El Mito de la Caverna de Platón: Un Estudio sobre la Epistemología y la Metafísica

El Mito de la Caverna de Platón

Introducción

El ámbito sensible, constituido por los seres sensibles, no es más que una copia imperfecta del mundo inteligible. Platón describe dos tipos de encandilamiento:

  • El que ocurre cuando se va de lo luminoso a lo oscuro (motivo de apiadamiento).
  • El que ocurre al pasar de la oscuridad a la luz (motivo de admiración).

La escarpada y empinada cuesta representa el costoso y difícil tránsito de la opinión al conocimiento (la educación), repleta de obstáculos y no accesible a cualquiera. La liberación de sus cadenas describe la educación como un proceso gradual que nos concede herramientas para dominar las tendencias más espontáneas y embrutecedoras, para resistir la seducción de lo material y sensible en pos del acceso a una existencia superior. Mirar las cosas de arriba se refiere a la episteme o ciencia. La necesidad de acostumbrarse a la luz antes de mirar los objetos mismos alude al cultivo de las matemáticas como preparación para la dialéctica. Las sombras representan el nivel inferior de la doxa: la eikasía, que se ocupa de las copias de las copias de la realidad. La fórmula en sí expresa el carácter absoluto de las ideas. Fulgor se refiere al resplandor y brillantez, mientras que fruslería alude a una cosa de poco valor o entidad.

Comentario del texto

El texto destaca la necesidad de coacción y tiempo para acostumbrarse. Describe el ascenso, el inicio del conocimiento y la educación, el paso de un nivel de conocimiento (y de realidad) a otro superior: de la eikasía a la pistis. El prisionero, poseyendo ya vista, solo necesita aprender a dirigirla adecuadamente hacia el ser verdadero. El dolor representa la purificación, la ascesis. El hombre nace a la verdadera educación y al verdadero conocimiento cuando los sentidos, fuente de deseo y conocimiento falaz, se subordinan al alma. El prisionero considera más reales las sombras que veía antes con claridad y sin dolor. A medida que se asciende, lo más real se percibe con mayor dolor y dificultad, de ahí que el prisionero quiera volver. El camino de salida, dificultoso y ascendente, simboliza el proceso gradual del conocimiento: el tránsito de la doxa a la episteme y la educación. El exterior de la caverna representa el mundo inteligible. El ascenso ordenado simboliza la dialéctica ascendente. La necesidad de acostumbrarse a la luz representa el conocimiento matemático que prepara para la inteligencia pura de las ideas.

El orden en el exterior de la caverna sería: sombras de los seres naturales, reflejos en el agua, seres naturales directamente, cielo de noche, cielo de día y, finalmente, el sol directamente. Las sombras, reflejos y seres naturales serían las entidades matemáticas; el cielo, las ideas; y el sol, el Bien. Al contemplar el sol, se deduce que es causa de todo lo existente en el mundo sensible: el Bien es el fundamento de todo lo real.

Relación Platón-Aristóteles

Crítica de Aristóteles a la Teoría de las Ideas

Aristóteles critica la duplicación del mundo que Platón realiza. El mundo de las ideas no explica el mundo de las cosas. Si las esencias están separadas de las cosas, no son sus esencias. Considera que decir que las Ideas son modelos y que las cosas participan de ellas es “pronunciar palabras vacías y construir metáforas poéticas”. Las ideas, eternas e inmutables, no explican el origen, devenir y cambios de las cosas. Aristóteles no rechaza totalmente la Teoría de las Ideas, solo niega su existencia separada.

La Metafísica

Para Platón, la sustancia es la Idea (eterna, trascendente); para Aristóteles, la sustancia primera es el individuo concreto, particular y sujeto al cambio. La teoría hilemórfica plantea que la sustancia puede desarrollarse, devenir, perfeccionarse y crecer. Está formada por materia (próxima y primera, similar al apeiron de Anaximandro) y forma (esencia, sustancia segunda, especie, eterna, inseparable del individuo). La distinción entre potencia y acto surge para explicar el movimiento. El error de Parménides fue entender el ser unívocamente como acto. El ser en acto procede del ser en potencia.

La Física

Para Platón, la naturaleza no era objeto de ciencia estricta. Aristóteles le dio su valor como fuente de conocimiento científico. Las cuatro causas del conocimiento científico son: 1) material (carne, huesos, sangre); 2) formal (esencia); 3) motriz o eficiente (hombre y mujer); 4) final (animal, racional). Causa formal, eficiente y final coinciden.

Cuerpo y Alma

Para Aristóteles, cuerpo y alma son una única sustancia, como materia y forma, lo que invalida la reencarnación. El alma, principio de la actividad del ser vivo, no es distinta de las funciones. Un cuerpo sin alma no es un animal, y un alma sin cuerpo no es nada. Aristóteles defiende la unidad del alma, con funciones nutritiva, sensitiva y pensante.

La Teoría del Conocimiento

Platón consideraba verdadero el conocimiento de las Ideas, donde los sentidos eran un estorbo. Aristóteles valora lo empírico y se opone al uso de las matemáticas como llave hacia el conocimiento.

La Educación en el Estado

La educación es crucial en la organización social. Educar no es transferir conocimientos. Tras un ciclo de gimnasia y música para formar el carácter noble, sagaz y valeroso…

Grados de Conocimiento y Modos de Ser

En La República, Platón ofrece una teoría del conocimiento que se corresponde con el dualismo ontológico:

  • Conocimiento sensible u opinión:
    • Imaginación-conjetura (Eikasia): aprehende imágenes, sombras y reflejos (grado más bajo, posiblemente poesía, pintura, retórica).
    • Creencia (Pistis):
  • Conocimiento inteligible o Episteme:
    • Conocimiento discursivo-pensamiento (Diánoia):
    • Conocimiento o inteligencia pura (Nous): supera la diánoia mediante la dialéctica, que justifica los principios de otras disciplinas remontándose a un principio no hipotético: la Idea del Bien. En las matemáticas, los supuestos son incuestionables. La noesis, al contrario, es el punto de partida de un ascenso (inducción).

La Idea del Bien

En La República, la Idea del Bien es la “idea de las ideas”, confiere el ser al resto, es la causa del ser de lo sensible y el principio del conocimiento. El Bien está más allá de la esencia, del Ser, y representa el bien de cada ser. Cada cosa se orienta a la perfección de su ser, su bien. Ser, Verdad y Bien son convertibles. Más Ser implica más Verdad y más Bien. Este optimismo metafísico implica que toda cosa existente participa del Bien. Si el Bien fundamenta la existencia, el Mal es ausencia del Bien, carencia de Ser, sin entidad propia. La Materia no es real, es un vacío que devora la realidad y explica la presencia del mal. Mal y materia designan lo mismo. A las ideas les llega del Bien: cognoscibilidad, existencia y esencia. El Bien no tiene esencia, es pura existencia sin límites. La esencia es negativa, delimita lo que es y lo que no es, y no se aplica al Bien (fuente ilimitada de la realidad). El Bien es más abstracto que el Ser. Hay tanta diferencia entre las Ideas y el mundo sensible como entre el Bien y las Ideas. El Bien causa las Ideas, las Ideas causan el mundo sensible. La intuición, si no monista, es tríadica: mundo sensible-mundo de las Ideas-Bien. Es difícil hablar del Bien, pues, aunque cognoscible, no es reducible a un concepto, al no ser una esencia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *