La Filosofía de Descartes
Toda filosofía es como un árbol, cuyas raíces son la metafísica, el tronco es la física y las ramas las otras ciencias. Tres principales, a saber, la medicina, la mecánica y la moral, la cual es el último grado de sabiduría.
Realismo e Idealismo
La duda metódica propuesta por Descartes supuso una verdadera revolución filosófica, ya que implicaba considerar a la razón, al yo que duda y, por tanto, yo pensante, como única cosa, sustancia, existente con plena evidencia. Desde ese momento lo que existe y cómo existe, o sea, el mundo y las cosas materiales, y el mismo Dios, se deducirán del pensamiento mismo. El realismo, la afirmación de que las cosas existen realmente, con evidencia absoluta, es reemplazado por el idealismo o subjetivismo, para el que solamente es evidente que existen en nosotros una idea de las cosas. No obstante, para Descartes también el yo, el mundo de las cosas materiales y Dios, serán entendidos como sustancias reales.
1. Teoría del Conocimiento: El Método
Cualquier conocimiento, incluido el saber filosófico, debería tomar como modelo el método de las matemáticas.
A) El Ideal Matemático: La Intuición Intelectual y la Deducción
Para que un conocimiento fuera cierto, tenía que basarse en evidencias, en unos principios que fueran ciertos, como los de las matemáticas, conocidos por intuición, desde los que se pueda deducir con exactitud todo cuerpo teórico. Por lo tanto, consideró válidos dos modos de conocimiento: la intuición y la deducción. La intuición es la captación directa e inmediata de conceptos en la razón misma, es una especie de luz natural que permite que la razón capte inmediatamente conceptos simples, sin posibilidad de error o duda. La deducción es aquel procedimiento mediante el cual la razón descubre las conexiones entre las ideas simples. Deducir consiste en obtener una idea a partir de otra, se trata de una especie de intuición sucesiva.
B) Las Reglas: Claridad y Distinción
Dichas reglas son las siguientes:
- La evidencia: No aceptar como cierto ningún principio que no nos sea dado de una manera clara y distinta. Que las ideas sean tan claras que no podamos dudar de ellas y tan distintas que no podamos confundirlas con otras.
- El análisis: Reducir los problemas a sus datos más simples, reducir las cuestiones más complejas y oscuras a otras más sencillas.
- La síntesis: Los datos proporcionados por el análisis son relacionados por la mente, y dan lugar a la deducción de consecuencias y a la elaboración de argumentos.
- La enumeración: La considera un procedimiento. Es la confirmación de que los pasos realizados en las operaciones están demostrados.
C) Búsqueda del Criterio de Certeza. La Duda Metódica
No quiere decir que Descartes negase todo lo que hasta el momento se había considerado como cierto o verdad, sino que, por exigencias del método, todos los conocimientos que tenemos por ciertos podrían ser en realidad un error o una ilusión.
- Hay que dudar de los datos de los sentidos, puesto que si en muchas ocasiones un individuo es consciente de que le han engañado, podría ser que le hubieran engañado siempre.
- Es posible que confundamos la vigilia y el sueño.
- También es posible que Dios nos engañe, hubieran concebido al hombre de tal forma que permitiera que el conocimiento humano estuviera en un constante error.
- Es posible que Dios no quiera engañarnos, pero también podríamos suponer que existe un genio maligno que continuamente se dedica a confundirnos.
La evidencia del cogito: el criterio de certeza: La duda cartesiana se extiende a todo: a todo lo que no sea el propio pensamiento y la propia existencia, ya que el hecho de pensar confirma la existencia del individuo, ya que piensa. Si dudo, pienso, y si pienso, soy, pienso luego existo. Es una duda metódica y que no lleva al escepticismo, sino a una verdad indudable, a la primera certeza de valor metafísico que se manifiesta con claridad y distinción. La existencia del yo pensante. El yo pienso es la primera idea clara y distinta, la primera evidencia.
Y se convierte en el modelo de criterio de certeza que buscaba Descartes. Las ideas: si el yo pienso es la primera evidencia, entonces en lo que piensa el yo, o sea en las ideas, es donde debe fundamentarse todo conocimiento de cualquier otra realidad. Conocer para Descartes es conocer ideas, no cosas. Por ideas entiende cualquier evidencia psíquica o cualquier contenido de conciencia. Ya define las ideas como representaciones de las cosas. Son modos de pensamiento y pertenecen al ámbito del espíritu, de la razón. En cuanto a su origen las ideas pueden ser:
- Adventicias: Puestas en nosotros por la realidad externa, y por lo tanto, confusas.
- Facticias: Formadas por nosotros mismos con la imaginación, a partir de otras ideas. Por ejemplo, la idea de centauro.
- Innatas: Que pertenecen al entendimiento sin que hayan sido puestas por la experiencia ni por nuestra imaginación. Solo las ideas innatas son evidentes, porque son claras y distintas como el yo pienso.
