El Ser: Una Perspectiva Filosófica a Través del Tiempo

1. El Ser Personal: el alma

Los filósofos consideraron que la identidad personal nacía en una entidad específica que denominaron espíritu o alma. Esta nos hace ser un ser singular, distinto a cualquier otro y nos emparenta con otro mundo considerado el verdadero. Hoy día la entidad personal está relacionada con la distinción mente-cerebro, aspecto consciente y biológico.

Cuestiones de carácter metafísico

Una de estas cuestiones es el sentido de la existencia. A esta pregunta se le ha dado tres respuestas:

  1. La vida no tiene sentido, la existencia no tiene sentido. Sartre o Camus.
  2. La vida tiene sentido inmanente, pues no hay nada más allá de ella ni nada más valioso que ella. Bloch o Tierno Galván.
  3. La vida tiene un sentido trascendente, un sentido que rebasa la muerte, otra vida donde alcanzaremos la felicidad plena. Es la postura de las religiones y muchos filósofos.

Los Pitagóricos

Habían propuesto la purificación del cuerpo mediante medicamentos y la del alma mediante la música, para llegar a una vida superior, hasta alcanzar la liberación definitiva vinculada al conocimiento.

Platón y Aristóteles

Ponían el sentido de la existencia en la contemplación de las ideas y los conceptos, pues solo con una función racional del alma se puede conseguir el verdadero conocimiento y una vida feliz.

En la Edad Media

Se establece el sentido de la existencia a partir de Dios que determina los valores de nuestra vida, así como quién nos premia o castiga en función de nuestra actuación cuando hayamos muerto. El sentido de la vida es hacer el bien porque solo así podremos continuar nuestra existencia junto a él.

A partir del Renacimiento

El hombre se convierte en artífice de su destino y a él se le atribuye toda la responsabilidad de lo que hace con su vida que debe ir encaminada al desarrollo de su vida individual. Con la Ilustración se exalta la capacidad de la razón para dirigir la vida humana y conducir a la humanidad hacia la paz y la libertad.

A partir del s.XIX

Se defiende al ser humano concreto, que no es nada, porque no tiene esencia y ha de construir su vida asumiendo su libertad y responsabilidad en la tarea de la construcción de sí mismo, una tarea que no acaba hasta que muere.

El hombre también se ha interesado por la muerte. Si entendemos la muerte como la destrucción de algo, mueren los seres vivos y los objetos. Si la entendemos como la pérdida de las características propias de la vida que llevan a la destrucción del organismo, solo podremos hablar de la muerte de los seres vivos. Este hecho puede deberse a dos causas: externas, dando lugar a la muerte accidental o internas dando lugar a la muerte natural. En filosofía ha habido dos concepciones fundamentales sobre la muerte. Unos consideran que es el final definitivo y otros que no es más que un tránsito hacia otra vida.

Los materialistas

Son los que mantienen la primera concepción, ante la cual hay dos actitudes:

  1. Resignación y aceptación: es mantenida por los epicúreos que consideran que la mejor actitud ante la muerte, es algo irremediable y definitivo, es resignarse a que nos llegará algún día y aceptarla sin miedo.
  2. Rechazo: Miguel de Unamuno mantiene esta actitud. Considera que la muerte es algo definitivo e irremediable pero se rebela contra la muerte y se afana por dejar algo para no morir del todo.

La segunda concepción es propia de los dualistas, que creen que lo que muere es el cuerpo pero que hay una vida para el alma más allá de la muerte del cuerpo. Los Cristianos y Platón.

2. El Ser Material: el cosmos

Desde que el ser humano despertó la razón, la naturaleza ha sido objeto de su interés. También la pregunta sobre el cosmos sigue siendo hoy de interés.

Respuestas

En Egipto y Babilonia

Se entiende el cosmos como una enorme sala que tiene por techo el firmamento y por suelo la Tierra, rodeada de un foso de agua que la separa de las montañas que sostienen la cúpula del firmamento. Atribuyeron a los astros carácter divino y afirmaron que sus movimientos influían en la vida humana.

En Grecia

Pero fue en Grecia donde los primeros filósofos hicieron verdaderos avances. En tiempos de Homero se creía que la tierra era un disco plano rodeado por el océano. Los Pitagóricos afirmaron que los cuerpos celestes incluida la Tierra son casi divinos, esféricos y sus órbitas son circulares. Para los atomistas hay infinitos mundos. Aristóteles dividió el universo en dos espacios: el mundo sublunar, compuesto de tierra, agua aire y fuego (Tierra) y el supra lunar compuesto por éter, sutil e inalterable. Veía el universo como un conjunto de esferas transparentes que giran alrededor de la tierra y que tienen como límite una última esfera. Aristarco de Samos mantuvo una concepción heliocéntrica, llegó a ser acusado de impiedad. Ptolomeo con su teoría de los epiciclos quiso explicar los movimientos de los planetas y supuso que al mismo tiempo que gira alrededor de la tierra lo van haciendo en un círculo menor.

En la época medieval

Los pensadores cristianos, frente a la tesis de que el mundo era eterno, mantuvieron que había sido creado, ofrecieron una interpretación teocéntrica de la realidad y situaron a la Tierra inmóvil en el centro del universo.

Con el Renacimiento y el surgimiento de la nueva ciencia

La interpretación del universo se hace sobre una base física. Se sustituye la teoría geocéntrica por la heliocéntrica y desaparece la división entre mundo sublunar y supralunar. Copérnico estableció que la Luna gira en torno a la Tierra y esta y los demás planetas en torno al Sol. Kepler estableció el movimiento elíptico y Galileo estableció una nueva cosmología, cuyos fundamentos son la infinitud, las órbitas elípticas y la unicidad de la materia del universo. Newton consideró que la fuerza de atracción que el Sol ejercía sobre los planetas era la misma que la fuerza de la gravedad en la tierra. Los avances científicos han llevado a la formación de preguntas más radicales, de carácter metafísico, sobre el origen y el fin del universo.

3. El Ser Trascendente: Dios

La antigüedad del fenómeno religioso hace que a lo largo de la historia haya tomado diversas formas: religiones cosmogónicas y reveladas. Las primeras son aquellas en las que el cosmos aparece como manifestación visible. Las segundas son aquellas que consideran la religión como algo que parte de Dios y que se comunica al hombre a través de la palabra. A la filosofía le ha interesado el tema y ha ofrecido distintas concepciones de Dios, unas aceptan la existencia de Dios, otras la niegan y otras ni la afirman ni la niegan.

A) El Panteísmo

Afirman que Dios es una entidad inmanente al mundo, que se identifica con el mundo y por eso se puede conocer cuando se conoce al mundo. Los estoicos y Hegel.

B) El Teísmo

Afirma que Dios es trascendente al mundo que se identifica con el Dios personal y proviene de las religiones reveladas. Santo Tomás y Descartes.

C) El Deísmo

Afirma que hay una realidad trascendente al mundo, un ser superior, pero que no interviene en él, no es un Dios personal que se revela al hombre, solo se puede acceder a él a través de la razón. Locke y Rousseau.

El Ateísmo

Niega la existencia de Dios. Marx y Nietzsche.

El Agnosticismo

Duda sobre el tema, no afirma ni niega la existencia de Dios, porque la razón no puede acceder a los límites de la realidad para afirmar que existe o que no existe. Hume y Kant.

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