El Método Científico: Sistemas Axiomáticos y el Falsacionismo de Popper

El Método Científico: Sistemas Axiomáticos y el Falsacionismo de Popper

Las Ciencias Formales y el Método Axiomático

El método axiomático consiste en postular un conjunto de enunciados que guardan entre ellos una relación de deductibilidad. Este conjunto se denomina sistema axiomático-deductivo: a partir de unas premisas iniciales, que se admiten de partida como verdaderas y se llaman axiomas, se derivan los otros componentes de la cadena deductiva, denominados teoremas, mediante la aplicación de una serie de reglas de inferencia. La verdad de los teoremas se puede demostrar, en tanto que podemos probar que derivan deductivamente de los axiomas. La verdad de los axiomas no se puede demostrar, porque son las premisas de partida, que se toman como evidencias o primeras verdades en las que se basan el resto de enunciados. Estos axiomas pueden cambiarse dando lugar a otros sistemas axiomáticos-deductivos.

Las Ciencias Empíricas Naturales y el Método Hipotético-Deductivo

Las ciencias empíricas naturales tratan de los objetos de experiencia y no entraron por el camino de la ciencia hasta la revolución científica del siglo XVII, cuando se inició su separación de la filosofía con la aparición del nuevo método hipotético-deductivo. Este método consta de:

  1. Formulación de la hipótesis: ante un problema, el científico formula una explicación provisional que se denomina hipótesis.
  2. Deducción de consecuencias a partir de la hipótesis: se deducen unas consecuencias que deberán poder ser observables; son predicciones sobre qué hechos se deberían producir si la hipótesis fuera verdadera, ya que resultan implicados por ella.
  3. Contrastación: se trata de comparar las consecuencias de la hipótesis con la experiencia mediante la observación o la experimentación, para comprobar si los hechos se producen tal como se había previsto.

Las ciencias empíricas intentan descubrir regularidades entre los fenómenos que puedan servir para explicarlos. Los intentos de explicación sobre estas regularidades o sobre sus causas son las hipótesis científicas. Se piensa que las hipótesis científicas lo son porque se formulan en base a una exhaustiva observación empírica. Filósofos como Francis Bacon, Galileo y Descartes fueron pioneros en este método.

La mayoría de las hipótesis científicas no derivan de los hechos observados sino que se inventan para explicarlos, son resultado de la imaginación creativa del científico.

La Deducción de Consecuencias

Para que una hipótesis sea científica se han de poder derivar de ella consecuencias observables, lo que se llama implicaciones contrastadoras de la hipótesis: ciertas predicciones sobre los hechos que se espera que se produzcan en el caso de que la hipótesis sea verdadera. Si la hipótesis (H) es verdadera, entonces lo será también la implicación contrastadora (I): H → I. Si se dan unas condiciones (C) entonces se producirá un determinado acontecimiento observable (E). I = C → E. POR TANTO: H → (C → E).

El Experimento y la Contrastación de Hipótesis

Un experimento es la realización práctica de la implicación contrastadora derivada de una hipótesis. Se trata de crear o buscar determinadas condiciones para ver si se producen los hechos que hemos predicho que han de ocurrir suponiendo que la hipótesis fuera verdadera. El experimento no es una experiencia cualquiera, ya que controlamos las condiciones y hemos predicho el hecho que se dará. Eso permite contrastar la hipótesis, comparar sus consecuencias con los hechos.

Un experimento puede dar dos resultados:

  1. Los experimentos no confirman las consecuencias de la hipótesis: bajo las condiciones establecidas no se dan los hechos predichos a partir de ella, así la hipótesis queda falsa o refutada: deberá ser rechazada y buscar otra nueva.
  2. Los experimentos confirman las consecuencias derivadas de la hipótesis: cuando los hechos experimentales se han producido tal y como se habían predicho, la hipótesis se considera confirmada pero de una forma provisional.

Una hipótesis es científica porque está demostrada, pero las demostraciones son posibles solo en las ciencias formales. Las hipótesis científicas tienen un carácter deductivo y, ya que la confirmación, a diferencia de la refutación, no es deductivamente válida ni definitiva, lo único que podemos hacer para avanzar en el conocimiento científico es refutar las hipótesis que no funcionan, eliminar errores.

El Falsacionismo de Karl Popper

Karl Popper, en su teoría llamada falsacionismo, ha destacado la importancia de la refutación o falsación de las hipótesis. Según él, para que una hipótesis sea científica debe satisfacer el requisito de falsación o refutabilidad. La ciencia no se diferencia de la pseudociencia porque sus enunciados estén verificados, sino porque son refutables.

Para que una hipótesis sea científica será necesario que de ella deriven implicaciones contrastadoras; si no derivan consecuencias observables será pseudociencia. Si de una hipótesis científica derivan implicaciones contrastadoras se expondrá a ser refutada: si sus predicciones no se cumplen experimentalmente habrá que revisarla o rechazarla. Si pase lo que pase podemos seguir manteniendo una hipótesis, si ningún hecho puede refutarla, esa hipótesis no será científica.

El falsacionismo de Popper comporta la creencia en un progreso de la ciencia eliminando los errores.

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