2. Metafísica: Los Tres Órdenes de Realidad
Descartes a partir de la duda metódica y de la evidencia de las ideas claras y distintas, fundamentó la existencia de la realidad. Aparecen en la filosofía cartesiana tres tipos de realidad: el pensamiento, Dios y el mundo corpóreo. El término realidad lo tomó Descartes del vocablo latino res, que quiere decir cosa. Si cosa significa ser real, el término cosa es equivalente a sustancia que Descartes definió como aquella cosa que existe de tal manera que no necesita ninguna otra para existir. Sustancia pensante o sustancia extensa.
A) El Yo o Res Cogitans
Como hemos visto el yo pienso es la primera existencia real. Yo es una sustancia o realidad pensante, res cogitans, es una sustancia espiritual y finita, a la que identificó con el alma cuyo atributo es el pensamiento y cuyos modos propios son las ideas. De la res cogitans se deducirán los argumentos para afirmar otras dos realidades: Dios o res infinita y el mundo corpóreo o res extensa.
B) Dios o Res Infinita
- La idea innata de infinito que existe en el yo no puede proceder de la mente humana, que es finita, sino que es necesaria la existencia de un ser real que posea la infinitud. Ese ser es Dios, sustancia infinita, res infinita.
- Al dudar descubro mi pensamiento y mi imperfección, esta imperfección supone la idea de un ser perfecto, pero la idea de un ser perfecto tampoco puede ser producto de mi mente imperfecta, ya que el efecto no puede superar a la causa. Por lo tanto, resulta evidente que procede del ser absolutamente perfecto en cuya perfección está incluida la existencia, que es Dios.
Dios existe y es un ser perfectísimo, y como tal, veraz. Su veracidad no permitiría que la claridad y la distinción de nuestras ideas innatas fueran un error. Dios es una realidad sustancial cuyo atributo es la infinitud. Es la sustancia en sentido propio y verdadero puesto que es el ser en sí y por sí. Las otras sustancias son derivadas. Dios aparece como realidad primera en el orden ontológico. Sin embargo, en el ámbito del conocimiento, Dios es la segunda realidad, a la que solo se llega a partir del yo pienso.
C) El Mundo o Res Extensa
Descartes partió de la idea clara y distinta de extensión. Esto lo deduce porque es imposible que Dios produzca en nosotros la idea de extensión si no hubiera cuerpos extensos. En ese caso, Dios nos engañaría y eso, ya hemos demostrado que no es posible. El atributo esencial de todo lo corpóreo es la extensión y su modo, la figura. El mundo existe como realidad extensa, como sustancia extensa.
3. La Física: El Mecanicismo
La física de Descartes es una física mecanicista porque pretende demostrar los fenómenos naturales a través de la materia y el movimiento. Entiende la materia como un cuerpo infinitamente divisible y tridimensional, que tiene tres dimensiones: longitud, latitud y profundidad. Las otras cualidades, como el olor, el color, etc., no las considera por no ser ideas claras o distintas. Cambió el concepto de materia respecto de la teoría hilemórfica de Aristóteles. Al identificar el concepto de materia con la idea de extensión y de cuerpo puso en entredicho las formas aristotélicas. Descartes únicamente necesitaba la materia y el movimiento para explicar los fenómenos naturales. El movimiento es comunicado por Dios a la materia en un primer instante y este se transmite por choque.
4. La Antropología: El Dualismo del Cuerpo y el Alma
Descartes tenía una concepción dualista del hombre, resultado de su dualismo metafísico. La res cogitans o cosa que piensa se identifica como alma. El alma es inmortal, una e indivisible. Su esencia es el pensamiento y está dotada de varias facultades, son los sentidos externos e internos. El cuerpo humano es res extensa o materia, lo entendía como una máquina cuyo motor principal es el corazón, regido por las leyes de la mecánica.
4.1. El Dualismo de Cuerpo y Alma
La unión del cuerpo y el alma. Descartes entiende al ser humano, por un lado, como sustancia pensante y por otro como sustancia extensa, como compuesto de dos sustancias completas y completamente distintas. Ambas sustancias están íntimamente unidas a través de la glándula pineal.
5. La Moral
Las pasiones son el reflejo de los movimientos del cuerpo en el alma. Constituyen estados del alma, que esta, al desconocer su causa, cree que son producidos por ella misma. Así pues, las pasiones no tienen su origen en el alma, pero influyen en ella hasta el punto de esclavizarla cuando se apoderan de la voluntad. Ante las pasiones, señaló que el alma debe dominarlas y ordenarlas según los dictámenes de la razón. La razón nos facilitará juicios firmes y determinados.
5.1. La Libertad
Se caracteriza por ser libre y es facultad formal de afirmar o negar. Puesto que la voluntad puede afirmar una idea confusa por precipitación o negar una idea clara por prevención, esto explica la posibilidad del error.
5.2. Las Reglas de la Moral Provisional
Una ciencia de la moral presupone las otras ciencias, por lo que no se puede crear cuando se está trabajando en la elaboración rigurosa de dichas ciencias.
- Conformismo y moderación ante la inseguridad en la que se encuentra el hombre.
- Firmeza en las decisiones puesto que tenemos que elegir para llevar a cabo nuestra vida.
- Capacidad de cambiar nuestros propios deseos, ya que debemos tratar de cambiarnos a nosotros mismos, antes que el orden del mundo.
- Continuo cultivo de la razón y progreso en el conocimiento de la verdad.