Hume: Impresiones e Ideas
Impresiones: Son los elementos básicos del conocimiento, los datos percibidos a través de los sentidos, pudiendo ser internas o externas.
Ideas simples: Copias o huellas de las impresiones, menos vívidas e intensas. A cada impresión le corresponde una idea simple.
Impresiones e ideas constituyen la Percepción, el conocimiento objetivo del mundo. La mente se comporta pasivamente, recibiendo información sin añadir nada.
El conocimiento humano se enriquece mediante asociaciones de ideas simples, resultando en Ideas complejas. Estas ideas suponen actividad y construcción mental, careciendo de objetividad al ser elaboraciones mentales que no representan adecuadamente el mundo objetivo.
Los mecanismos de asociación incluyen:
- Sucesión
- Contigüidad
- Causalidad
Clases de Conocimiento
Cuestiones de Hecho: Conocimiento objetivo proporcionado por impresiones e ideas simples. Carece de necesidad y universalidad, siendo contingente.
Relaciones de Ideas: Construcciones mentales elaboradas a partir de elementos más simples. La matemática y la lógica poseen necesidad y universalidad, pero carecen de objetividad al ser construcciones mentales.
Emotivismo Moral
Hume aplica el empirismo a la moral, argumentando que las cuestiones morales descansan sobre un sentimiento universal de simpatía. Los juicios morales sobre lo bueno y lo malo proceden de sentimientos de agrado y repulsión sin fundamento racional. Esta postura se conoce como Emotivismo Moral.
Crítica del Principio de Causalidad
El principio de causalidad, esencial para la ciencia moderna, relaciona dos eventos sucesivos en el tiempo, suponiendo una conexión necesaria entre causa y efecto. Hume critica este principio desde el empirismo, cuestionando la procedencia de las ideas de «conexión necesaria» y «siempre». La experiencia humana no proporciona necesidad ni puede predecir el futuro. Por lo tanto, el principio de causalidad no es válido para el conocimiento.
Escepticismo y Metafísica
Hume llega al Escepticismo, dudando de la capacidad humana y científica para conocer el mundo más allá de las impresiones. La crítica del principio de causalidad afecta a la ciencia moderna y a la metafísica, el saber sobre Dios, el alma o el mundo.
No podemos saber si existe el mundo o si hay sustancias en él, ya que solo percibimos impresiones. Tampoco podemos saber si existe Dios, al carecer de impresiones de infinitud o eternidad, y las pruebas de su existencia se basan en el principio de causalidad, que Hume considera inválido.