La Revolución Industrial y el Nacimiento del Proletariado
Con el desarrollo industrial, la burguesía ha tomado las riendas de la economía y con ella ha surgido una nueva clase social: el proletariado. La industria naciente necesita abundante mano de obra concentrada en las ciudades, que se ve sometida a una explotación salvaje en su trabajo. Son frecuentes las jornadas laborales de más de trece o catorce horas, no existen derechos laborales, ni festivos, ni vacaciones, ni seguridad social… las condiciones higiénicas son deplorables y el trabajo infantil generalizado. Se llega incluso a cobrar por anticipado el trabajo futuro de los hijos pequeños del obrero. Ante esta situación, lentamente el ejército de proletarios comienza a tomar conciencia de su situación y a organizarse. Empiezan a constituirse diversas teorías revolucionarias, de entre las cuales destaca la de Marx, cuyo objetivo es superar estas tremendas injusticias e instaurar una sociedad comunista en la que todos los seres humanos sean iguales y el hombre no sea explotado por el propio hombre.
El Liberalismo: Auge y Contradicciones
La ideología dominante que se impone lentamente es el liberalismo. Sin embargo, hay que distinguir, al menos, entre:
- Liberalismo económico: Es el fundamento ideológico del sistema capitalista (salvaje).
- Liberalismo político: Se opone al absolutismo y defiende el parlamentarismo.
Pero no hay que olvidar que esta ideología -como todas- está en función de determinados intereses concretos; así, por ejemplo, el liberalismo económico acepta con naturalidad la explotación salvaje a que son sometidos los proletarios y el liberalismo político suele limitar los derechos civiles a quienes alcanzan una determinada renta económica. La libertad, por tanto, suele verse desde el punto de vista del grupo de pertenencia. No hemos de olvidar, sin embargo, el papel progresista que representan las teorías liberales frente a los intentos de restauración del Antiguo Régimen, así como la influencia democratizadora y tolerante de un liberalismo intelectual opuesto a todo dogmatismo.
Alternativas al Liberalismo: Socialismos Utópicos y Anarquismos
Frente al liberalismo están las posiciones tradicionalistas anteriormente mencionadas y, además, surgen una serie de movimientos que intentan responder a la situación de miseria del proletariado europeo. Entre ellos hay que mencionar:
- Socialismos utópicos: (Fourier, Saint-Simon y Owen), que defienden una organización social libre de los conflictos generados por la propiedad en una especie de fraternidad universal igualitaria y pacífica.
- Anarquismos: (Proudhon, Bakunin y Kropotkin), propician la desaparición de toda autoridad política, jurídica y religiosa, dirigiendo sus esfuerzos a la destrucción del Estado, que es considerado como responsable de los conflictos sociales y el obstáculo principal para el establecimiento de una sociedad justa e igualitaria, basada en la bondad innata del hombre.
El Materialismo Histórico de Marx
El pensamiento de Marx intenta dar una respuesta a los conflictos de su tiempo que supere estas posturas utópicas basadas en una vaga filantropía para proponer un socialismo con fundamentos científicos. Su punto de partida lo toma de la filosofía de Hegel. Éste es el máximo exponente del idealismo alemán, y Marx toma de él su concepción de la historia universal dirigida por leyes dialécticas (basadas en la oposición de contrarios) pero convirtiendo el idealismo en un materialismo histórico: lo que explica la historia no son las ideas, como cree Hegel, sino la lucha que enfrenta a las clases sociales por la defensa de sus intereses materiales.
La Economía Política en el Pensamiento de Marx
Para comprender esta lucha, Marx se basa en los estudios de Economía Política de los teóricos ingleses (sobre todo de Adam Smith) que por primera vez trataban de convertir la Economía en ciencia, es decir, descubrir las leyes que la dirigen. Aunque Marx no comparte la ideología capitalista de los nuevos economistas, utiliza sus descubrimientos teóricos para explicar el sistema económico que intenta superar.
La Influencia de Marx
En Marx encontramos una obra de enorme originalidad, que incorpora reflexiones de tipo filosófico, sociológico, histórico, económico y político, hasta el punto de que no resulta fácil separar en sus escritos estos aspectos. La amplitud y complejidad de su obra ha dado lugar a una multitud de interpretaciones de su pensamiento, algunas de ellas opuestas entre sí. En todo caso, está claro que más allá de su afirmación de que «la filosofía no debe interpretar el mundo, como ha hecho hasta ahora, sino transformarlo», Marx ha sido, aunque con frecuencia manipulado, el pensador que mayor influencia ha ejercido en muchos cambios sociales del siglo XX y nuestro tiempo.