El Pensamiento de Nietzsche: Una Revolución Filosófica

La Filosofía a Martillazos: Rompiendo con la Tradición

La filosofía de Nietzsche no pretende convencer de la verdad de lo dicho; el lector se ve obligado a crear una propia interpretación. Cercano a la Ilustración y defensor de la liberación del ser humano de toda esclavitud, no era demócrata (creía en la existencia de hombres superiores) ni liberal.

Crítica a la Cultura Occidental

Según Nietzsche, la cultura occidental ha sido fundada por hombres que, por interés propio, desprecian lo sensible y construyen un mundo irreal donde puedan sobrevivir. Para entender esto, utiliza el método genealógico, que revela el miedo al devenir y al cambio como una forma de comodidad. También realiza una crítica a la razón: la fragilidad mental pone en funcionamiento la razón, que genera un mundo irreal renegando de los sentidos, mostrando síntomas de decadencia. Figuras como Parménides, Sócrates, Platón, Aristóteles, Kant y el cristianismo caminan hacia el vacío de sentido, hacia el nihilismo.

La Voluntad de Poder

La voluntad de poder es la energía vital que nos lleva a crecer y adquirir poder sobre uno mismo. Sus características son:

  • Inconsciencia: Es un impulso ligado al cuerpo.
  • Previa a la razón: Según sea nuestro cuerpo, será nuestra razón. Cuando la consciencia cree dar órdenes, en realidad está ejecutando lo que le dicta el cuerpo.
  • Peculiar: Es cambiante y diferente en cada individuo.
  • Exige resistencia: Solo venciéndola se consigue un aumento de poder, por eso siempre está insatisfecha.
  • Necesita del dolor: La sensación desagradable es necesaria para crecer; los estímulos dolorosos la refuerzan.
  • Carece de finalidad externa: Se quiere por sí misma; su aumento va acompañado de placer.
  • Creativa: El acto creativo es un acto de vitalidad.
  • Libre: Hacer lo que pide el cuerpo. No es la verdad lo que nos hará libres, sino el poder.
  • Diversa: La voluntad de poder es exceso, por eso puede abarcar desde acciones crueles hasta generosas.

Vida y Voluntad de Poder

Vida es energía, fuerza, calificativos que habíamos utilizado al hablar de la voluntad de poder (potenciar las pasiones, los sentidos, búsqueda del riesgo). Cualquier ser vivo pretende crecer y superarse. Nietzsche distingue entre vida ascendente (voluntad de poder fuerte, salud, placer como victoria) y vida descendente (débil, enfermedad, reposo). La voluntad de poder se relaciona con el dolor, que en la vida descendente se pretende aliviar a costa de negar la vida, y con los instintos, fuerzas de energía potentes que pueden llevar al ser humano al abismo o darle más potencia.

Conocimiento y Verdad: Ser y Devenir

El devenir es un enigma y nos desconcierta. La cultura occidental nos dice que los sentidos nos engañan y nos conducen al error. Lo que permanece tiene un valor superior a lo que cambia. La razón es el camino para conocer el mundo verdadero. Nietzsche llama a estos pensadores «filósofos-momia» porque se encargan de combatir el cambio, de embalsamarlo como hacían los egipcios con sus muertos.

Nietzsche ante el Llamado «Mundo Verdadero»

Para Nietzsche, hay devenir y multiplicidad. No hay ningún sentido escondido por debajo o por encima del devenir, porque el devenir no da sentido. Lo verdadero equivale a la razón, y la razón es una forma de lo inconsciente, síntoma de una vida decadente, de un hombre débil que necesita crear ese mundo.

Crítica al Mundo Metafísico

La historia de un error que tiene como origen la filosofía platónica. No es que sea falso, porque no hay verdad, es la interpretación del mundo en el que necesitan creer.

Conocimiento

No hay mundo verdadero porque hay multitud de perspectivas que dependen de la experiencia de cada uno. La verdad no es el conocimiento de la realidad, es solo la fe o la necesidad de creer en algo permanente y eterno. La única verdad es estar condenado eternamente a la no-verdad. Solo hay interpretaciones, no hay conocimiento objetivo ni medida de percepción correcta. Influencias subjetivas:

  1. Aparato sensorial: Las percepciones son juicios de valor para el cuerpo que percibe.
  2. Vivencias: Lo que ya hemos experimentado condiciona la percepción.
  3. Impulsos: Afectos, instintos. Son nuestras necesidades las que interpretan el mundo.

Moral, Religión y Democracia

Los juicios morales, aquellos que razonan lo que está bien y lo que está mal, son inventados por la conciencia. Lo bueno será lo que favorece la vida; lo malo, lo que la degenera. Los juicios morales son síntomas de salud, y según la potencia de vida tendremos una moral u otra. La moral es producto de los instintos. Nietzsche distingue entre moral natural y artificial, cuerpo e inconsciente.

Moral de Señores y Moral de Esclavos

Nietzsche diferencia entre la moral de señores (fuertes, vida ascendente, no tienen en cuenta a los otros, satisfacen sus deseos, carácter individual, afirman activamente) y la moral de esclavos (débiles, vida descendente demasiado dura, sitúan la felicidad en paraísos racionales, afirman reactivamente, carácter gregario que les permite y obliga a luchar juntos).

Crítica a la Moral de Esclavos

La moral de esclavos lucha contra todos los valores de la vida. Sus características son:

  • Dogmatismo moral: Quiere a todos los humanos limitados como animales de rebaño.
  • Antivitalismo: Va en contra de la vida.
  • Intelectualismo: El sabio, el que da primacía a su parte racional y sofoca su parte pasional e instintiva, es el modelo ideal de humano.

La Religión

Ser creyente es un símbolo de decadencia y desintegración de la voluntad de poder. Algunos necesitan creer en Dios, pues sin él no podrían soportar la existencia. Hay que diferenciar religiones; el monoteísmo es enemigo del mundo (fingen un transmundo donde encuentran recompensas para poder soportar su moral), de la vida (reprimir la vitalidad: castidad, ayuno, humildad, instintos, deseos, sentimientos de placer intenso) y del cuerpo (el cuerpo humano es el poseedor de los instintos vitales, es impuro, lo castiga y lo esclaviza).

Democracia

La democracia es un cristianismo sin Dios; sigue siendo una moral de los débiles, de seres humanos domesticados, porque pretende la igualdad, y eso supone una lucha contra la vida y la jerarquía natural. También critica la dignidad: no se da, se conquista.

El Nihilismo y el Superhombre

Nihilismo Pasivo

La cultura occidental está enferma, invadida por el pesimismo de los grandes valores tradicionales. La civilización, fatigada de la vida, huérfana de sentido, es incapaz de generar individuos creadores.

Muerte de Dios

El hombre surgido de la cultura occidental, defensor de valores humanistas propios de una tradición cristiana, ha de ser superado para alcanzar un nuevo ser, diferente al humano actual, cargado de potencia. El camello simboliza la obediencia; el león simboliza el nihilismo activo, el destructor que derrumba los cimientos de la cultura occidental y acaba con Dios y todos sus sucedáneos. La muerte de Dios es la muerte de la cultura.

El Tránsito hacia el Superhombre

Ya podemos convertirnos nosotros mismos en dioses y construir mundos a nuestra imagen y semejanza. Su modo de vida es una existencia lúdica; ni se arrepiente de nada ni espera nada del futuro; vive para jugar y es libre, va más allá de lo que hasta ahora los occidentales han llamado humano. Es un proyecto posible y un creador de valores que solo se debe a sí mismo y sabe organizar el caos que habita en su interior. Representa la moral de señores y la máxima potencia.

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