El Pensamiento de Descartes en el Siglo XVII: Racionalismo y Duda Metódica

1) La filosofía de Descartes se desarrolla en el Siglo XVII, una época de crisis que se manifiesta en diversos campos: en el económico con la inestabilidad, en el social con el estallido de revueltas de campesinos, en el político con la caída de la monarquía absoluta en Inglaterra, aunque resiste en Francia con el reinado del Rey Sol; y en el ideológico con las guerras de religión, la más destacada la Guerra de los Treinta Años. Esto provoco hambre y enfermedades como la peste.

Desde el punto de vista cultural el Siglo XVII recibe la herencia de la Nueva Ciencia
Moderna y del Barroco

Durante esta época se sufren las consecuencias de la reforma protestante de Lutero, en la que el optimismo renacentista se sustituye por una visión pesimista del ser humano. A pesar de ello Lutero sostiene una tesis humanista sobre las Sagradas Escrituras, afirmando que deben leerse sin intermediarios y poniendo en cuestión la autoridad del papa. La Iglesia Católica crea la Inquisición con el fin de combatir a luteranos y calvinistas. El control ideológico de esta institución se completa con una fuerte recristianización por ambos bandos (Reforma y Contrarreforma) en una Europa inmersa en la incultura y la superstición. El resultado fue una gran represión sobre pensamiento científico condenando a pensadores como Galileo y Descartes. El pensamiento de Descartes, muy crítico con el principio de autoridad y la filosofía escolástica, fue mal recibido.


Otro elemento cultural es el Barroco, movimiento que propone el exceso y la inestabilidad frente al equilibrio y armónía renacentistas. La vida se representa como un sueño, lo cual influye en Descartes haciéndole desconfiar del conocimiento sensible, pura apariencia, y buscar la esencia verdadera en la razón

Pero el elemento cultural más importante es la Revolución Científica, que se inicia en la Astronomía. El concepto de un mundo de carácter geocéntrico fue sustituido por otra heliocéntrica por Nícolás Copérnico, que provocó la adhesión de pensadores como Descartes. Al unificar el mundo sublunar y supralunar aristotélicos, toda la realidad podía ser explicada de la misma manera, las matemáticas se pueden aplicar a todo lo real. Se crea de esta manera un nuevo método científico basado en la matematización, la observación y la comprobación experimental, cuyo creador fue Galileo Galilei.

La gran aportación matemática en esta época es el desarrollo del álgebra. Su aplicación a la geometría dio origen a la geometría analítica, que por la aplicación del eje de coordenadas cartesiano, permite expresar elementos geométricos como ecuaciones algebraicas: algo que podemos captar por los sentidos puede expresarse con total rigor por la razón, la conclusión es que la realidad es matematizable y cognoscible por la razón.      En lo que se refiere al contexto filosófico, la pérdida de autoridad tanto de Aristóteles como de la Biblia y la situación de crisis llevan a la Filosofía a centrar su interés en el conocimiento. El problema del método pasa al primer plano pues supone la forma de alcanzar la verdad. Las soluciones dan lugar a dos líneas de pensamiento opuestas: el Racionalismo y el Empirismo.


Descartes será el iniciador de la primera de ellas. Aunque la filosofía de Descartes destaca por su originalidad, su pensamiento registra diversas influencias del ámbito filosófico de la época: –
La primera viene de las filosofías de la antigüedad griega que resurgieron durante el Renacimiento, concretamente del escepticismo (Miguel de Montaigne) que superará con la duda metódica y del estoicismo que admitirá en sus reglas de moral provisional.-
La segunda influencia viene del agustinismo reactualizado por la reforma luterana. Descartes se asemeja a S.Agustín en la importancia dada al sujeto y en la demostración de Dios a partir del sujeto, aunque su análisis no sea psicológico sino metafísico. –
Por otra parte, conviene destacar la postura de Descartes ante la filosofía escolástica. Aunque la descalifica abiertamente, no es capaz de superar por completo alguno de sus conceptos y planteamientos: sigue usando la noción de sustancia (res) para referirse al Yo, sigue preocupado por la noción de «cosa en si” y utiliza al modo de la escolástica la noción de causa para demostrar la existencia de Dios y garantizar la verdad de las ideas innatas.

