Transición y Fuerzas Culturales
Desde la perspectiva de la historia del pensamiento filosófico y científico, el Renacimiento se caracteriza como un período de transición entre la filosofía medieval y la moderna. Las fuerzas culturales más significativas son el humanismo, la reforma protestante y el avance de la ciencia. De estas, la ciencia influye más profundamente en la modernidad. El progreso científico se vio impulsado por las necesidades técnicas (armamento, navegación) y el descubrimiento de textos científicos griegos, especialmente de Arquímedes y el pitagorismo. La vuelta a los clásicos influyó positivamente en la configuración de la ciencia moderna, cuyo triunfo definitivo se daría en el siglo XVII.
Características Generales del Renacimiento
El Renacimiento representa una vuelta a los cánones clásicos, abandonando el estilo medieval. En política, surgen los estados nacionales tras la desintegración del Imperio. En economía, aparece una burguesía capitalista con un papel preponderante. En filosofía, se recuperan las fuentes griegas, especialmente el platonismo y el aristotelismo. En cuanto a descubrimientos, se dan importantes avances técnicos. El desarrollo de la cartografía, las técnicas de navegación y la brújula permiten la expansión marítima y comercial, incluyendo el descubrimiento de América. La pólvora fortalece el poder real frente a la nobleza. La imprenta facilita la expansión cultural, las ediciones de los clásicos y la circulación de textos bíblicos, favoreciendo la reforma religiosa.
La Reforma Protestante
En el ámbito religioso, la reforma protestante surge con la rebelión de Lutero en 1517. Del lado católico, se funda la Compañía de Jesús y el Concilio de Trento inicia la contrarreforma.
Consolidación de la Era Moderna
Los siglos XV y XVI recogen las transformaciones iniciadas en la Edad Media y consolidan las bases de la era moderna. En el siglo XVII se asienta la ciencia y comienza la filosofía moderna, con Galileo y Descartes como protagonistas.
La Ciencia Renacentista
El Heliocentrismo de Copérnico
La ciencia renacentista comienza con la publicación en 1543 de la obra de Copérnico: Sobre las revoluciones de las órbitas celestes, que sienta las bases de la teoría heliocéntrica.
Kepler, Galileo y el Desafío a la Autoridad
Kepler y Galileo desafiaron la autoridad eclesiástica al defender el heliocentrismo, iniciando la revolución científica que sustituyó el modelo aristotélico. La nueva ciencia se fundamenta en un riguroso método y la matematización de la naturaleza.
Características de la Nueva Ciencia
- La máquina como modelo: Se reemplaza el organismo vivo (modelo aristotélico) por la máquina, específicamente el reloj.
- Universo de piezas extensas en movimiento: Se eliminan las cualidades y los fines de la ciencia aristotélica. La nueva ciencia es cuantitativa.
- Matematización del Universo: Se considera real solo lo matematizable: cantidad, extensión y movimiento.
El Método Científico de Galileo
Galileo desarrolló el método hipotético-deductivo, alejándose de la metodología aristotélica, basado en:
- La pérdida de valor de la autoridad de los antiguos.
- La simplicidad de la naturaleza (principio de economía).
- El orden racional y necesario de la naturaleza, formulable matemáticamente.
Galileo se inspiró en el método de «resolución y composición» para elaborar su método resolutivo-compositivo:
- Resolución: Analizar y reducir el fenómeno a sus propiedades esenciales.
- Composición: Construir una hipótesis matemática que enlace los elementos, deduciendo matemáticamente sus consecuencias. Este es el momento fundamental (método hipotético-deductivo).
- Resolución: Comprobar la hipótesis con experimentos que verifiquen las consecuencias deducidas.