El Pensamiento Filosófico de Epicuro y Maquiavelo: Ética, Política y Religión

El Placer como Bien Supremo: La Filosofía de Epicuro

El Bien y la Felicidad

Si el hombre es un compuesto de átomos -materia-, también material será su bien específico, aquél que actualizado y realizado otorga la felicidad. ¿Dónde se esconde? La respuesta de Epicuro es sencilla: es la propia naturaleza la que nos comunica con inmediatez este bien, que se llama placer. El placer es un movimiento suave, mientras que el dolor es violento. Epicuro y sus seguidores negaban que fuese placer el estado intermedio de quietud, esto es, la ausencia de dolor. Sin embargo, daban a este estado intermedio de quietud, que es placer en reposo (catastemático), la máxima importancia, considerándolo como el límite supremo, la culminación del placer.

Placeres y Dolores

Epicuro rechaza la afirmación de los cínicos de que los placeres y dolores físicos son superiores a los psíquicos. El verdadero placer consiste en la ausencia de dolor en el cuerpo (aponía) y la ausencia de perturbación en el alma (ataraxia).

¿Cómo lograr la aponía y la ataraxia?

  1. Placeres naturales y necesarios: Están al servicio de la conservación de la vida.
  2. Placeres naturales y no necesarios: Constituyen variaciones innecesarias de los placeres naturales, no hacen desaparecer el dolor corporal, sólo modifican el placer y pueden provocar un daño notable.
  3. Placeres no naturales y no necesarios: Epicuro coloca aquí los que nacen de las opiniones de los hombres: el deseo de riqueza, poderío, honores, etc. Éstos placeres no quitan el dolor del cuerpo y además provocan siempre una perturbación en el alma.

El secreto de la felicidad consiste en reducir nuestros deseos a los placeres naturales y necesarios. Así lograremos riqueza y felicidad abundantes, porque para conseguirlos nos bastamos a nosotros mismos –autarquía– y en ésta reside la mayor riqueza y felicidad.

La Receta para la Felicidad

La receta prescrita por Epicuro es la siguiente:

  1. Son vanos los temores ante los dioses y el más allá.
  2. Es absurdo el terror ante la muerte. La muerte no es más que la disolución del cuerpo y el alma.
  3. El placer, cuando es correctamente entendido, se halla a disposición de todos. El ideal del sabio aspira a la consecución de los placeres naturales y necesarios. La autarquía como expresión de dominio del cuerpo (aponía) y del alma (ataraxia).
  4. El mal dura poco o es fácilmente soportable. ¿Cómo librarse de los males del cuerpo? Pero, ¿y sí se trata de los males del alma? Estos se curan por el conocimiento, puesto que su origen se debe a las opiniones erróneas de la mente. La filosofía se presenta como el remedio más eficaz contra este tipo de males. El hombre que sepa administrar las dosis de este remedio adquiere la paz del espíritu y la felicidad, convirtiéndose así en dueño absoluto de sí mismo.

La Amistad

La amistad es lo útil sublimado, es decir, primero se busca la amistad para conseguir determinados beneficios ajenos a ella y luego, una vez que ha surgido, se convierte ella misma en fuente de placer y, por tanto, fin.