A pesar de todo el pensamiento de Descartes no pudo penetrar en las universidades dominadas por la escolástica, aunque tuvo gran resonancia, gran parte del Siglo XVII en Francia será una lucha entre escolásticos y cartesianos.


2) El fragmento pertenece a la obra de Descartes «Discurso del Método” el título completo: «Discurso del método para dirigir adecuadamente la razón y hallar la verdad en las ciencias» nos indica una doble finalidad práctico-ética y sobre todo teórico-científica. Situada entre las obras innovadoras de Descartes, consta de seis partes que no tienen una unidad temática, sino una unidad de proyecto, un proyecto global, filosófico y científico que Descartes ofrece a un amplio público y que pretende sustituir el aristotelismo escolástico que dominaba en su época por un nuevo método.                                            El texto a comentar se encuentra en la 2/4 parte de la obra mencionada en la que el autor expone…                    Concretamente la idea central del fragmento hace referencia a…

3)

EL MÉTODO:

Descartes admiró la matemática porque nos presenta verdades que poseen certeza: unas (los axiomas)
Porque se captan directamente gracias a la intuición, y otras (los teoremas)
Porque se deducen de los axiomas. El Racionalismo cree que la matemática es un saber modélico, e intentará renovar la filosofía imitando las carácterísticas de su método: simplicidad, deducción y certezas. El objetivo del método y la duda de Descartes será sanear las raíces del árbol del saber (metafísica)
Y no admitir ninguna opinión como verdadera sin antes ajustarla a lo que exige la razón. 

Los modos de conocimiento con los que alcanzaremos el saber estricto son: la intuición, simple y evidente, es la base del conocimiento; y la deducción, movimiento de la mente que consiste en la captación de una verdad por seguirse de otra cosa conocida con certeza. El método es un conjunto de reglas ciertas y fáciles con las que llegar al conocimiento. La más importante es la de la evidencia:
Admitir como verdadero sólo aquello que se conozca con 


evidencia, con claridad y distinción; esta regla da lugar al llamado criterio de verdad. Por la regla del análisis dividimos cada dificultad hasta llegar a los elementos simples; por la regla de la síntesis conducimos nuestro pensamiento de lo más fácil a lo más difícil; y por la de la enumeración revisamos todo el proceso hasta estar seguros de no omitir ningún paso ni de cometer errores. 

BÚSQUEDA DEL PRIMER PRINCIPIO: La duda metódica es consecuencia de la regla de la evidencia, es una duda radical pues consiste en rechazar aquello que veamos falso y de dudar de todo aquello que sea dudable, su propósito es descubrir algo imposible de dudar, la fundamentación del conocimiento, y tiene una vigencia limitada en el tiempo pues se mantiene hasta que Descartes demuestra la existencia de Dios y la verdad de lo que se percibe con claridad y distinción.
Propone revisar los «principios» en los que éstas descansan, que son los sentidos, con los que conocemos el mundo físico y están a la base de las ciencias empíricas, y la razón, que está a la base de las matemáticas.

En cuanto a la supuesta verdad de lo sensible, objeta que a veces los sentidos engañan, y que el sueño es indistinguible de la vigilia, por lo que todo lo percibido podría ser un sueño y falso. Respecto a las matemáticas, presenta también dos objeciones con frecuencia a equivocaciones al razonar; y la hipótesis del genio maligno:
Tal vez hemos sido creados mal, con facultades racionales que nos llevan al error. La duda metódica cuestiona el mundo físico, la existencia de otras


personas, y en definitiva la existencia de algo externo al sujeto que duda, pero también la verdad de las ciencias (incluida la matemática).

Tras estas dudas, Descartes descubre el cogito:
Nada, ni siquiera el «genio maligno», puede hacerme dudar de que existo siempre que estoy pensando; mi existencia como ser pensante es una realidad absolutamente indudable que, permite una verdad absoluta, jamás dudable, la primera verdad

: «pienso luego existo»

En esta experiencia de conocimiento encuentra también el criterio de verdad:
Son verdaderas las cosas percibidas clara y distintamente.
Lo claro es lo evidente, lo presente y manifiesto al espíritu y que se ofrece a la intuición; lo distinto se da cuando el conocimiento es simple y la cosa está bien delimitada.

