Frecuentemente se habla de dos Marx, el filósofo y el economista, pero realmente no existe más que uno que fue evolucionando a medida que sus conocimientos y experiencias le hicieron profundizar en los problemas. Marx recibió tres influencias principales:
- Filosofía alemana: Hegel y Feuerbach.
- Socialismo utópico: Saint-Simon.
- Economistas ingleses: A. Smith y Ricardo.
Marx recoge una corriente filosófica que viene de Hegel, una teoría científica proveniente de Inglaterra y una práctica política del liberalismo francés. Con esta herencia, el intento de Marx será unir la teoría y la práctica. Por ello, una de sus frases más famosas es: «Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos, de lo que se trata es de transformarlo«.
1. La lucha de clases (Política)
Dentro del marxismo ortodoxo debemos hacer una distinción entre Diamat (materialismo dialéctico), que afirma que lo único que existe es la materia, y el Hismat (materialismo histórico), donde se nos presenta una visión de la historia que se aparta de esta concepción espiritualista y hace descansar toda la dinámica de las relaciones humanas en bases estrictamente económicas. Así, en la antigüedad había amos y esclavos; en la Edad Media, señores y siervos; y en la Edad Moderna, capitalistas y proletarios. El materialismo histórico, al interpretar así la historia, entiende que hay que llegar a una sociedad sin clases en la que todos los miembros de la misma participen en la producción y de los bienes producidos. Los hombres producen objetos que necesitan mediante su trabajo. Si estos objetos son usados por ellos mismos, como ocurría en las tribus primitivas, los objetos tienen valor de uso. Cuando esos objetos se cambian por otros, tienen también valor de cambio, es decir, los objetos se transforman en mercancías. Hasta aquí todo iría bien si se cambiasen unos objetos por otros equivalentes. Pero la sociedad industrial ha acabado con el pequeño artesano; éste ya no puede vender sus productos directamente, lo único que puede vender es su trabajo o, lo que es lo mismo, venderse a sí mismo, porque para Marx la esencia del hombre es su trabajo. Además, el capitalismo (dueño de los medios de producción) no vende el objeto al precio de coste, sino por mucho más (plusvalía) y al obrero sólo se le da lo mínimo. Como es natural, el capitalista intentará aumentar la plusvalía y así alargará las jornadas, contratará a niños, reducirá los salarios, etc. Además, al incrementar la producción se generará paro. Así se abaratará la mano de obra por la ley de la oferta y la demanda, y el obrero desempleado tendrá que conformarse con lo necesario para sobrevivir.
2. Alienación e ideología
Según Marx, en la sociedad capitalista el hombre está alienado. La alienación, para Marx, consiste en que algo del sujeto se hace objeto, es decir, se produce una deshumanización. La causa de la alienación es el modo de producción de la sociedad capitalista, donde los medios de producción son propiedad privada. Además, la alienación es histórica, es decir, ha existido y existe, pero debe desaparecer, y según Marx lo hará cuando los medios de producción dejen de ser privados. Hay tres fases:
- Fase inicial: Capitalismo. Dominio de la burguesía. Existe la propiedad privada. Estado burgués.
- Fase transitoria: Dictadura del proletariado. Dominio de los proletarios. Desaparece poco a poco la propiedad privada. Estado proletario.
- Fase final: Comunismo. Sociedad sin clases sociales. No hay propiedad privada. Sin Estado.
2.1 Clases de alienaciones
● Alienación económica o laboral: Consiste en que parte del hombre explotado se hace mercancía. Esta es la alienación fundamental y la que sirve de base a las demás. En la sociedad capitalista, parte de la esencia del hombre se transforma en mercancía y se vuelve hostil al trabajador porque al final lo que vale es la mercancía y no el trabajador.
● Otras alienaciones e ideologías: La diferencia entre alienación e ideología es que la alienación es un modo de ser y la ideología es un modo de pensar. Marx define ideología como un sistema de representaciones que falsea, oculta, desfigura la auténtica realidad. Además, las ideologías vienen impuestas por la clase dominante para justificar la explotación de los proletarios. Por ejemplo, la alienación religiosa consiste en que parte del hombre se pierde en otro mundo. Para Feuerbach, la religión era una proyección natural del hombre en lo divino. Para Marx, esa proyección no es natural, sino que se debe a la miseria de los explotados. La ideología es la religión, la clase dominante la usa para justificar la explotación con promesas de remuneraciones futuras. Como Marx dice: «la religión es el opio del pueblo«.
Sólo suprimiendo la alienación económica (eliminando la propiedad privada de los medios de producción) se suprimirán las otras alienaciones. Esto únicamente tendrá lugar en una sociedad sin clases, es decir, la sociedad comunista. Surgirán marxistas como Lenin, Trotsky, Stalin, Sartre, Adorno y Habermas.