1- El origen de la filosofía
Los principales elementos de la filosofía en Grecia y durante esa época son los siguientes:
Elementos que contribuyen al surgimiento de la filosofía
- La polis griega se estructura en torno a una incipiente democracia que hace posible la participación ciudadana en los asuntos públicos mediante el ejercicio de la libertad de pensamiento y de expresión. Esto permite la confrontación de opiniones e ideas y el cuestionamiento de todo aquello que la constituye como tal.
- El desarrollo de las polis y la necesidad creciente de satisfacer sus necesidades incrementan las relaciones comerciales.
- La Grecia clásica carecía de un orden religioso fundamentado que estructurase las creencias de sus ciudadanos. La religión no ofrece respuestas y el hecho de buscarlas potenciará el pensamiento crítico.
- Aristóteles afirma en su Metafísica que la filosofía surgió cuando ya existían casi todas las cosas necesarias y las relativas al descanso y al ornato de la vida. El progreso económico y social de la polis posibilitó el ocio, y este, la reflexión.
- Finalmente, los griegos recurrían a la riqueza cultural que poseían (los mitos) para encontrar respuestas. Estas, debido a los elementos ya mencionados, desencantarán de forma progresiva a esa sociedad y al nuevo individuo que surgirá en ellas.
2.1 COSMOVISIÓN MÍTICA
- Son relatos alegóricos protagonizados por dioses y seres humanos.
- Poseen un marcado carácter pedagógico y didáctico.
- Proponen una explicación sobre el origen de los dioses, la realidad y el ser humano y otros tantos temas
- Inicialmente, se transmitían de forma oral y gracias a la labor de los poetas. Más tarde, alcanzaron un alto nivel de sistematización gracias a Hesíodo y Homero.
EL MITO DE PROMETEO
- Prometeo (titán de segunda generación, amigo de los mortales) es conocido en la tradición mitológica griega como creador y protector de los seres humanos.
- Lo narrado en él nos explica, por una parte, el origen de la humanidad y el porqué de su inteligencia; por otra, el origen del fuego, elemento esencial para su supervivencia.
2.2. TEORIZACIÓN FILOSÓFICA
El deseo caprichoso se sustenta en la «idea de arbitrariedad», en lo imprevisible e irracional, en lo que niega a lo que acontece cualquier tipo de consistencia y no demuestra lo que afirma. La filosofía sustituirá la arbitrariedad por la «idea de necesidad», que implica que las cosas son como tienen que ser, ocurren cuando y como deben, y que el mundo es racional. Descubrir el porqué de esa regularidad derivará en una nueva actitud intelectual y en el abandono de la explicación mitológica.
4. EL GIRO ANTROPOLÓGICO. SÓCRATES Y LA SOFÍSTICA
El acontecer histórico de la Grecia Antigua propiciará una evolución de los intereses filosóficos.
- El interés por la physis será sustituido por una profunda reflexión sobre el ser humano. Se produce, de este modo, el denominado «giro antropológico» de la filosofía.
- Los sofistas y Sócrates protagonizarán esta nueva etapa.
4.1. Los sofistas
- Sofista es el sabio, un sabio muy distinto a los anteriores, pues su saber estará enfocado hacia cuestiones pragmáticas, útiles para ese nuevo tipo de vida en democracia. Al mismo tiempo, será experto en retórica y oratoria.
- Los sofistas se convertirán, en poco tiempo, en personajes destacados de la sociedad ateniense. Presentarán unas características que los identificarán. Protágoras y Gorgias serán destacados sofistas.
- CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA SOFÍSTICA
- Humanismo: Centra su interés reflexivo en los problemas prácticos de la vida cotidiana de los ciudadanos.
- Relativismo epistemológico y sociopolítico :
- Epistemológico: la verdad depende de las circunstancias, cómo cambian, no hay verdades absolutas.
- Sociopolítico: aplicable a las leyes y costumbres que rigen la vida en sociedad.
- Indiferentismo moral : No existen criterios objetivos para discernir qué es el bien o qué es el mal.
- Nuevo ideal educativo : Dirigido a propiciar el éxito social y político.
- Nuevo ideal de virtud (areté): Sinónimo de triunfo social y político.
- Protágoras (486-411 a. C.)
- Sintetizará las tesis sofistas en la siguiente afirmación: El ser humano es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que no son. No existen las verdades absolutas. Cada ser humano posee su propia verdad, su propia medida.
- Gorgias (484-380 a. C.)
- Por su parte, argumentará: nada existe; si existiera algo, no podría ser conocido; si pudiera ser conocido, no podría ser comunicado, ni explicado a los demás. Lo esencial será cómo se justifica un discurso, cómo se construye y no su contenido o su posible veracidad.
4.2. Sócrates
La propuesta filosófica de Sócrates (470-399 a. C.) guarda un cierto paralelismo, en su génesis, con su propia biografía, con su forma de filosofar y con el contexto histórico de la Atenas de la época, ciudad de la que era originario.
En cuanto a su biografía, su condición de ciudadano le permitía participar de forma activa en los asuntos públicos de Atenas. Ejercerá dicho derecho de un modo peculiar. pues entenderá que su labor consistirá en despertar las conciencias de unos ciudadanos que, según su criterio, han perdido todo discernimiento sobre lo verdadero y lo falso, sobre el bien y el mal, sobre lo justo o lo injusto. Sócrates culpará a los sofistas de esta decadencia moral.
Su forma de filosofar dará lugar al denominado «problema socrático». Sócrates no escribió ninguna obra y basará sus enseñanzas en el diálogo. Debido a esto, su pensamiento nos llegará de manera indirecta y, en particular, por medio de su discípulo Platón. Este nos mostrará a un Sócrates en continua disputa con los sofistas. Otras fuentes, como Aristófanes, no lo considerarán un sofista más, sino un sofista ridículo, hostigador de conciencias y lleno de enseñanzas que no conducen a ningún saber práctico. No obstante, suele aceptarse como solución a este problema de las fuentes la consideración aristotélica de atribuir a Sócrates un vivo interés por delimitar las definiciones universales de los valores morales. Abordaremos esta cuestión en el epígrafe dedicado al método socrático.
4.2.1. Sócrates y los sofistas
Sócrates puede ser considerado un sofista en función de las siguientes características presentes en sus preocupaciones y enseñanzas: Su propuesta participa del giro antropológico, que se caracteriza por centrar la reflexión en el ser humano y no en la physis. Al igual que los sofistas, mostrará un enorme interés por la educación de los jóvenes. Sin embargo, los sofistas y Sócrates no compartirán el mismo ideal educativo, lo que delimitará la diferencia esencial entre ellos. Para los sofistas, la areté se asemejará al éxito social y político. Para Sócrates, la areté estará vinculada al conocimiento, el cual, por otra parte, fundamentará la vida virtuosa. En función de este ideal, Sócrates realizará una crítica al relativismo epistemológico y al indiferentismo moral de los sofistas, cuestión que se concretará en el método que lleva su nombre.
4.2.2. El método socrático
Sócrates, sostendrá que son posibles las definiciones universales de los valores morales. Esa definición universal permitirá delimitar una noción de justicia, siguiendo con el ejemplo, que supere cualquier convencionalismo social o político. A estas definiciones universales se accede por un proceso de descubrimiento, según Sócrates, se encuentran impresas en el interior de los seres humanos. Solo será necesario entablar un diálogo bien construido para hacerlas florecer. El fundamento de dicho diálogo residirá en el uso de la ironía, herramienta esencial para dar lugar a ese florecimiento de la verdad (mayéutica). La verdad está en el interior del ser humano. Solo es necesario hacérsela patente, sacarla fuera de su interior para que pueda ser conocida. Este método, su objetivo, alcanzará su máxima proyección en la propuesta ética socrática, denominada «intelectualismo moral», en la que identificará conocimiento y virtud.
4.2.3. Intelectualismo moral
La tesis básica del intelectualismo moral defendido por Sócrates es la siguiente: Una vez conocido el bien -esas definiciones universales morales-, la voluntad se adhiere de manera necesaria a dicho bien. Quien obra mal no lo hace a sabiendas, sino por ignorancia. Por ello, al que se equivoca no hay que castigarlo, sino instruirlo. El conocimiento del bien, por tanto, es condición necesaria y suficiente para actuar correctamente, es decir, de manera virtuosa. Al mismo tiempo, esa vida virtuosa proporcionará la verdadera felicidad, anhelo de cualquier ser humano y que en Sócrates es contemplada desde esa objetividad que proporciona el conocimiento.
5. EL PAPEL DE LA MUJER EN LA CULTURA Y LA FILOSOFÍA GRIEGAS: ASPASIA DE MILETO
Nuestro legado cultural occidental encuentra sus raíces en esa Grecia Antigua que protagonizó el paso de las explicaciones mitológicas a las explicaciones racionales. La filosofía favoreció la exclusión de la mujer de todos los ámbitos significativos de la vida activa en los asuntos de las polis. Si bien con notables diferencias entre unas polis y otras, la Grecia de la época se constituyo sobre un sistema patriarcal en el que el papel de la mujer quedó limitado al nostos, ‘hogar’, en el que debía permanecer para ocuparse de las tareas domésticas. La mujer carecía del estatus de ciudadano y su paídeía quedaba restringida a dichos quehaceres. Las propuestas filosóficas de significativos pensadores fundamentaron, desde una perspectiva racional, la supuesta vertiente natural de ese papel femenino: la muier queda excluida del logos. La alianza entre Atenas y Mileto en el año 450 a. C. propició la presencia, en la polis ateniense, de milesios que enriquecieron, en cierta medida, su vida cultural. Figura destacada, en este contexto, fue la de Aspasia de Mileto. Aspasia de Mileto (460-401 a. C.), no encasillable en el ideal femenino descrito, se trasladará en plena juventud (20 años) a esa Atenas de la época, donde pasará a ser considerada no solo mujer, sino mujer extranjera, es decir, sujeta aún a menos derechos. Pese a ello, desarrollará su vida en la polis y no en el nostos, propiciando así un nuevo enfoque del papel de la mujer en la filosofía, en particular, y en la cultura, en general. En este sentido, son reseñables los siguientes aspectos: Adquirió un papel relevante en la política como consejera de Pericles en asuntos de la polis. Maestra en oratoria y con extensa cultura, participó en círculos filosóficos y su presencia fue reclamada por destacados intelectuales de la época, como Sócrates, con el objeto de que instruyera a sus discípulos. Sabedora de la necesidad de extender la educación a las mujeres, propició la creación de escuelas formativas de niñas (entre 12 y 17 años) con el objeto de que pudieran adquirir una libertad efectiva. La vida y obra de Aspasia de Mileto, si bien aún no es conocida en toda su profundidad, constituye un fiel reflejo de ese papel crítico que la filosofía debe realizar sobre su propia actividad.
3- EL PROBLEMA DE LA REALIDAD EN LOS PRESOCRÁTICOS
El objeto principal de las reflexiones de los primeros filósofos girará en torno a la naturaleza. Para los griegos, la noción de naturaleza poseía un doble significado: a)La naturaleza entendida como conjunto de todo lo existente, lo que excluye lo artificial, es toda la realidad. b) Entendida como sustrato último de la realidad (sustancia), caracterizado por poseer una fuerza interna vital (hilozoísmo) de la que emanan todos los seres naturales. El término griego arché hace referencia tanto a ese origen o principio como a ese sustrato o fundamento último. Por tanto, este primer filosofar es preguntar por el arché: – La cuestión sobre el origen de todo lo existente. – La interrogación por ese sustrato común. – La pregunta por la causa. Los primeros filósofos situaron ese arché en uno o varios elementos de la naturaleza. Se les clasifica tradicionalmente en dos grupos: FILÓSOFOS MONISTAS El arché es un único elemento. FILÓSOFOS PLURALISTAS El arché lo constituyen varios elementos.
