El Pensamiento Crítico de Rousseau: Sociedad, Naturaleza y Contrato Social

El Pensamiento Crítico de Rousseau

Rousseau comparte algunas preocupaciones de la Ilustración, como la búsqueda de la felicidad, el progreso y la libertad. Sin embargo, su pensamiento es crítico con este movimiento, especialmente con la idea optimista del progreso y el individualismo ilustrado.

Crítica al Progreso Ilustrado

Rousseau argumenta que la ciencia y la inteligencia no son elementos de progreso humano, sino que minan las bases del pensamiento ilustrado. Para él, los sentimientos morales naturales son más importantes que la ciencia y el progreso material. Las mejoras técnicas han aumentado la competitividad y el egoísmo, llevando al abandono de los sentimientos naturales.

Rousseau considera que la ciencia, las artes y la filosofía son fruto de la ociosidad y el deseo de destacar. La vanidad, la envidia y la debilidad humana han conducido a una carrera desenfrenada por el progreso, creando la falsa idea de libertad, cuando en realidad son esclavos de un orden social y político despótico.

La Sociedad Burguesa y sus Contradicciones

Rousseau evidencia las contradicciones de la sociedad burguesa, cuyos valores no mejoran al ser humano. El progreso es más aparente que real. A diferencia de Locke, quien defendía los derechos naturales como la propiedad, Rousseau, influenciado por Platón, afirma que la vida en comunidad permite al hombre tener deseos de protección, libertad y superar el egoísmo particular. La sociedad es el factor de moralización más elemental, no la suma de intereses privados.

El Estado de Naturaleza

Rousseau plantea el problema de lo natural y lo artificial en el ser humano. El estado natural no se corresponde con ninguna realidad histórica, pero es necesario describirlo hipotéticamente para entender la sociedad actual. Contrario a los ilustrados, Rousseau cree que el hombre es sentimiento antes que razón. Los sentimientos dominantes son el amor a sí mismo (instinto de supervivencia) y la conmiseración hacia sus semejantes.

En este estado natural, el ser humano se mueve por instinto, carece de razón y lenguaje, pero tiene conciencia de su libertad. No conoce el vicio o la virtud, y el sentimiento dominante es la piedad ante el sufrimiento ajeno. Es un estado de paz, sin posesiones ni pasiones. Las catástrofes naturales llevaron a los hombres a buscar apoyo mutuo, surgiendo la vida salvaje nómada. Los problemas comenzaron con el sedentarismo y la agricultura, dando lugar a la propiedad privada y las primeras diferencias entre poseedores y no poseedores.

El Contrato Social y el Origen del Estado

De esta situación surgió la necesidad de un poder que defendiera a los ricos. Se estableció un contrato entre ricos y pobres, donde los ricos convencieron a los pobres con razones engañosas para crear un poder supremo que los gobernara con leyes. Este es el origen del Estado, que garantiza el poder de los propietarios. Rousseau critica el liberalismo y el iusnaturalismo, argumentando que la defensa de los derechos individuales como naturales es falaz y perjudicial para la sociedad.

Rousseau no defiende la abolición de la propiedad privada, sino que busca los fundamentos de una nueva sociedad donde las desigualdades no sean tan grandes y se permita el desarrollo de la justicia y la felicidad, como se plantea en El contrato social.

El Pacto Social y la Voluntad General

Rousseau se sitúa en la tradición contractualista, criticando el origen divino de las instituciones políticas. Estas provienen de un pacto originario entre los hombres. A diferencia de Hobbes y Locke, para Rousseau, el pacto es la asociación voluntaria de individuos que se unen para superar dificultades y constituyen un cuerpo social. Los sujetos entregan sus derechos a esta nueva comunidad, y el auténtico soberano es el pueblo constituido en comunidad.

En este pacto, el individuo pierde su libertad natural y gana la libertad civil y la propiedad de lo que posee. El hombre natural se convierte en ciudadano, cuya virtud reside en la defensa del bien común. La libertad individual se transforma en libertad civil o social, destinada a la colectividad. La voluntad general es la expresión del interés de todos, que permite que prevalezca el interés general sobre el particular. El pueblo, a través de la voluntad general, es el único legitimado para establecer las leyes (democracia directa), y en él reside la soberanía popular.

La soberanía popular implica el rechazo de la democracia representativa y la separación entre soberano (pueblo) y gobierno (ejecutor de las leyes). El Estado puede adoptar distintas formas de gobierno, siendo la democracia la mejor, aunque difícil de alcanzar. La educación es fundamental para fundar una nueva comunidad desde abajo, desarrollando los sentimientos innatos en la naturaleza humana y formando buenos ciudadanos.

La Educación y la Formación del Ciudadano

La educación debe servir para el desarrollo de los sentimientos innatos, permitiendo al hombre discernir entre el bien y el mal, y priorizar el bien común. Es necesario conocer el mundo del niño y sus capacidades para saber qué puede aprender en cada momento. Las premisas de la nueva educación son: atender al desarrollo personal del niño y educar para la formación moral de buenos ciudadanos.

Mediante el principio de tolerancia, es posible crear una sociedad que esté de acuerdo con las ideas de los demás. El hombre es libre en sus acciones y está dotado de un alma inmortal e inmaterial con capacidad de elegir entre el bien y el mal.

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