Diferencias entre Epicuro y Platón

  1. Platón afirma que la sensación confunde al alma y distrae el ser; mientras que Epicuro sostiene que lo sensible capta el ser de forma infalible.
  2. La estructura de la realidad en Platón se asienta en el mundo inteligible, mientras que Epicuro afirmará que dicha estructura está formada por un conjunto de átomos.
  3. Mientras que la razón en Platón capta la dianoia y la noesis, en Epicuro la razón es fuente de error, frente a la sensación que es objetiva.
  4. Para Platón placer y dolor no son criterios de conocimiento alguno, en Epicuro juegan como criterio de verdad.
  5. Mientras que Epicuro afirmará que el criterio de verdad se da en la evidencia inmediata, Platón rechaza ésta por una instancia superior que es la noesis.
  6. La razón es la instancia superior del conocimiento en Platón, mientras que para Epicuro es fuente de error.
  7. Epicuro construye una ontología de la realidad en su totalidad, Platón establecerá un dualismo radical entre mundo sensible y mundo inteligible.
  8. Epicuro afirmará que la totalidad de lo real no puede cambiar, mientras que Platón afirmará el devenir en el orden de lo sensible y lo inmutable en el orden inteligible.
  9. La realidad es infinita en cuanto totalidad, puesto que son infinitos sus componentes; en cambio, para Platón y Aristóteles, lo finito y lo determinado es superior a lo infinito o indeterminado.
  10. Los cuerpos son compuestos, mientras que las ideas platónicas son simples.
  11. Platón rechaza el movimiento en el mundo inteligible, mientras que Epicuro afirmará su existencia en el espacio infinito.
  12. Epicuro rechaza toda finalidad y toda inteligencia, mientras que Platón afirmará una teleología impuesta en el orden sensible a través del demiurgo que quiso imponer orden al desorden.
  13. El alma es inmortal en Platón, frente al alma mortal de los epicúreos.
  14. La felicidad se identifica con el placer, mientras que en Platón el Sumo Bien es una mezcla de placer y sabiduría.
  15. Epicuro propone la autarquía, frente a Platón y Aristóteles, que afirmarán que la autarquía es propia de la polis y no del individuo.
  16. Platón afirma la existencia de premios y castigos en el más allá, mientras que Epicuro afirmará que dichos temores son producto de la ignorancia.
  17. La muerte en Platón supone la liberación del alma sobre el cuerpo; en cambio, Epicuro afirmará que la muerte es la disolución de los átomos de nuestro cuerpo y nuestra alma.
  18. El placer se halla a disposición de todos, nos dice Epicuro; para Platón, el placer distorsiona la búsqueda de lo inteligible.
  19. La filosofía es, según Epicuro, un fármaco o remedio contra nuestros males; en Platón, la filosofía es aspiración a la sabiduría, el anhelo de lo trascendente.
  20. El ideal del sabio epicúreo es aquél que vive retirado, frente al rey-filósofo de Platón que aspira a gobernar los asuntos humanos.

Ideas Bíblicas Fundamentales con Importancia Filosófica

1. La Biblia como Palabra de Dios

La Biblia se presenta como Palabra de Dios y como tal su mensaje es objeto de fe. Quien pretenda poner la fe entre paréntesis y leer la Biblia como científico puro, igual que se lee un texto de Platón o Aristóteles, llevaría a cabo una operación contraria al espíritu de dicha escritura. Aunque la Biblia no constituya una FILOSOFÍA en el sentido griego del término, podemos distinguir tres formas de relación entre filosofía y Biblia:

  1. Filosofar desde la fe, es decir, creyendo.
  2. Filosofar tratando de distinguir entre el ámbito de la razón y el de la fe, creyendo también.
  3. Filosofar desde fuera de la fe y contra la fe, es decir, no creyendo.

Ya no será posible filosofar desde fuera de la fe en el sentido de filosofar como si el mensaje bíblico jamás hubiera existido, por esta razón podemos decir que estructuralmente el horizonte bíblico continúa siendo un horizonte imposible de superar, un horizonte más allá del cual uno no puede colocarse.

2. El Monoteísmo

3. El Creacionismo

EN EL PRINCIPIO DIOS CREÓ LOS CIELOS Y LA TIERRA. Y los creó a través de su palabra, todo se produjo de la nada.

4. El Antropocentrismo

En la Biblia, por el contrario, el hombre no es considerado como un elemento más del cosmos, sino como una privilegiada criatura de Dios, hecha a imagen del mismo Dios y señor de todas las demás cosas creadas por Dios. Puesto que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, debe esforzarse por todos los medios para asemejarse a él.