TRANSITO DEL COGITO A LA REALIDAD:


Descartes sabe de su existencia, que es un ser pensante y que tiene pensamientos, pero nada más; ignora si tiene cuerpo, si existe la totalidad del mundo que antes de la duda creía existente y si existen otros seres humanos; en este momento de la duda está solo y «ha perdido el mundo».

Para «recuperar» el mundo y a las demás subjetividades, sólo le cabe mostrar que en él hay algo que remite a otra cosa distinta de él mismo. Para esta tarea realiza un análisis de lo que encuentra en su interior, de las ideas. Las ideas son como imágenes de las cosas, son todo lo que está en la conciencia. Se clasifican en adventicias (las que parecen provenir de nuestra experiencia


externa), facticias (construidas por la mente) e innatas (las posee el pensamiento en sí mismo), la más importante es la idea de infinito o Dios.

Descartes piensa que es más fácil probar que hay algo distinto a él mismo demostrando que existe Dios, el mundo físico, y para ello ofrece varios argumentos: La idea de un ser perfecto:
La idea de Dios es la más perfecta pues es la idea de la sustancia más perfecta, pero la idea de perfección absoluta no se puede explicar a partir de nuestras facultades, luego debe estar en nuestra mente porque un ser más perfecto que nosotros nos la ha puesto;
debe ser innata, y ese ser es Dios. La imperfección y dependencia de mí ser: me doy cuenta de mi limitación pues veo que soy ignorante; tampoco puede ocurrir que dependa de algo menos perfecto que Dios. La idea de un ser perfecto implica su existencia (argumento ontológico)
: la existencia de Dios está comprendida en la idea de un ser infinitamente perfecto.

Dios incluye en su esencia su existencia, pero también su bondad y veracidad. Esto quiere decir que ahora podemos estar seguros de la verdad de las matemáticas y de todo aquello que concebimos con «claridad y distinción». Además, no puede ocurrir que los sentidos nos engañen al punto de que todo sea un sueño; por lo tanto, los cuerpos existen.

Descartes «recupera» de ese modo el mundo que había perdido tras la aplicación de la duda metódica, y del que ahora tiene auténtico saber. 


El «mundo recuperado» no es del todo igual al perdido: existe Dios, los hombres con sus almas, los cuerpos, pero éstos no poseen todas las carácterísticas que les atribuye el sentido común, pues Descartes rechazará las «cualidades secundarias»(los sentidos), por ser subjetivas y no reales. Las propiedades objetivas son las llamadas «cualidades primarias»:, propiedades que permiten un tratamiento matemático. El mundo físico no es tal y como se muestra a la percepción sino al pensamiento.

LA ESTRUCTURA DE LA REALIDAD: Sustancia es aquello que no necesita de otra cosa para existir. Habrá la sustancia infinita o Dios, y las sustancias finitas, y en éstas los cuerpos («res extensa») y las mentes («res cogitans»). No podemos percibir las sustancias en cuanto tales, sino que las conocemos por sus atributos: el atributo de los cuerpos es la extensión;
El atributo del cogito es el pensamiento.
Los modos son las modificaciones variables (accidentales)
De las sustancias: la figura, el movimiento, (cual. Primarias) son modos de la sustancia extensa;
La imaginación, el pensamiento, son modos de la sustancia pensante.

El hombre es antes que nada mente, aunque tenga un cuerpo con el que se vincula de un modo particular; Descartes mantendrá un claro dualismo antropológico al separar radicalmente el cuerpo de la mente. Descartes niega que otros organismos distintos al hombre tengan mente (alma): los animales son puro cuerpo.

En el ámbito de lo corporal (y por tanto también en los animales) vale el mecanicismo y el determinismo, pero puesto que el hombre tiene mente, el mecanicismo no vale para explicar al hombre; sólo así podemos salvar la libertad humana.


Considera que toda realidad finita (menos el hombre) tiene una estructura comparable a la de una máquina, de modo que puede explicarse a base de modelos de máquinas. Los movimientos, procesos y sucesos de niveles de lo real aparentemente más complejos que los meramente mecánicos pueden ser reducidos en último término a movimientos, procesos y sucesos mecánicos.

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