El Pensamiento Político de Platón: Contexto y Teoría

La Filosofía Política de Platón

Platón sostenía que la premisa de que todos los hombres son iguales y aptos para gobernar no es cierta. Según su visión, cada individuo posee tres almas, y el grado de desarrollo de cada una determina su capacidad. Aquellos con el alma racional más desarrollada son los más preparados para gobernar. Por lo tanto, Platón no era partidario del sistema democrático, sino que proponía un sistema aristocrático en el que el filósofo, el más preparado según su criterio, ostentara el poder.

Además, abogaba por la eliminación de la propiedad privada como medio para suprimir las diferencias entre las personas. También eliminaba la institución familiar, dejando la educación de los niños en manos del Estado. En esencia, el pensamiento político de Platón establece un sistema en el cual el Estado determina la pertenencia a cada grupo social, y la educación es el factor que permite a las personas desempeñar un rol específico en la sociedad. Según Platón, solo la monarquía o la aristocracia son formas válidas de gobierno.

Teoría de la Reminiscencia

Platón utiliza el concepto de reminiscencia en el Menón para explicar el conocimiento. Según esta teoría, lo que llamamos aprendizaje no es más que el recuerdo de lo que el alma ya sabía (teoría de la reminiscencia). Platón se apoya en la inmortalidad del alma para defender esta idea: siendo el alma inmortal, no hay nada que no sepa, por lo que el aprendizaje es simplemente el recuerdo de ese conocimiento previo. En el Fedón, vuelve a referirse a esta teoría, pero esta vez para demostrar, mediante ella, la inmortalidad del alma.

Contexto Histórico

Platón nació en Atenas en el año 427 a.C. El periodo histórico en el que vivió estuvo marcado por una gran agitación política y social, con continuas crisis de gobierno, luchas internas por el poder y exilios. El problema histórico al que se enfrentó Platón derivó de la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.), en la que la Atenas democrática fue derrotada por la Esparta aristocrática. Esta última instauró el gobierno de los Treinta Tiranos, que sembraron el terror y llevaron a cabo una feroz represión contra los demócratas hasta el año 403. En ese año, Trasíbulo, líder del bando demócrata, organizó una revuelta popular que reinstauró la democracia en Atenas. Fue esa democracia reinstaurada la que condenó a muerte a Sócrates, maestro de Platón, lo que provocó el total rechazo de este último hacia la democracia como sistema político. La primera mitad del siglo IV a.C. supuso la ruina económica del imperio ateniense, guerras intestinas por el poder político y un cuestionamiento generalizado sobre el tipo de ciudadano y el régimen político que aseguraban el buen gobierno.

Contexto Cultural

La fundación de la Academia platónica promulgó la hegemonía espiritual en el campo de la educación y la cultura. En la Academia, el ideal educativo se cimentaba a partir de la filosofía, entendida como el conocimiento de los valores supremos. Platón también escribió poemas y tragedias, que destruyó cuando conoció a Sócrates y decidió dedicarse a la filosofía. No obstante, conservó el gusto por la belleza de las palabras y la dramatización, como demuestra la puesta en escena de muchos de sus diálogos. Mostró un gran interés por las matemáticas y la filosofía.

Contexto Filosófico

El primer maestro de Platón fue Crátilo, un discípulo de Heráclito. Se puede decir que Platón toma de Heráclito la concepción del mundo sensible como un perpetuo fluir, aunque con la diferencia fundamental de que para Platón se trata de un mundo que no es verdaderamente real, mientras que para Heráclito sí lo es. Las Ideas platónicas poseen rasgos similares al Ser de Parménides. La epistemología platónica también tiene a Parménides como precedente, con su Vía de la Verdad. El pitagorismo fue un referente continuo en su obra. Antes de regresar a Atenas, Platón intentó en tres ocasiones llevar sus ideas políticas a la práctica en Siracusa. Sin embargo, la influencia más profunda y determinante fue la de Sócrates. Todo el pensamiento platónico está teñido de socratismo. Su teoría de las ideas supone una extensión y una radicalización de la convicción socrática de que existen esencias universales. Su existencia garantiza un conocimiento definitivo, claro y verdadero. Incluso cuando se aparta del ejemplo de su venerado maestro, como en su decisión de escribir textos filosóficos, lo hace de la manera más fiel: reproduciendo una conversación con la mayor verosimilitud posible (con personajes reales y, en ocasiones, hechos reales). El Sócrates que aparece en los diálogos de Platón no es el Sócrates real, pues defiende ideas que están más allá de su filosofía y pertenecen más bien a la de Platón. Mientras que Platón y Sócrates defienden el diálogo como único método y sus enseñanzas son gratuitas, los sofistas recurren a largos discursos y al comentario de textos, además de cobrar por su actividad docente.

Periodos de la Filosofía Platónica

  1. Diálogos de juventud o socráticos
  2. Diálogos de transición
  3. Diálogos de madurez
  4. Diálogos de vejez

En la parte más importante del diálogo se exponen elementos fundamentales de su filosofía, como la injusticia, las formas degeneradas de Estado, la educación del gobernante, la teoría de las ideas, los grados de conocimiento y el método dialéctico.

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