5. El Dios Legislador y la Ley de la physis

Dios bíblico entrega al hombre la ley como mandato. Dios escribe directamente los mandamientos. La virtud, el supremo bien moral, consiste en la obediencia a los mandatos de Dios, y esta obediencia coincide con la santidad. La vida de Cristo, su pasión y su muerte, se desarrollan por completo bajo el signo de hacer la voluntad del Padre que lo ha enviado. La ley moral es el «querer de Dios», y la virtud del hombre consiste en querer lo que quiere Dios.

6. La Providencia Personal: Velar por las Cosas Creadas

7. El Pecado Original, sus Consecuencias y su Redención

Al igual que cualquier otro pecado, el pecado original constituye una desobediencia al mandato divino. El pecado original estuvo en la soberbia del hombre, el no tolerar ninguna limitación, el rechazar los vínculos del bien y del mal (los mandatos), y por lo tanto querer ser como Dios. Dios se hace hombre y con su pasión y muerte redimió el pecado de la humanidad, y con su resurrección venció a la propia muerte, consecuencia del pecado. La venida de Cristo, su pasión que sirvió para expiar el antiguo pecado, y su resurrección resume todo el sentido del mensaje cristiano.

8. La Nueva Dimensión de la Fe y el Espíritu

El nuevo mensaje cristiano exige que el hombre trascienda esta dimensión y coloque la fe por encima de la ciencia. El hombre no es sólo cuerpo, sino que el hombre es también ESPÍRITU, el cual consiste en la participación de lo divino por la FE.

9. El Nuevo Concepto Bíblico de Amor (ágape)

El amor es un descenso de Dios hasta los hombres, el amor no es algo adquirido sino un don, el amor es espontáneo y gratuito. Para el cristiano es sobre todo Dios el que ama y el hombre puede amar en la medida en que se esfuerza en vivir la vida divina por la fe. El amor de Dios es infinito, sin límites, llega hasta el extremo del sacrificio en la cruz. Dios ama al hombre incluso en sus debilidades. En el mandamiento del amor Cristo resume la esencia de los mandamientos y la ley en su conjunto.

10. La Revolución de los Valores

La formulación de los nuevos valores se encuentra en el Sermón de la Montaña (las bienaventuranzas).

11. La Inmortalidad del Alma y la Resurrección de los Muertos

En la Biblia el término ALMA no aparece en sus acepciones griegas. El hombre no tiene un alma inmortal, sino que resucitará.

12. La Iglesia

El cristiano vive en la Iglesia. El cristiano, en la Iglesia de Cristo, vive la vida de Cristo en la gracia de Cristo.

13. Pensamiento Griego y Mensaje Cristiano

En el pensamiento griego existe indudablemente una gran riqueza; no obstante, el mensaje cristiano va mucho más allá, superándolo en los puntos claves. Sería un grave error, empero, creer que esta enorme diferencia sólo implica antítesis insolubles, y aunque algunos piensan así en la actualidad, no fue esta la actitud de los primeros cristianos, quienes después de un choque frontal, trabajaron por construir una síntesis entre filosofía griega y mensaje cristiano. Dios decidió confiar a los hombres la difusión de su propio mensaje y, además, se hizo hombre para salvar al hombre.

Autores Renacentistas

1. Lorenzo Valla

En su obra «Del verdadero y del falso bien» critica el ascetismo estoico y los excesos del ascetismo monástico, en oposición a la tesis sobre el placer.

2. Marsilio Ficino

Se dedicó a tres actividades fundamentales: 1) fue traductor; 2) fue pensador y filósofo, y 3) también mago. También fue sacerdote y filósofo. Sus tres actividades se hallan estrechamente vinculadas entre sí y resultan inseparables.

1) Labor de Traductor

Destacan sus traducciones de Platón, Hermes Trismegistos –Corpus Hermeticum-, los Himnos de Orfeo, los Comentaria in Zoroastrem. Ficino consideraba a estas fuentes como auténticas -de hecho eran falsas-, y suponía que Platón dependía de estas fuentes de la sabiduría.

