El Surgimiento de la Edad Moderna: Contexto Social, Político y Filosófico

El Surgimiento de la Edad Moderna: Un Nuevo Paradigma

Hacia el año 1600, con la aparición de René Descartes en el ámbito del pensamiento, se inicia la Edad Moderna, el tercero de los periodos históricos en los que se divide, tradicionalmente, la Historia Universal en Occidente. Durante la Edad Media (especialmente en los siglos XIII y XIV), el saber se orientó en torno a las relaciones Fe – Razón y la sociedad se organizaba de acuerdo con una visión teocéntrica del mundo. La Edad Moderna, en cambio, surgirá del enfrentamiento y la superación de la Edad Media. Si la vida en el medioevo se orientaba en torno a Dios, el humanismo renacentista de los siglos XV y XVI protagonizó un giro antropocéntrico y naturalista que propuso al ser humano como centro del interés intelectual, volviendo a los valores clásicos de la Antigüedad.

Crisis y Transformación en el Siglo XVI

Hacia la mitad del XVI comienzan en Europa una serie de crisis, que van a influir en el siglo XVII. En el plano social se corresponden con el desarrollo de la burguesía y en el plano ideológico con la necesidad que se experimenta de una nueva concepción del mundo basada enteramente en la Razón Humana. Diversos acontecimientos marcaron un gran cambio social y económico:

  • El crecimiento de las ciudades.
  • El nacimiento de la burguesía.
  • La fundación de los primeros Estados modernos.
  • La imprenta.
  • Las crisis religiosas de la Reforma y la Contrarreforma.
  • Las sangrientas guerras de religión en Francia.
  • Descubrimientos geográficos que trajeron consigo el expansionismo colonial.

Por otro lado, los avances del conocimiento científico-técnico exigían una puesta al día del saber. Había que sustituir anteriores paradigmas basados en conceptos metafísicos por otros de caracteres físico-matemáticos, fundados en la experiencia y en un método con un criterio riguroso y lógico para que los hechos observados fueran traducidos al lenguaje matemático, y así establecer su razón. Este es el origen de las leyes científicas.

Principios Fundamentales de la Nueva Ciencia

Se establecen dos principios básicos para el desarrollo de la ciencia:

  1. El Universo es un conjunto mecánico sometido a leyes: es una “máquina”.
  2. Para el conocimiento de esta “máquina” y sus leyes el instrumento válido son las matemáticas.

Ya hemos mencionado algunos cambios sociales y políticos que se produjeron en Europa hacia el final de la Edad Media. A estos cambios sociales y políticos hay que añadir los cambios culturales que se produjeron correlativamente: el desarrollo del humanismo, el neoplatonismo, la aparición de una nueva ciencia que se ocupa del estudio de la naturaleza, y la extensión del pirronismo que, de una u otra manera, influirán en el desarrollo de la filosofía cartesiana. Por otro lado, el humanismo había conseguido imponer una nueva percepción del hombre asociada a la necesidad de recuperar el saber clásico. Sin entrar en una confrontación frontal con la Iglesia, y sin desmarcarse de los principales elementos del dogma, había resaltado el papel del hombre y la necesidad de considerarlo el objeto fundamental de la creación.

La Filosofía Moderna: Un Nuevo Enfoque

A todo ello hay que sumar el hecho de que la filosofía comienza a hacerse de un modo distinto. Frente a la preeminencia de los teólogos, nos encontraremos con filósofos que no son teólogos. Si la filosofía medieval había sido ejercida fundamentalmente por teólogos y profesores, los filósofos modernos no tienen por qué ser ni lo uno ni lo otro: ni Descartes, ni Galileo, ni Spinoza, ni Leibniz serán profesores ni pertenecerán a las estructuras académicas oficiales.

Descartes y el Método Deductivo

Descartes optará por una interpretación distinta del método. Comparte la idea de que la naturaleza es una realidad dinámica con estructura matemática. Comparte también la necesidad de la existencia del método dado el fracaso de los métodos anteriores en el conocimiento de la verdad. Pero tiene una interpretación distinta del significado de las matemáticas. Para Descartes el éxito de las matemáticas radica no en su estructura que hoy denominaríamos axiomática, sino en el método que utiliza. Y ese método es un método deductivo. Si el conocimiento de la naturaleza es posible gracias a las matemáticas es pensable que utilizando el método que utiliza las matemáticas se pueda alcanzar la verdad y la certeza en el conocimiento de los otros aspectos de la realidad.

Racionalismo y Empirismo: Dos Sistemas Filosóficos Contrapuestos

Estos cambios se consolidaron en el siglo XVII en dos sistemas filosóficos contrapuestos (Racionalismo y Empirismo), que configuran la modernidad. Ambos coinciden en que:

  1. El sujeto es el centro y el fin de toda actividad y quien decide sobre la verdad o falsedad de cualquier enunciado.
  2. Comienzan por un análisis del conocimiento para determinar su alcance.

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