El Pensamiento de Nietzsche: Crítica y Propuesta
Friedrich Nietzsche es un pensador fundamentalmente dual, cuya obra se compone de dos momentos interconectados:
- Momento destructivo: Una crítica radical a la cultura occidental.
- Momento constructivo: Una propuesta filosófica que incluye conceptos como el superhombre, la voluntad de poder y el eterno retorno.
Nietzsche se distingue por su enfoque en la diferencia, y su crítica se dirige contra cualquier sistema (moral, religioso, socialista o conceptual) que intente suprimir o aniquilar las diferencias individuales. Su ataque a la cultura europea se centra en dos frentes principales:
- Metafísico: Representado principalmente por el platonismo.
- Moral: Considerado por Nietzsche como anterior y más fundamental, encarnado en el cristianismo, que ha utilizado la base filosófica del platonismo.
A) Crítica a la Cultura Occidental
Crítica a la Moral Occidental
En obras como Genealogía de la moral, Más allá del bien y del mal y Voluntad de Poder, Nietzsche desarrolla las siguientes ideas:
- Origen de «bueno» y «malo»: Inicialmente, estos términos representaban una contraposición creada por la clase aristocrática, refiriéndose a una diferencia en la grandeza de ánimo. Los sacerdotes, originalmente parte de la casta aristócrata, se escindieron y transformaron el significado de estos términos a lo largo de la historia (transvaloración).
- Crítica a los sacerdotes: Su moral responde a un ideal ascético y de renuncia a la vida terrenal. Además, introducen la idea de «mala conciencia», que Nietzsche interpreta como crueldad interiorizada.
- Moral de esclavos vs. Moral de señores: La moral occidental es una moral de esclavos, de víctimas, pesimista y llena de desconfianza. Se opone a la virtud del poderoso y busca aniquilarlo. En contraste, la moral de los señores surge del aprecio y la confianza en sí mismo, es aristocrática, activa y orgullosa.
En resumen, Nietzsche considera la moral como contranaturaleza, algo que se opone a la vida. La moral platónico-cristiana es criticada por ser contraria a los instintos vitales y por sacrificar el mundo del «ser» en función del «deber ser», suprimiendo las diferencias al buscar leyes universales (como el Imperativo Categórico).
Crítica a la Metafísica Occidental
La crítica de Nietzsche a la metafísica es tanto ontológica como epistemológica:
- Ontológica: Nietzsche critica principalmente el platonismo por introducir un dualismo de mundos (mundo del ser y mundo de los sentidos). Argumenta que:
- Solo existe un mundo en constante devenir, donde se alternan la creación y la destrucción.
- La invención de otros mundos es un síntoma de una vida decadente, una «voluntad de nada».
- Las categorías o conceptos utilizados en la metafísica occidental para comprender el ser son tomados como verdaderos sin considerar que su utilidad es limitada a la supervivencia en un mundo en devenir.
- Epistemológica: Influenciado por Gorgias y Ockham, Nietzsche rompe la vinculación entre lo real y los conceptos, conduciendo a un nihilismo epistemológico. Considera que la verdad es un conjunto de metáforas gastadas. Aunque muchos lo consideran un pensador antimetafísico, E. Fink argumenta que Nietzsche aún se inscribe en la metafísica a pesar de su crítica.
Crítica a la Religión
Nietzsche proclama que el cristianismo es una maldición. Busca su aniquilación por considerarlo una religión que traicionó el mensaje de su fundador desde el principio. La Iglesia es vista como la antítesis de las enseñanzas de Jesús. Critica el concepto cristiano de Dios, considerándolo uno de los más corruptos. El cristianismo es visto desde la perspectiva de la muerte, y el Dios de la cruz es una maldición contra la vida. Al igual que la moral y los conceptos, el cristianismo busca nivelar las diferencias, impidiendo la diferencia aristocrática que Nietzsche reivindica.
El nihilismo surge a partir de la frase «Dios ha muerto», que representa la última etapa del proceso de destrucción y la pérdida de validez de los valores supremos. Nietzsche distingue entre:
- Nihilismo pasivo: Reconoce la falsedad de los valores occidentales que niegan la vida. Es propio del «último hombre», incapaz de mover su voluntad.
- Nihilismo activo: Abre paso a la libertad creadora de nuevos valores (transvaloración), considerando este mundo y la tierra. Implica la destrucción de los valores anteriores, pero no se complace en la mera destrucción, sino que crea valores que ya no son absolutos (pues los valores absolutos niegan la vida).
La muerte de Dios no debe llevar al conformismo ni a la desesperación, sino que abre un horizonte de esperanzas y prepara el camino al superhombre.
B) La Vertiente Constructiva: El Mensaje de Nietzsche
El Superhombre
El superhombre es:
- Un ser consciente de su naturaleza creadora, que proyecta nuevos valores. Es la superación del «último hombre».
- La grandeza del hombre frente al hundimiento del cielo ideal. Devuelve el sentido robado al mundo terrenal.
- El hombre que se supera a sí mismo tras conocer la muerte de Dios. Representa el orgullo y la astucia frente a la humildad y pobreza de espíritu del cristianismo.
(Nota: La descripción del libro «Crepúsculo de los ídolos» se ha omitido, ya que la tarea principal es corregir y optimizar el texto proporcionado, no analizar una obra específica en detalle. Sin embargo, se podría incluir un breve resumen si se considera relevante para el contexto general.)