2) Pensamiento

Su pensamiento consiste en una forma de neoplatonismo cristianizado, repleto de interesantes observaciones, entre las que pueden citarse:

  1. El nuevo concepto de filosofía como revelación.
  2. El concepto de alma como «copula mundi«.
  3. Un replanteamiento en sentido cristiano del amor platónico.

a) La filosofía como revelación: La filosofía nace como iluminación de la mente, como afirmaba Hermes Trismegistos. El disponer y encauzar el alma de un modo que la convierta en intelecto y la haga acoger la luz de la revelación divina, que es aquello en lo que consiste la actividad filosófica, coincide con la religión misma.

b) El alma como «copula mundi«: Ficino distingue cinco grados decrecientes de perfección: Dios, ángel, alma, cualidad (forma) y materia. El alma es el nexo de unión entre los niveles superiores y los inferiores.

c) El amor platónico cristianizado: El amor, según Ficino, siguiendo al Eros platónico, se alcanza de la siguiente manera: «En los cuerpos amamos la sombra de Dios; en las almas, la similitud con Dios; en los ángeles, la imagen de Dios. Así en el tiempo presente amamos a Dios en todas las cosas, y amamos finalmente todas las cosas en él. Al vivir así, llegaremos a aquel grado en el que veremos a Dios y todas las cosas en él.

3) La Magia

Ficino no dudó en proclamarse mago. El mundo, en su universal animación de todas las cosas, se basa en la virtud del espíritu que se halla presente en todos los cuerpos y que permite al alma actuar sobre los cuerpos y éstos sobre aquélla. Este espíritu llena toda la realidad; así, el espíritu del cielo es más puro.

3. Pico de la Mirándola

Destacó por sus aportaciones en:

  1. La magia y el hermetismo, a los que añadió también la cábala.
  2. Quiso introducir también a Aristóteles en el programa general del irenismo doctrinal -una actitud irenista es la de aquel que intenta crear o conservar la paz por la vía fácil de evitar las confrontaciones-.
  3. Además experimentó la necesidad de reaccionar contra los síntomas de un incipiente fenómeno de involución y simplificación de algunos humanistas, y quiso defender asimismo algunas conquistas de la escolástica.
  4. Puso de relieve un vivo deseo de que la reforma religiosa no se limitase al plano teórico, sino que afectase también a la vida y comportara un retorno a la pureza de costumbres.

4. Pietro Pomponazzi

Pomponazzi en su obra De inmortalitate animae discutía sobre la inmortalidad del alma. Pomponazzi tomó una postura alejandrista con ciertos matices. El alma intelectiva es principio del entender y del querer, inmanente al hombre. Con respecto al alma sensitiva de los animales, el alma intelectiva del hombre es capaz de conocer lo universal y lo suprasensible; sin embargo, no es una inteligencia separada, ya que no puede conocer si no a través de las imágenes que le llegan de los sentidos. Es artículo de fe la inmortalidad del alma, lo cual debe probarse con los instrumentos de la fe, es decir «con la revelación y con las escrituras canónicas», mientras que los demás argumentos no resultan apropiados. Pomponazzi afirma que no le cabe ninguna duda sobre este artículo de fe. En la postura de Pomponazzi se aprecia la teoría de la doble verdad.

Nicolás Maquiavelo (1469-1527)

1. Contexto Político y Cultural

Dos rasgos sobresalientes de su personalidad intelectual son su vinculación al humanismo y su profundo interés por la política.

1) Maquiavelo es un humanista

El humanismo se caracteriza por el regreso a los clásicos grecolatinos con la intención de promover, a partir de ellos, una nueva configuración de la vida y de la cultura. Maquiavelo se vuelve a los clásicos del mundo romano. La república romana ofrece una historia con multitud de ejemplos y lecciones para los políticos de cualquier época.

2) Interés por la política

Intervino activamente en la política de Florencia, lo que le permitió un conocimiento directo y dramático de la diplomacia.

2. República y Monarquía

Maquiavelo escribe sus obras políticas: El príncipe; Discursos sobre la primera década de Tito Livio. En ellas aparece una cierta discrepancia. En los Discursos se muestra claramente partidario de la república como sistema político; en El príncipe toma en consideración solamente la monarquía absoluta o principado como forma de gobierno.

Como Aristóteles, distingue 3 sistemas políticos o formas de gobierno: monarquía, aristocracia y democracia. Este esquema constituye la pauta o secuencia que inexorablemente «siguen los estados en su desarrollo histórico». Esta idea de los ciclos supone la idea de que la historia se repite, los acontecimientos suceden siempre del mismo modo. Los ciclos se repetirán indefinidamente, si no fuera porque los Estados suelen desaparecer sojuzgados por otros más fuertes y mejor organizados.

El ideal republicano

Los Discursos se realizan por encargo de ciudadanos privados integrantes del «Orti Oricellari» y se dedican a un análisis de las repúblicas. La organización política preferible es una forma mixta, en particular, un gobierno en el cual el poder se distribuya entre los notables y el pueblo, a la vez que se oponen y se limitan recíprocamente. Maquiavelo pone como ejemplo al Senado y al pueblo en Roma. Una república bien organizada es el mejor sistema de gobierno. La república tiene las siguientes ventajas:

  1. En la república se logra el bien común en la medida en que la mayoría de los conciudadanos se hallan comprometidos con él.
  2. La república es el régimen que mejor garantiza la libertad. La libertad constituye un elemento esencial del bien común y una aspiración permanente de los pueblos.
  3. Donde hay libertad, hay progreso.
  4. La república es el régimen más estable, por:
    1. Porque el pueblo es más prudente y suele tener mejor juicio que un príncipe.
    2. Porque la república se adapta con mayor facilidad a la diversidad de las circunstancias, por lo cual «tiene una vida más larga y conserva por más tiempo su buena suerte que un principado».
    3. Porque la república no tiene el problema sucesorio que afecta al principado, ya que «tiene medios para elegir (…) infinitos jefes (…)».

Esta defensa de la república es una defensa de la libertad: de la libertad de los individuos en el marco del estado, y también de la libertad del estado frente al poder y la injerencia de otros estados. La voluntad y la decisión de mantenerse libre constituye un fin esencial del estado. La república bien organizada, donde impera la ley y la virtud, es el ideal de Maquiavelo.

En el pensamiento de Maquiavelo confluyen, pues, la teoría de la decadencia histórica inexorable de los estados y el hecho constatable de la precaria situación política de Italia. Su teoría de «la rueda de las formas de gobierno» apuntaba a que el retorno a la monarquía constituye una salida histórica de una situación de corrupción democrática; por su parte, el hecho de la decadencia y de la debilidad de los estados italianos lleva a Maquiavelo a suspirar por la aparición de una monarquía salvadora.

3. La Ciencia Política

La perspectiva empírica: los hechos

  1. Maquiavelo se aleja de la manera tradicional de dirigir consejos a los príncipes. El texto pertenece a un género literario denominado de «espejo de príncipes», popular en la Edad Media, que consistía en dirigirse a un príncipe aconsejándole sobre la forma de gobernar, es decir, «lo que debería hacer» desde el punto de vista moral. Maquiavelo subraya que su propósito es exponer cómo se gobierna efectivamente un estado y cómo se comporta de hecho la gente. El gobernante debe atenerse en exclusiva a los hechos, a fin de sobrevivir y mantenerse en el poder.
  2. Maquiavelo rechaza otro género literario político: las utopías.
  3. Maquiavelo rechaza la manera usual de hacer filosofía política a través de discusiones teóricas que juzgan lo que es desde el punto de vista de «lo que debe ser».

La perspectiva racional: los principios

Los hechos por sí mismos no bastan. Es necesario seleccionarlos, ordenarlos, considerarlos y explicarlos a partir de ciertos principios. Maquiavelo introduce ciertos principios, a modo de postulados que orientan y determinan el modo en que se desarrolla su teoría.

  1. La naturaleza humana es la misma en todos los lugares y épocas. La invariabilidad de la naturaleza humana es un principio suficientemente confirmado por la historia (y por tanto, por los hechos). El político ha de tener siempre presente este principio cuando analiza los acontecimientos del pasado, ya que gracias a él es posible inferir reglas de carácter general aplicables en circunstancias similares y, por tanto, es posible prever el futuro. Este principio de invariabilidad podría denominarse «inducción histórica».
  2. La maldad del ser humano. Maquiavelo establece que ha de partirse del supuesto de que todos los hombres son malos. El gobernante no ha de hacerse ilusiones acerca de una ilusoria bondad natural de los seres humanos.

4. La Política y el Estado

La política es el arte de crear, engrandecer y conservar un Estado en la mejor forma y durante el mayor tiempo posible. Para ello se requiere de dos ingredientes:

  1. El estado es un organismo autónomo cuyo fin es su propia supervivencia y expansión. Al estado le es esencial una política de fuerza para mantener su libertad y autonomía. La guerra es un instrumento para conquistar nuevos territorios o someter a los vecinos.
  2. El interés del príncipe se identifica con el interés del estado. El fin último y el único criterio decisivo para la actuación del príncipe es el interés del estado. Esto se conoce como la razón de Estado.

La razón de Estado

Maquiavelo nunca usó la expresión «razón de Estado». ¿Por qué hablamos de razón de Estado en Maquiavelo?

  1. El Estado o, más propiamente, la comunidad política, es un bien trascendente superior al individuo o a los grupos particulares que lo componen. Las decisiones sobre los intereses de esa comunidad pueden tomarse, dependiendo de las circunstancias históricas concretas, de una forma más o menos participativa, pero en todo caso resulta prioritaria ante cualquier interés particular.
  2. En el establecimiento o «salvación» de un Estado todo medio es válido y legítimo, debiendo utilizárselo sin consideración a su moralidad o inmoralidad, sino únicamente tomando en cuenta el criterio del éxito en la finalidad perseguida.

Virtud y fortuna

El príncipe ha de estar adornado de ciertas cualidades -si quiere tener éxito en la tarea de gobernar- fundamentalmente de virtud y prudencia, aunque ésta sea parte de aquélla.

  1. La virtud (virtú) no se refiere a la concepción cristiana. Se caracteriza como vitalidad, el vigor y la energía que caracterizan a un gobernante y a un estado capaces de emprender con decisión las acciones necesarias para mantener y acrecentar su existencia y su poder. Dicha virtud se da en las repúblicas, inculcada y favorecida por la ley.
  2. Además se requiere prudencia. La prudencia maquiaveliana está más cerca de la sagacidad, de la astucia que de la sabiduría. Es la inteligencia práctica consistente en la capacidad para deliberar y decidir con acierto respecto de los medios que pueden asegurar el éxito del gobernante. Maquiavelo utiliza las figuras del león y del zorro como la combinación del vigor y la prudencia.

Virtud, prudencia y fortuna

Maquiavelo sabe que el éxito no depende solamente de las virtudes del príncipe; hay que tener en cuenta factores externos que pueden dar al traste con los objetivos del príncipe. La fortuna es el concepto que utiliza para designar aquellos factores que se hallan fuera del control del príncipe. Oponerse a la fortuna supone ejercer la prudencia y la virtud. La fortuna ofrece oportunidades que el político «prudente» ha de saber reconocer y aprovechar. En esta idea se basa el oportunismo político. Y la virtud sirve para amortiguar los efectos de la fortuna.

5. Política y Religión

La religión como factor de cohesión social

La religión es utilizada para propósitos estratégicos. A Maquiavelo no le interesan las cuestiones de dogma, sino la perspectiva sociológica, la religión como un hecho social que puede y debe ser utilizado por los gobernantes.

La crítica a la Iglesia católica

Maquiavelo hace una crítica a la Iglesia católica en la figura del papado desde dos frentes:

  1. Por la poca ejemplaridad de la conducta de los eclesiásticos.
  2. Por el freno político que ejerce el papado como un estado dentro de un estado.

La crítica al cristianismo

La crítica hace referencia a que éste exalta la vida contemplativa en perjuicio de la vida activa, favoreciendo la resignación.

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