El Método Cartesiano: Certeza, Razón y Duda Metódica

El Legado de Descartes: Un Camino hacia el Conocimiento

Para Descartes, al igual que para Galileo, es fundamental establecer una metodología clara y la convicción de que la razón es un instrumento poderoso si se utiliza correctamente.

Descartes relata que una noche tuvo una visión mística en sueños donde vislumbró su método. Este se articula en tres pilares fundamentales:

Certeza

La certeza es la evidencia de una verdad. En matemáticas, esto es evidente con los axiomas. Descartes busca trasladar esta certeza matemática a la filosofía, buscando superar la incertidumbre filosófica. La característica esencial de las certezas es que son indubitables, es decir, son “claras y distintas”. Una verdad es clara si se conocen todos sus elementos constitutivos y distinta si no se confunde con otra.

Razón

Para Descartes, la razón es la herramienta que permite comprender el mundo. Posee dos capacidades principales:

Intuición

Es un recurso directo para aprehender la verdad.

Deducción

Es un recurso indirecto que se basa en el encadenamiento de intuiciones.

En esencia, la razón puede combinar verdades intuitivas con verdades deducidas, una capacidad universal de todo ser humano.

Método

Es el procedimiento que guía a la razón para alcanzar certezas. Se detalla en El Discurso del Método, donde Descartes, con su estilo directo y ordenado, utiliza metáforas memorables. “Todos los saberes están conectados porque todas las razones son iguales”, lo que representa con un árbol cuyas raíces son la metafísica, el tronco la física y las ramas las distintas ciencias: moral, medicina, derecho, etc. Descartes argumenta que no puede fundamentar su teoría científica sobre la naturaleza sin haber explorado todas las ramas del árbol. Sin embargo, reconoce que no podrá abarcar todas las ramas en su vida y admite que su moral es incompleta.

Su objetivo es construir un sistema de verdades evidentes (certezas) obtenidas mediante el uso metódico de la razón. Descartes está convencido de que, utilizando la razón de forma rigurosa, se puede conocer y saber todo.

El Método Cartesiano en Detalle

El método cartesiano es único (aplicable a todo) y se expone en El Discurso del Método y, con mayor detalle, en Reglas para la Dirección del Espíritu. Se resume en cuatro reglas básicas:

  • Regla de la evidencia: Identifica la verdad con la ausencia de duda, con la existencia de una idea clara y distinta (certeza). Se eliminan los datos de los que se pueda dudar. Para Descartes, es preferible excluir una verdad que aceptar por error una duda.
  • Regla del análisis: Consiste en analizar o dividir el problema para estudiarlo en sus componentes elementales.
  • Regla de la síntesis: Consiste en establecer relaciones entre los elementos previamente analizados.
  • Regla de la enumeración y el orden: Para afirmar con seguridad la certeza, se debe revisar continuamente si el procedimiento de la cadena de intuiciones es correcto.

Una vez planteado el método, se procede a su aplicación, basándose principalmente en la regla de la evidencia. Esta regla conduce a la duda metódica, que es la aplicación práctica de la primera regla.

Para hallar las verdades evidentes de todo lo que se ha aprendido, es necesario dudar para demostrar su evidencia. Por lo tanto, para alcanzar un conocimiento indudable, es preciso dudar.

Descartes aclara que la duda metódica no debe confundirse con la duda escéptica de los sofistas. La duda escéptica es una conclusión permanente que afirma que el conocimiento real es inalcanzable. En cambio, la duda metódica es una duda inicial y provisional, en la que el conocimiento es posible y desemboca en una certeza.

Los Niveles de la Duda Cartesiana

Para Descartes, la duda se presenta en diferentes niveles:

  • Primer nivel: Consiste en dudar de los sentidos, es decir, no creer nada que provenga de ellos, ya que son engañosos. Por ejemplo, percibimos el sol (inmenso) como del tamaño de una moneda. De esta manera, se otorga credibilidad a la razón, dejando de lado la información sensorial.
  • Segundo nivel: Consiste en dudar de la razón, ya que somos incapaces de distinguir el sueño de la vigilia (la realidad). Este nivel se plantea en El Discurso del Método junto con el primero.
  • Tercer nivel: Es una hipótesis hipercrítica sobre la existencia de un genio maligno. Es la duda más radical que Descartes plantea en Meditaciones Metafísicas. Se lleva al extremo la duda metódica, considerando la posibilidad de que exista un ente que nos induzca al error.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *