El Método Matemático en la Filosofía de Descartes

La revolución científica del siglo XVII trajo consigo la reflexión sobre el método. Surgió la creencia de que ciertos campos (la filosofía sería precisamente uno de ellos) se mantenían oscuros y dudosos porque no se había aplicado en ellos el método que en la ciencia estaba funcionando con notable éxito. Así, se intentó aplicar a la filosofía el mismo método que en la ciencia estaba funcionando.

Aspectos del Método Científico

En el método científico hay dos aspectos a destacar: el aspecto empírico y el aspecto racional. Por una parte, el progreso científico se debió en buena medida a que el hombre renacentista se apartó de la autoridad de los grandes textos del pasado y se puso a observar y escrutar la naturaleza por sí mismo, mejoró sus técnicas y aparatos de observación, contrastó sus teorías con los fenómenos observables, etc. Pero por otra parte, sobre todo en el desarrollo de la mecánica de Galileo, la mera acumulación de datos empíricos no hizo posible por sí sola las teorías científicas. Éstas son el resultado del sometimiento de los datos empíricos a esquemas matemáticos y geométricos, que son obra de la razón. Galileo acudía a la experiencia a comprobar una hipótesis matemática que su razón había forjado previamente.

Consiguientemente, en la reflexión sobre el método científico, algunos autores destacaron más la importancia del aspecto empírico, mientras que otros destacaron el aspecto racional o matemático, bifurcándose la filosofía en dos ramas diferentes. Mientras que en Inglaterra, bajo la influencia de Bacon, se desarrolló el empirismo, en el continente europeo surgieron sistemas filosóficos racionalistas que toman la matemática como modelo del saber. Descartes es el fundador del racionalismo, o la referencia sobre la que giraron los debates de los diferentes sistemas racionalistas.

El Racionalismo Cartesiano

El racionalismo, y Descartes como su más reputado representante, se caracteriza por conceder la primacía a la razón para alcanzar la verdad, y sostiene como principio básico que nuestros conocimientos verdaderos de la realidad tienen su origen y fundamento en la razón. Descartes identifica el conocimiento racional con el conocimiento científico, y muy especialmente con las matemáticas. Observando el éxito obtenido con la aplicación de las matemáticas a la física, las toma como modelo del saber. Las matemáticas le sugieren su ideal de filosofía: un sistema orgánicamente conectado de verdades científicamente establecidas, es decir, de verdades ordenadas de tal modo que la mente pase de verdades fundamentales evidentes por sí mismas a otras verdades evidentes implicadas por las primeras.

Influencia de las Matemáticas en Descartes

Tanto en las Reglas para la dirección del espíritu como en el Discurso del método, Descartes habla explícitamente de la influencia ejercida en su espíritu por las matemáticas. En el Discurso del método, nos dice que en sus años jóvenes había estudiado matemáticas, análisis geométrico y álgebra, que fue impresionado por la claridad y certeza de estas ciencias, comparadas con otras ramas de estudio, y que es necesario investigar las características peculiares del método matemático, qué es lo que le da su superioridad, para poderlo aplicar a otras ramas de la ciencia. Esto presupone que todas las ciencias sean similares, en el sentido de que el método aplicable en matemáticas les sea igualmente aplicable. Y eso es, en efecto, lo que Descartes pensaba. Todas las ciencias “son idénticas a la sabiduría humana, que es siempre una y la misma, aunque se aplique a objetos diferentes”. Hay solamente una clase de conocimiento: el conocimiento cierto y evidente. Y, en definitiva, no hay más que una ciencia, aunque posea ramas interconectadas. De ahí que pueda haber solamente un método científico.

La idea central sobre la que descansa el método es que el conocimiento representa una unidad sustantiva. Si la mente es una y todo conocimiento nos remite a esa unidad de la mente, podemos hablar de una unidad de la ciencia, podemos hablar de la sabiduría universal, en expresión de Descartes. Esta unidad está basada, por un lado, en la unidad que nos proporciona la razón, y, por otro, en la matemática, una mathesis universalis que contiene los primeros principios de la razón y que por ello es fuente de las demás disciplinas. La estructura de la razón y su propio modo de conocer se basa en la intuición y la deducción, las cuales, a su vez, se corresponden respectivamente con el análisis y la síntesis, que son los dos modos de proceder de los matemáticos y geómetras en sus demostraciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *