1. El Ser Humano en la Filosofía Griega
1.1 El Héroe Homérico
El pensamiento filosófico basado en la razón surgió en la Grecia del siglo VI a. C. como una herramienta útil y necesaria para explicar la realidad. Pero antes de surgir la razón filosófica, la naturaleza y todo lo existente se explicaba por medio de los mitos. Eran poetas como Homero o Hesíodo quienes ofrecían en sus narraciones una forma de comprender no solo la realidad física, sino también la naturaleza humana. Mediante el mito se explicaban a sí mismos quiénes eran, cuáles eran sus orígenes, quiénes eran sus antepasados y de qué forma condicionaban su presente. Los mitos no solo presentaban cómo eran las cosas, sino cómo debían ser. Exponían un modelo ideal que para los griegos eran los dioses antropomorfos, y los héroes que en algún tiempo remoto habían realizado una gran hazaña se consideraban ejemplos de valor y nobleza. Dioses y héroes, según los mitos, eran un ejemplo de virtud que debía ser seguido por todos los hombres. Quienes más se acercaban a este modelo ideal eran los miembros de la aristocracia. El hombre debía imitar a los dioses siendo virtuoso. Pero no se consideraba al hombre totalmente libre de decidir, porque se decía que su vida estaba condicionada por la voluntad caprichosa de los dioses y por otros poderes que actuaban desde fuera de él y lo dominaban.
1.2 El Hombre en la Filosofía Griega
A partir del siglo VI, el hombre homérico empieza a resquebrajarse. Al mismo tiempo que empieza a surgir un nuevo modelo político, la democracia, el mito deja paso a la razón. Poco a poco los pensadores griegos comenzaron a dejar de utilizar el mito para explicar al ser humano, abandonando los modelos sobrenaturales. A ello se une el giro antropológico dado por la filosofía en el siglo V, que centra su atención en el ser humano.
Naturaleza Racional
Ya sabemos que la filosofía nace en Grecia como una reflexión acerca de la naturaleza. El hombre, al que se considera un ser natural, se encuentra dentro de esta. No obstante, es un ser diferente del resto debido a que ocupa un puesto especial, porque es un animal distinto y superior del resto: es un animal racional. La racionalidad le permite conocer y comprender no solo todo lo que le rodea, sino también la naturaleza humana, a sí mismo y sus relaciones con los demás en sociedad. El ser humano puede decidir qué valores y normas morales, sociales y políticas deben regir en la polis, de la cual todo hombre es miembro activo.
Animal Político
El hombre griego vivía estrechamente vinculado a su ciudad, hasta el punto de que se consideraba que una persona no es nada fuera de su ciudad. Aristóteles afirmó que la polis fue creada para que el hombre viviera bien; se consideraba ciudadano antes que individuo.
La Naturaleza Humana
Aunque todos los filósofos estaban de acuerdo en afirmar que el hombre forma parte de la naturaleza, existía un motivo de disputa fundamental: ¿qué caracteriza al ser humano? Una de las respuestas fue la ofrecida por el grupo de filósofos conocidos como sofistas. Protágoras considera que la naturaleza humana se caracteriza por su agresividad, aunque a la vez el hombre es un ser creador de la cultura, la cual le lleva a desarrollar el sentido de la justicia y la habilidad para la convivencia social. Por el contrario, Hippias y Antifón consideran que la naturaleza otorga a todos los individuos la condición de libres e iguales. Sofistas como Calicles, Trasímaco y Critias niegan que la naturaleza humana sea racional; según ellos, el hombre se rige por los instintos y por la ley del más fuerte.
Frente a las opiniones de los sofistas, Sócrates ofreció un punto de vista diferente. A la pregunta «¿cuál es la esencia del hombre?», respondió que el hombre es su alma, dado que esta es lo que lo distingue de manera específica de cualquier otra cosa. Para Sócrates, el alma es la razón, la inteligencia, responsable tanto de nuestra actividad pensante como moral; desprecia el cuerpo. Alma y razón tienen para el hombre una cualidad fundamental: la capacidad de autodominio. Gracias al autodominio, el ser humano puede alcanzar la virtud moral y ser libre. El autodominio y la libertad hacen que el hombre se convierta en un ser autónomo. Según Sócrates, la felicidad humana no puede venir del exterior. Sócrates cree que el hombre puede ser feliz cualquiera sean las circunstancias de su vida.
El Problema de las Relaciones Alma-Cuerpo
Desde tiempos de los griegos, la postura dualista es la más adecuada en filosofía. Uno de sus máximos defensores fue Platón. Su tesis es: el ser humano se compone de cuerpo y alma, pero el alma tiene absoluta prioridad sobre el cuerpo, ya que es la parte más noble del ser humano. El cuerpo solo es el recipiente material del alma, a la que arrastra con sus pasiones, sus instintos animales, y la conduce a errores en el conocimiento. El alma humana es eterna; su unión con el cuerpo es momentánea, por ello, cuando una persona muere, su alma se desprende del cuerpo y accede a otra dimensión en la que puede lograr el verdadero conocimiento. Para Platón, el alma posee tres partes: racional, volitiva y apetitiva.
1.3 El Helenismo
Es la última etapa de la civilización griega. Se inicia con la figura de Alejandro Magno, quien con sus conquistas logró formar un gran imperio que se extendió hasta la India. El modelo griego se fundió con otras formas de pensamiento y, por primera vez, surgió una nueva idea del mundo en la que este es visto como un todo integrado. El ideal griego, fusionado con otras culturas, se impone y da uniformidad a todas las ciudades, países y razas, superando la distinción entre griegos y bárbaros. El objetivo de Alejandro Magno fue lograr una cosmopolis, considerando el mundo conocido como si fuese una ciudad mundial. El ideal político hasta entonces era la polis. Ahora surge la pregunta: ¿cómo gobernar un vasto imperio formado por gentes de tan diferente condición? La respuesta la dieron los diádocos, quienes se repartieron los territorios conquistados e instauraron monarquías absolutas. Con esta forma de gobierno, el ciudadano dejaba de participar en la política.
Consecuencias de este cambio de mentalidad:
- El nuevo individuo asume ante el Estado una actitud de desinterés que se refleja en las nuevas filosofías. Para Epicuro, el hombre, si quiere ser feliz, no debe intervenir en la política.
- El hombre ahora es visto como individuo; así se descubre la individualidad humana. Se plantea por primera vez el conflicto entre su papel social, público, y su personalidad íntima.
- Surgen nuevos movimientos filosóficos, como el estoicismo, que destacan y defienden nuevos valores que sirvan de eje para regir la vida del ser humano. Estos valores son: la libertad individual, la ausencia de ansiedad y dolores tanto mentales como corporales, y la autarquía (el autocontrol sobre la mente y sobre el cuerpo que nos faculta para ser dueños de nosotros mismos).
2. El Hombre en el Pensamiento Cristiano Medieval
El pensamiento griego es el dominante hasta el siglo I. A partir de esta época, comienza a extenderse una nueva forma de contemplar el mundo y al hombre: el cristianismo. Se apoya en la explicación religiosa. Para el cristianismo, la razón no era suficiente para explicar los dogmas religiosos fundamentales. A medida que el cristianismo se fue extendiendo, se necesitó explicar y justificar la realidad natural: el mundo y el hombre. Para ello, los pensadores cristianos necesitaron de la razón y recurrieron a la ayuda de términos y teorías filosóficas que, procedentes de la tradición griega, fueron adaptadas a los nuevos tiempos. Surge así la filosofía cristiana. Esta nueva forma de pensar y justificar la realidad tiene sus pilares centrales en los puntos siguientes:
- La verdad es revelada: Dios, único (monoteísmo) y omnipotente, revela a los hombres la verdad.
- La fe: el hombre asume la palabra de Dios como herramienta inapelable de conocimiento, a la que la razón debe obedecer.
- La creación: el universo fue creado a partir de la nada, algo que para un griego habría sido irracional y que ahora abre nuevos caminos de reflexión.
- La Biblia: es el libro sagrado del cristianismo, donde se recoge la palabra de Dios convertida en dogma.
La Visión del Hombre
Se basa en tres ideas:
- Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza; esto sitúa al ser humano como el centro de la creación, aunque debe vivir por y para Dios.
- El alma humana es inmortal. Para el cristianismo, el alma es el nexo de unión con el creador, que permite acceder a la resurrección.
- Al final de los tiempos, el hombre resucitará en su cuerpo y alma. Frente a esto, el cristianismo propone un nuevo concepto, la idea de resurrección, según la cual los hombres resucitarán, pero en otra dimensión.
Frente al pensamiento griego, el cristianismo aporta nuevas novedades; muchas están en el campo de la moralidad humana. En el cristianismo, la moral humana no depende de la razón, sino de las leyes de Dios, y si no lo hace, cae en el pecado. El hombre es libre, ya que tiene la posibilidad de elegir entre el bien y el mal. Entre los autores cristianos más importantes está Santo Tomás de Aquino, representante de la escolástica medieval. Para él, la naturaleza humana se compone de alma y cuerpo. Asume la definición del hombre como animal racional y considera que es el único ser que puede conocer su propia naturaleza y fijar normas de conducta, como la conservación de la vida, la obligación de cuidar y educar a los hijos, la obligación moral de buscar la verdad y el respeto a la justicia y a los ciudadanos.
3. El Humanismo Renacentista
Entre los siglos XV y XVI se produce una de las etapas más fructíferas de la historia de Occidente. En esta etapa tienen lugar importantes descubrimientos geográficos y avances culturales, científicos y tecnológicos. Todo ello hace que surja un nuevo tipo de mentalidad.
Humanismo
En esta etapa existió en todos los ámbitos culturales un deseo de renovación de la sociedad y del ser humano. Este deseo desembocó en un movimiento cultural conocido como humanismo, que trajo consigo una defensa de la libertad de pensamiento y expresión. El Renacimiento se caracterizó por la vuelta a los principales sistemas griegos; ello permitió recuperar la reflexión racional sobre el hombre.
Antropocentrismo
El pensamiento humanista aspira a un hombre nuevo, liberado de la ignorancia y la barbarie con la que se identificaba a la época medieval.