Nihilismo

El nihilismo es la afirmación de que la vida es nada y, por tanto, carece de sentido. No hay nada más allá de la muerte que pueda dar sentido a esta vida, que empieza en el orden de la materia y termina en el mismo. Es la filosofía elaborada por Nietzsche que aparece con el vacío dejado por la muerte de Dios en los seres humanos.

Existen dos tipos de nihilismo:

• Nihilismo activo: Es la voluntad de poder, que surge al haber superado la angustia provocada por la muerte de Dios.
• Nihilismo pasivo: Es la devastación provocada en aquella persona que no logra superar la angustia y no consigue conocer los valores de la vida.

La diferencia más clara entre estos dos tipos de nihilismo es la voluntad de poder. Si esta se reduce, estamos en el nihilismo pasivo; si aumenta, estamos en el nihilismo activo.

Voluntad de Poder

No hay una definición única de la voluntad de poder. Sin embargo, podemos decir que une la voluntad de expansión y afirmación con la voluntad de vivir, que consiste en expandirse cumpliendo los deseos, mostrando su fuerza creadora y otras más como un conjunto de instintos y posesiones que llevan a la persona a dominar todo su alrededor. Es el deseo de autorrealización, de desarrollarse al máximo, y consiste en la afirmación de los propios deseos, planes y proyectos.

No debe confundirse con la simple voluntad humana. Es voluntad de vivir, pero sobre todo voluntad de crear. La interpretación adecuada de esta voluntad de poder debe escapar de la pura biología, pero también de la política y de las tesis racistas, puesto que esta voluntad tiene una dimensión individual.

Eterno Retorno

El eterno retorno es el modelo cosmológico de Nietzsche, que recupera así las ideas de Heráclito y algunos de los presocráticos. Es la repetición que se hace de manera «infinita», sin un final exacto. Nietzsche lo interpreta como un valor en el que se afirma la vida sin importar el pasado y el futuro, donde destaca dos cosas de esta vida: la inocencia y la carencia de sentido.

La afirmación de la vida nos da solamente una realidad gracias al eterno retorno, y esta realidad es el presente. Por todo ello, Nietzsche quiere decir que nos olvidemos del pasado y de lo que pueda ocurrir en el futuro y que nos centremos solamente en lo actual, en el presente.

El eterno retorno niega el sentido de la vida, pues todo consiste en una eterna repetición. Que lo absurdo se convierta en la idea definitoria del cosmos, la naturaleza y nuestra propia vida es, en el fondo, una condición para la libertad: precisamente porque todo ha ocurrido ya previamente, podemos hacer lo que deseemos, librándonos de cualquier tipo de misión o finalidad histórica.

Genealogía

La genealogía es un método de investigación, análisis y crítica que emplea Nietzsche sobre todo en su libro «La genealogía de la moral». Consiste en la investigación del origen y la evolución de los conceptos morales, en los conceptos de lo bueno y lo malo (cuyo sentido originario era precisamente el opuesto que el actual). El objetivo de Nietzsche es mostrar la impostura de nuestra moral actual.

Moral de Esclavos

La moral de esclavos (en el libro aparece con el nombre de la moral de siervos) es la moral que rechaza la vida, el impulso y el sentimiento, y que está en el origen de la decadencia y el nihilismo que caracterizan a Occidente. Esta es la moral que sigue el hombre débil, anterior al superhombre, ya que sigue los dictados de la moral tradicional y no la primitiva, de la moral cristiana.

La moral de esclavos es la moral que niega la vida. Es, para Nietzsche, una moral de la mediocridad y del resentimiento. Es la moral en la que vive el hombre contemporáneo y que, según Nietzsche, será superada en el futuro por la moral de los señores.

Moral de Señores

La moral de señores (en el libro de texto aparece como la moral de los nobles) es la moral que nos permite crecer y desarrollarnos como seres humanos, la que tiene unos valores que están en sintonía con el eterno retorno, la vida y la voluntad de poder. Es la moral que afirma la vida y no la niega como la moral de esclavos.

Pero la moral que triunfa es la de esclavos, la de la mediocridad y el resentimiento. Sin embargo, para Nietzsche existe la esperanza de que en un futuro no muy lejano la moral de los señores ocupe el lugar que le corresponda y surja así un nuevo hombre (superhombre) y se pueda vivir «más allá del bien y del mal».

Superhombre

El superhombre es el modelo antropológico que nos propone Nietzsche. Este sería la encarnación de todos los valores que Nietzsche presenta. Es la persona que vive por su propia voluntad de poder, asumiendo así el eterno retorno a la vez que la transmutación de los valores. Este es el «nuevo hombre» que sustituye al «último hombre» y es producto del eterno retorno, el cual juega con la vida en sus tres transformaciones:

• El camello, el cual vive sumiso y bajo órdenes que tiene que obedecer, convirtiéndose a su vez en esclavo de la religión.
• El león, el cual se rebela y se independiza de la religión tratando de romper con los valores de lo tradicional, pero vive atado a la moral, la cual impide su libertad.
• El niño, el cual es un perfecto ejemplo de este concepto, ya que crea, imagina, juega con la vida, siendo este el creador de los valores y siendo su mejor virtud la inocencia.

Con esto, Nietzsche destaca que el superhombre es la aparición natural después de la muerte de Dios, el cual es la negación de la vida. Para Nietzsche, el superhombre es la meta final del ser humano y la tarea pendiente de su tiempo consistía (y consiste) precisamente en dar el salto del hombre al superhombre.