El Legado de Platón: Influencia en la Filosofía Occidental

Justificación

El objetivo de la filosofía de Platón es crear un Estado ideal o justo para hacer frente a la crisis ético-política de su tiempo, en particular al relativismo y convencionalismo moral de los sofistas. Para ello, Platón necesita fundamentar ese Estado en verdades absolutas al alcance de la razón.

Por un lado, está el mundo sensible o material, percibido por los sentidos, donde todo cambia, puro devenir y contingencia, que induce al error y al engaño. A este mundo corresponde un conocimiento basado en la opinión o doxa. Por otro lado, está el mundo de las Ideas, al que accedemos mediante la razón, inmutable, eterno, imperecedero y necesario, que permite alcanzar la verdad. A este mundo corresponde un conocimiento basado en la ciencia.

Para alcanzar esas verdades absolutas, Platón establece un dualismo antropológico, dividiendo al hombre en cuerpo y alma. El cuerpo es una cárcel para el alma, atrapada en el mundo sensible, pero cuyo lugar es el mundo de las Ideas. El alma racional debe purificarse de las necesidades del cuerpo mediante un proceso educativo para alcanzar la sabiduría y conocer las verdades absolutas. Toda batalla ética se libra en el interior del individuo, y la naturaleza humana es el origen de la mayoría de los problemas éticos. Cada individuo debe alcanzar la virtud que le es propia para lograr la virtud ética por excelencia: la justicia, la armonía entre las partes del alma.

Solo si conseguimos la justicia a nivel individual podemos establecerla a nivel comunitario. De ahí que ética y política en Platón sean inseparables. El plano político se fundamenta en la correlación entre alma y Estado, y en el principio de especialización funcional. Solo cumpliendo este principio se logra el Estado justo.

En este Estado, la educación juega un papel central. Primero, para detectar el tipo de alma que gobierna en cada individuo, y segundo, para prepararlos para la tarea que les es propia. Según el intelectualismo moral socrático, solo quien sabe qué es la Justicia y el Bien puede obrar con justicia e implantarla en la sociedad. El filósofo-rey instaurará una aristocracia del conocimiento, frente a la democracia corrupta, sumida en el relativismo moral y político de los sofistas.

Valoración de la actualidad

Ontología y Epistemología

La influencia de Platón en la epistemología sigue vigente. La importancia dada a las matemáticas, tanto teórica como educativa, acabaría con el nacimiento de la ciencia moderna, con las matemáticas como modelo y fundamento de toda disciplina que aspire a ser científica.

Antropología

El dualismo antropológico de Platón es decisivo para entender la concepción cristiana del hombre, con la consiguiente puesta en valor del alma y el desprecio del cuerpo, esclavo de las pasiones y origen del pecado.

Educación, Ética y Política

La necesidad de educación para salir de la ignorancia, criticar prejuicios y dogmas, ser autónomo y no dejarse engañar, sigue vigente. Platón plantea una sociedad ideal, una dictadura del conocimiento gobernada por el filósofo-rey. Esta figura, similar al intelectual actual, nos hace preguntarnos sobre su protagonismo social y político, y su función educadora en las sociedades actuales.

Relación con Nietzsche

El dualismo ontoepistémico de Platón, entre un mundo inteligible y verdadero (al que accedemos mediante la razón) y un mundo sensible y aparente (al que accedemos mediante los sentidos), contrasta con la visión de Nietzsche. Para Nietzsche, la única realidad es el devenir, y el único conocimiento válido es el sensible, mutable, cambiante y subjetivo. Esta pluralidad obliga a Nietzsche a reivindicar la metáfora frente al concepto y la expresión artística.

En cuanto a la ética, Nietzsche propone un vitalismo fundamentado en la voluntad de poder del superhombre, creador de nuevos valores y destructor de la moral platónica, considerada contranatural. Los valores que favorecen la vida, la satisfacción corporal y la autoafirmación, son los únicos criterios de validez moral. El pensamiento de Nietzsche es un vitalismo irracionalista, frente al idealismo racional de Platón.

Hay rasgos comunes, como el estilo literario, la defensa del sentido aristocrático de la existencia y el desprecio por la democracia. Sin embargo, en Platón es una aristocracia del conocimiento, y en Nietzsche, una aristocracia de los creadores de nuevos valores.

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