consideran que no podemos ir más allá de la experiencia (negación de la metafísica).
En conclusión, el empirismo propone un nuevo concepto de razón: una razón dependiente y limitada por la experiencia.
Locke y la Teoría del Contrato Social
Locke muestra su insatisfacción con la doctrina teológica tradicional, lo que impulsa la creación de nuevas teorías sobre el origen del poder. Su filosofía política presenta el liberalismo como un sistema filosófico, económico y político que promueve las libertades civiles, pero se niega a aceptar la libertad colectiva. Además, se opone a cualquier forma de despotismo, siendo la corriente en la que se fundamentan la democracia representativa y la división de poderes.
Al igual que Hobbes, Spinoza, Rousseau y Kant, Locke defiende que el origen del poder y del Estado reside en un acuerdo o convenio entre individuos (contractualismo). Sin embargo, discrepa de sus predecesores en lo que se refiere al estado de naturaleza. Locke considera que, en este estado, los hombres viven en familia y reconocen su autoridad. Además, se rigen por una ley natural basada en la razón, que enseña a los hombres que son iguales y libres de ejercer su derecho a la vida y a la propiedad. Este derecho natural está limitado por el respeto mutuo (lo que no impide que se castigue a los infractores de la ley).
Los individuos, movidos por el deseo de asegurar mejor sus derechos, consienten en renunciar a su libertad natural para someterse a un poder común. Este es el origen de la Teoría del Contrato Social de Locke. El pacto es un contrato recíproco entre individuos libres y el soberano. En consecuencia, no solo obliga a los primeros a obedecer, sino también al gobernante a garantizar los derechos previos de aquellos. Este poder elegido por los ciudadanos no puede ser absoluto ni arbitrario, y para prevenir esto, Locke propone una separación de poderes:
- Poder legislativo: ejercido por una asamblea que promulga leyes dirigidas al bien del pueblo.
- Poder ejecutivo: pone en ejecución las leyes e incluye el poder federativo, que se ocupa de la relación entre Estados.
- Poder judicial.
Tolerancia Religiosa y Vigencia Actual
Las ideas del liberalismo económico y político tuvieron una gran repercusión en la consideración de la religión. Locke defiende un Estado tolerante en cuestiones religiosas, considerando que el Estado no debe ocuparse de la salvación del alma. Establece una «Pax Fidei» (paz religiosa) por la cual la Iglesia no debe intervenir en asuntos civiles ni recurrir a la fuerza. Sin embargo, la tolerancia de Locke tiene límites: los intolerantes y los ateos.
La vigencia actual de Locke reside en que es el fundador del liberalismo, y hoy las libertades individuales y el concepto de derecho natural son derechos inalienables para todos los seres humanos.
Comparación con Otros Filósofos
Locke y Platón
La preocupación ético-política de Platón, definir la justicia, sigue presente en Locke. La tarea platónica era buscar el régimen político que permitiera cumplir el ideal de justicia del ciudadano y evitar los desmanes de las formas de gobierno conocidas en la historia del mundo clásico. Para Locke, la búsqueda se centra en otro punto de vista: cuándo se puede llamar justo a un Estado. A pesar de esta similitud, la manera de proceder de ambos pensadores es distinta.
Locke y Santo Tomás
Tanto Santo Tomás como Locke utilizan el concepto de Ley Natural como una ley que responde a la esencia racional del ser humano y que se fundamenta en la Ley Divina. La diferencia aparece en el ámbito político. Para Santo Tomás, el Estado siempre debe servir a los intereses de la Ley Natural. Para Locke, las leyes positivas son fruto del acuerdo de la sociedad civil, no del Estado de naturaleza.