El Pensamiento de Ortega y Gasset
El pensamiento de Ortega y Gasset se divide en tres periodos:
Periodo Objetivista
En este periodo, Ortega intenta introducir a España en el rigor intelectual europeo. Expone su doctrina del punto de vista.
Periodo Raciovitalista
Busca una síntesis entre el racionalismo y el vitalismo. Ortega critica tanto al realismo, por priorizar las cosas sobre el yo, como al idealismo, por priorizar el yo sobre las cosas.
Crítica al Realismo: Ortega argumenta que la ciencia está en peligro porque el hombre ha perdido la fe en ella. La razón realista solo funciona si su objeto de estudio es una cosa, y la vida humana no es una cosa.
Crítica al Idealismo: Ortega critica al idealismo por el mismo error que al realismo: tratar las ideas como identidades fijas.
Ortega propone una tercera vía: la prioridad no la tiene ni el sujeto ni el objeto, sino la relación entre ambos. Lo fundamental es la coexistencia del yo y el mundo: «yo ocupándome con y en el mundo», lo que denomina «mi vida».
Cada vida es un punto de vista sobre el universo; la realidad solo se nos ofrece en forma de perspectiva. Este perspectivismo no es relativismo, sino la afirmación de que la sustancia última del mundo es una perspectiva única e intransferible.
Periodo Perspectivista
Afirma que la realidad se aproxima mediante la multiplicación de perspectivas, determinadas por el entorno o «circunstancia», que forma la otra mitad de la persona. Aparece otra realidad: el «yo», que elabora la propia vida. «Mi vida es la realidad radical y me conozco en tanto que advierto que yo soy mi circunstancia.»
El Raciovitalismo
Ortega intenta superar tanto el irracionalismo del vitalismo como la miopía intelectual del racionalismo, tomando lo válido de ambas posturas. Es un paso más en el perspectivismo, una meditación sobre las dos perspectivas radicales del hombre.
Análisis y Crítica al Vitalismo y al Racionalismo
Crítica al Vitalismo: Ortega observa la ambigüedad del vitalismo, con explicaciones tanto biológicas como filosóficas, y su polisemia.
Crítica al Racionalismo: Ortega busca mantener la primacía de lo racional, pero critica sus excesos teóricos. Para él, el racionalismo es la doctrina que afirma que no hay límites para la razón.
La Vida como Realidad Radical: La vida es un hacerse, pura actividad que se realiza con las cosas. El fundamento último es la vida de cada cual. La razón es una función de la vida que da cuenta de lo que la precede. Ortega se opone a la razón pura griega, que debe ceder ante la razón vital, capaz de captar la realidad cambiante de la vida humana.
La razón vital es el vivir mismo, la vida humana funcionando como razón. Es histórica y no acepta nada como hecho, sino como devenir.
El Hombre como Ser Histórico
La realidad radical es nuestra vida, que no está hecha, sino que hay que hacerla. El hombre inventa permanentemente lo que va a ser, lo que implica la obligación de elegir y ser libre. Para elegir, se necesita un proyecto vital que dé orientación.
Nuestra libertad está limitada por las circunstancias: nuestro pasado y el de la sociedad. La vida es quehacer histórico y proyecto de historia. El hombre es a la historia lo que la naturaleza a las cosas: heredero, mutable e histórico. Necesita un plan vital en relación con sus circunstancias históricas. Es el fruto del pasado y el futuro.
Nuestra vida se comprende desde una razón histórica a posteriori, que busca las series, estadios y nexos de la vida humana. La herramienta es el método histórico de las generaciones.
¿Qué es una generación? «Es una zona de 15 años durante la cual una forma de vida fue vigente, la unidad de la cronología histórica.» Se define por una fecha central y 7 años antes y después. Espiritualmente, es la respuesta a los problemas de la realidad. Las generaciones comparten características por la herencia común y las mismas actitudes ante la vida.
Existen tres generaciones: la emergente, la plena y la que desaparece. Hay que diferenciar entre contemporáneo (mismo tiempo) y coetáneo (misma edad). Las diferentes generaciones tienen creencias e ideas distintas, lo que provoca conflictos.
El Hombre como Ser Social
El hombre es social, pero su vida es radical soledad. La sociabilidad es convivencia, que tiene dos formas:
- Interindividual: Relaciones entre individuos (amor, amistad) donde se mantiene la individualidad.
- Social: Relaciones impersonales (ej. saludo).
La Vida como Responsabilidad
La vida, al ser historia, es quehacer y libertad. Al elegir, se es libre y se asume la responsabilidad de la acción. La vida es responsabilidad por ser forzosamente libertad. La responsabilidad moral se divide en:
- Vida auténtica: Fidelidad al proyecto vital.
- Vida inauténtica: Falseamiento del destino.
El imperativo ético es: «llega a ser el que eres». El único mal es la infidelidad al propio proyecto.
Hay dos tipos de hombres: los que se exigen mucho y los que se dejan llevar (la masa). El hombre-masa quiere gobernar y por eso gobierna el Estado (estatalismo del hombre-masa: comunismo y fascismo).
Contexto Histórico
El texto se sitúa en la mitad de la trayectoria filosófica de Ortega y Gasset, en el inicio de su periodo raciovitalista, en la antesala de la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República y la Guerra Civil. El objetivo es superar el dualismo existente, criticando los valores precedentes y ofreciendo una forma de superarlo. Ortega no es ni racionalista ni vitalista, sino que considera ambas posturas visiones parciales. El fundamento último es la vida, y la razón es su instrumento. La obra gira en torno a tres tesis: razón vital, perspectivismo y razón histórica.