3.1 FILÓSOFOS MONISTAS
-Tales de Mileto (624-546a. C.)
Considerado por la tradición uno de los siete sabios de Grecia y el primero en proponer una explicación de la realidad alejada de connotaciones mitológicas.
Por ello, está considerado como el primer filósofo.
Propuesta: el arché es el agua.
• La realidad, en su conjunto, comparte un mismo origen e igual sustrato que permanece ante los cambios: el agua.
. consideran la necesidad de establecer una homogeneidad entre la causa y su efecto. Es el caso del agua (causa).
-Anaximandro (610-547a. C.)
Discípulo de Tales. Fundamentaba dicha afirmación en que si todo, en definitiva, es agua, no resultaba comprensible cómo los demás elementos no habían desaparecido ya disueltos en ella.
Por tanto, el arché no podía situarse en un elemento concreto.
Propuesta: el arché es lo indeterminado (ápeiron).
• Todo proviene del ápeiron y todo retorna a este (origen, sustrato).
• El ápeiron resulta una materia primigenia, eterna, inmutable e infinita.
• Anaximandro desarrolló una cosmología influida por elementos míticos en la que todo surge y retorna a ese ápeiron para conformar un ciclo eterno en el que los elementos contrarios (por ejemplo, fuego y agua) se enfrentan entre sí hasta alcanzar el equilibrio (causa).-Anaxímenes (600-528a. C.)
Discípulo de Anaximandro, retornó a las tesis originarias de Tales al considerar que el arché debía estar situado en un elemento concreto. Sin embargo, mantendrá el carácter infinito otorgado por Anaximandro a su ápeiron.
Propuesta: el arché es el aire.
• Sustancia sensible, infinita y dotada de ese movimiento interno que posibilita que todo surja de él (origen, sustrato).
• A partir del aire, por procesos de condensación y de rarefacción, surgen y perecen todas las cosas (causas)
• Lo característico de su propuesta radica en lo que implica el proceso descrito: lo cualitativo se desprende de lo cuantitativo
-Pitágoras (570-490a. C.)
Fundó una escuela (pitagórica) en la península itálica. Sus enseñanzas se centraron sobre todo en las matemáticas y en la antropología.
Propuesta: el arché es el número.
• Los números son el principio de todas las cosas
• Un cuerpo posee extensión, volumen, peso. Estas características son cuantificables y en ellas residen las diferencias entre unos seres y otros.
Al mismo tiempo, los fenómenos naturales son explicables mediante relaciones numéricas
• El arché deja de ser un elemento sensible y pasa a ser un elemento abstracto: los números.
-Heráclito (544-484a. C.)
Para Heráclito, todo fluye y nada permanece. La realidad de las cosas es continua transformación: todo se mueve, nada está quieto.
Esta transformación continua no implica que las cosas (o la realidad en su conjunto) no tengan identidad. Esos cambios están regulados por una ley (logos) que les imprime orden y racionalidad. Esta ley se fundamenta en lo que Heráclito denominó «lucha de contrarios», que dota de armonía a todo lo existente.
Para Heráclito, las cosas cambian porque en sí mismas son contradictorias. Sin embargo, encuentran en esa oposición la razón de su existencia. El logos proporciona unidad a esa transformación.
Con esta propuesta, Heráclito establecía una distinción entre conocimiento sensible y conocimiento racional. Sin embargo, esta supeditación de lo sensible a lo racional no implica un rechazo del conocimiento sensible.
Propuesta: el arché es el fuego.
• Heráclito identifica ese logos con la figura del fuego.
• Todo procede del fuego, perece en el fuego y vuelve a renacer en un ciclo continuo (origen, sustrato) y en función de esa lucha de contrarios (causa).
• Considera que ese arché también está presente en el alma del ser humano.
3.2 PROBLEMÁTICA HERÁCLITO-PARMÉNIDES Y LA REFLEXIÓN FILOSÓFICA
Heráclito y Parménides sostienen tesis contrapuestas sobre la realidad y al modo en que esta pueda ser conocida.
Los filósofos pluralistas intentarán reconciliar dichas oposiciones. Por una parte, el cambio (Heráclito) requiere una explicación y no una negación (Parménides); por otra, se hace necesario mantener el principio establecido por Parménides que afirma que el Ser no puede provenir del no-ser.
Esta reconciliación será posible proponiendo como arche varios elementos:
• El cambio procede de la combinación de esos elementos.
• El Ser no surge de la nada, sino de ese arché constituido por varios elementos primigenios.
-Parménides (540-460a. C.)
Fundador de la escuela de Elea, su propuesta : frente al devenir (todo fluye, nada permanece), negó el cambio y afirmó que la realidad (el Ser) es una, estable y permanente.
El cambio, es apariencia, mera ilusión y fruto de tomar como verdadero aquello que solo es mera opinión. Para no sucumbir a dicho error, es necesario transitar el camino correcto hacia el verdadero conocimiento.
a) Vía de la opinión. Parménides no parte de la experiencia (observación de la realidad), sino de un razonamiento lógico que queda concretado de la siguiente forma
– Lo que es «es» y resulta imposible que no sea.
– Lo que no es «no es» y resulta imposible que sea.
El devenir supone un imposible: aceptar el paso del «ser» al «no-ser» o del «no-ser» al «ser».
b) Vía de la verdad. Solo afirmando el «ser» y negando el «no-ser» es posible el conocimiento. Ello implica la negación de los cambios que observamos. Solo atendiendo a la razón será posible descubrir que la realidad es una, única: vía de la verdad.
Propuesta: el arché es el Ser, entendido como la realidad en su conjunto, en toda su globalidad. El Ser es origen, sustrato, causa.
Características del Ser
Si no existe el cambio, la realidad (el Ser) es una y no múltiple. A partir de esta característica, Parménides deduce los demás rasgos del Ser.
• El Ser es eterno. solo cabrían dos posibilidades: o bien procede del «no-ser» o bien procede de otro ser. Dadas ambas posibilidades, solo cabe afirmar que el Ser es eterno.
• El Ser es inmóvil e inmutable. El cambio supone dejar de ser para convertirse en otra cosa, lo cual es imposible: dejar de ser implica no-ser.
Por este motivo, el Ser es inmóvil e inmutable.
• El Ser es perfecto. La imperfección implica ausencia de, es decir, noser. Siendo esto imposible, el Ser ha de ser perfecto.
• El Ser y el pensar son la misma cosa. Parménides establece esa identidad entre Ser y pensar, entre Ser y conocimiento. Solo lo que es puede ser pensado, conocido.
3.3. FILÓSOFOS PLURALISTAS
-Empédocles (495-432a. C.)
Natural de Agrigento, Sicilia.
Propuesta: el arché son cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra (origen, sustrato).
• Estos elementos son eternos y vivificados (el cambio) por la acción de dos fuerzas antagónicas: el amor, fuerza unificadora, y la discordia, fuerza disgregadora (causa).
-Anaxágoras (500-428a. C.)
Natural de Clazómenas, Asia Menor.
Propuesta: el arché son las semillas u homeomerías.
• Las semillas son tan numerosas como las cosas que pueden existir. Las homeomerías son semillas
• Todo surge de una especie de torbellino que propicia la mezcla de las semillas
-Demócrito (460-370a. C.)
. Formó parte, junto con Leucipo, de la denominada escuela atomista.
Propuesta: el arché son los átomos.
• Los átomos existen desde siempre, son eternas. Todo surge de la mezcla y separación de los átomos (origen, sustrato).
• Lo singular de su propuesta surge al explicar cómo se produce esta mezcla y separación (causa):
-El cambio implica la existencia del vacío.
-Estos procesos encuentran su explicación en la forma y en la misma configuración de los átomos.