El Mito de la Caverna de Platón: Una Metáfora del Conocimiento
Platón presenta el mito de la caverna, sin duda, el más importante y conocido de este autor. Platón dice expresamente que el mito quiere ser una metáfora de «nuestra naturaleza respecto de su educación y de su falta de educación», es decir, sirve para ilustrar cuestiones relativas a la teoría del conocimiento. Pero tiene también claras implicaciones en otros dominios de la filosofía como la ontología, la antropología e incluso la política y la ética; algunos intérpretes han visto también implicaciones religiosas.
La descripción del mito, tal y como lo narra Platón en República, se articula en varias partes:
I. Descripción de la Situación de los Prisioneros
Nos pide Platón imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habitan una caverna subterránea. Estos prisioneros desde niños están encadenados e inmóviles, de tal modo que sólo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos y en un plano más elevado hay un fuego que la ilumina; entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto al borde del cual se encuentra una pared o tabique, como el biombo que los titiriteros levantan delante del público para mostrar, por encima de él, los muñecos. Por el camino desfilan unos individuos, algunos de los cuales hablan, portando unas esculturas que representan distintos objetos: unos figuras de animales, otros de árboles y objetos artificiales, etc. Dado que entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra la pared, sobre el fondo sólo se proyectan las sombras de los objetos portados por dichos individuos. En esta situación, los prisioneros creerían que las sombras que ven y el eco de las voces que oyen son la realidad.
II. Proceso de Liberación del Cautivo
A. Subida hacia el Mundo Exterior: Acceso hacia el Mundo Verdadero
1. En el Mundo Subterráneo
Supongamos, dice Platón, que a uno de los prisioneros, de acuerdo con su naturaleza, le liberásemos y obligásemos a levantarse, volver hacia la luz y mirar hacia el otro lado de la caverna. El prisionero sería incapaz de percibir las cosas cuyas sombras había visto antes. Se encontraría confuso y creería que las sombras que antes percibía son más verdaderas o reales que las cosas que ahora ve. Si se le forzara a mirar hacia la luz misma, le dolerían los ojos y trataría de volver su mirada hacia los objetos antes percibidos.
2. En el Mundo Exterior
Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior, sentiría dolor y, acostumbrado a la oscuridad, no podría percibir nada. En el mundo exterior le sería más fácil mirar primero las sombras, después los reflejos de los hombres y de los objetos en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuación, contemplaría de noche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente, percibiría el sol, pero no en imágenes sino en sí y por sí. Después de esto concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los años, que gobierna todo en el ámbito visible y que, de algún modo, es causa de las cosas que ellos habían visto.
Al recordar su antigua morada, la sabiduría allí existente y a sus compañeros de cautiverio, se sentiría feliz y los compadecería. En el mundo subterráneo, los prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel que percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la sucesión de las sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida le parecería insoportable.
B. Regreso al Mundo Subterráneo: Exigencia Moral de Ayuda a sus Compañeros
1. Confusión Vital por la Oscuridad de la Caverna
Si descendiera y ocupara de nuevo su asiento, tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, sería incapaz de discriminar las sombras, los demás lo harían mejor que él, se reirían de él y dirían que por haber subido hasta lo alto se le han estropeado los ojos y que no vale la pena marchar hacia arriba.
2. Burla y Persecución
Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, se burlarían de él, lo perseguirían y lo matarían.
III. Interpretación
A. Comparación de las Realidades
Debemos comparar la región visible con la morada-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol.
B. Comparación de los Procesos
El ascenso y contemplación de las cosas de arriba es semejante al camino del alma hacia el ámbito inteligible.
C. Valor de la Idea del Bien
Objeto último y más difícil del mundo cognoscible: la Idea del Bien. Causa de todas las cosas rectas y bellas; en el mundo visible ha engendrado la luz y al sol, y en el ámbito inteligible es la productora de la verdad y de la inteligencia; es la realidad que es necesario ver para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.