Empirismo de Hume: Crítica al Principio de Causalidad y Conocimiento

La Teoría del Conocimiento de Hume: Una Crítica al Racionalismo

La teoría del conocimiento de Hume representa una crítica al idealismo metafísico, también conocido como racionalismo. Hume rechaza la existencia de ideas innatas, argumentando que todas las ideas provienen de la experiencia. Utiliza el término «percepción» para referirse a todo aquello presente en la mente, consciente y accesible a través de los sentidos. Distingue dos tipos de percepciones:

  • Impresiones: Captadas a través de los sentidos, penetran en nosotros con mayor fuerza y vivacidad. No son necesariamente ciertas, ya que los sentidos pueden ser engañosos, pero constituyen la única forma de conocimiento disponible. Pueden ser simples (forma, color) o complejas (un objeto en su conjunto).
  • Ideas: Son el recuerdo del objeto ausente, derivadas de las impresiones. No podemos tener ninguna idea sin una impresión previa que nos haya llegado por medio de los sentidos. De lo contrario, esa idea carecería de sentido, negando así la existencia de ideas innatas. Las ideas son más débiles que las impresiones y también pueden ser simples o compuestas. Para Hume, las ideas son realidades abstractas e inmateriales que guían nuestro conocimiento y reconocimiento de las cosas.

Es importante distinguir entre innatismo, que se refiere a lo natural y propio del ser humano (deseos, sentidos, etc.), e ideas innatas, que se refieren a un contenido mental inscrito en el ser humano desde su nacimiento. Hume divide las impresiones en:

  • Impresiones sensibles: Producidas directamente por la sensación.
  • Impresiones de la reflexión: Estados internos causados por ideas que, a su vez, han sido producidas por impresiones sensibles anteriores.

El Principio de Asociación de Ideas

Para Hume, las ideas son las huellas o copias que dejan las impresiones en nuestra memoria o imaginación. La memoria reproduce con mayor precisión las impresiones, conservando su orden y forma originales. La imaginación, en cambio, deforma la realidad y las reproduce de manera tenue y débil. La imaginación da lugar a las ideas de la fantasía, originadas a partir de la asociación de impresiones sensibles previas, creando ideas complejas que no necesariamente corresponden a una impresión real (sirena, centauro). Hume es el creador del Principio de Asociación de Ideas, que afirma que las ideas complejas se forman por agrupación o combinación de ideas simples, siguiendo leyes mentales que no son arbitrarias, sino que se basan en la asociación de ideas. Estas se combinan mediante tres leyes:

  • Semejanza: La mente une ideas simples que se parecen (ver una foto de alguien y pensar en esa persona).
  • Contigüidad: Asociar ideas simples próximas en el espacio o tiempo (pensar en el Miguelete y luego en Valencia).
  • Causalidad: No se refiere a la relación causa-efecto, sino a la asociación mental entre causa y efecto. Si sabemos que algo es causa de otra cosa, pensamos en el efecto, y viceversa (pensar en el hijo nos lleva a pensar en el padre).

Tipos de Conocimiento según Hume

Según Hume, todo el conocimiento se reduce a dos tipos:

  • Relaciones de ideas: Expresan algo necesario, ya que la idea contenida en el predicado está implícita en el sujeto. No aumentan el conocimiento y no requieren experiencia para su comprobación. Por ejemplo, «los calvos no tienen pelo» es una verdad necesaria, ya que la idea de «no tener pelo» está contenida en «calvo». Son las ciencias formales (matemáticas y lógica) y se basan en la deducción.
  • Cuestiones de hecho: Su veracidad debe ser comprobada empíricamente, porque la idea expresada en el predicado no está implícita en el sujeto. Son las ciencias naturales y se basan en la inducción, ya que no expresan algo necesario, sino contingente (puede ser o no ser). Generan un sentimiento de costumbre que nos hace esperar que a un evento le siga otro.

Crítica al Principio de Causalidad

Hume realiza una crítica a la causalidad, basándose en que las ciencias naturales son cuestiones de hecho. La causalidad afirma que «todo lo que comienza a existir debe tener una causa de su existencia». Esta se caracteriza por:

  • Contigüidad en tiempo y lugar.
  • Prioridad temporal de la causa respecto al efecto.
  • Conjunción constante entre causa y efecto: todo objeto similar a la causa produce un objeto similar al efecto.

Para Hume, el principio de causalidad no es evidente a priori, no hay un nexo necesario entre causa y efecto, porque no tenemos impresión del mismo. Por experiencia intuitiva, vemos la contigüidad y sucesión temporal de dos hechos, pero no su conexión necesaria. No podemos afirmar que todo lo que empieza a existir tiene una causa, ni que las mismas causas producen los mismos efectos. Sin embargo, nos apoyamos en el principio de causalidad para predecir acontecimientos, infiriendo lo que va a pasar. Así, concluimos que todos los razonamientos causa-efecto se basan en la experiencia y en la costumbre, ya que no hay argumento que nos lleve a pensar que el efecto será conforme a la experiencia pasada. Es una creencia pensar que los hechos futuros se producirán como en el pasado, ya que podrían cambiar sin contradicción. Aceptamos el Principio de Uniformidad de la Naturaleza sin prueba alguna. En definitiva, Hume sostiene que la ciencia no tiene un fundamento lógico, no hay base en nuestra mente que asegure la predictibilidad del futuro.

Predicciones Científicas y la Probabilidad

Desde un punto de vista científico, todas las predicciones tienen un carácter probabilístico, como la predicción meteorológica. Esto, en parte, avala y contradice las tesis de Hume. No es cierto que no se puedan hacer predicciones, pero sí es cierto que estas no son 100% seguras, sino que tienen un grado de probabilidad. Otro ejemplo es la elaboración de vacunas, donde las autoridades sanitarias calculan las probabilidades de éxito antes de su comercialización. La gran aportación de Hume al modelo de conocimiento actual es la introducción de este elemento de incertidumbre y humildad en las posibilidades del conocimiento humano.

Comparación entre Hume y Locke

Con Locke nace la filosofía empirista, ya que enuncia el principio de que todo conocimiento proviene de la experiencia, tras negar las ideas innatas. Locke buscaba fundamentar el conocimiento, no investigando qué son las cosas, sino cómo las conocemos, y esto se hace a través de las ideas. Para Locke, las ideas solo pueden venir de la sensibilidad, negando así las ideas innatas. Argumenta que no existe universalidad en las ideas, ya que ni los niños ni los deficientes mentales conocen el principio de identidad o contradicción. Además, no hay principios morales universales, ni siquiera la idea de Dios es universal.

Hume ridiculiza la postura de Locke al negar el conocimiento universal de la realidad. Llega a esta conclusión a partir de su crítica a la noción de causalidad, argumentando que esta es fruto de la costumbre y no de una necesidad real. Según Hume, que el efecto siga necesariamente a una causa es indemostrable. La causalidad es una relación mental por la que suponemos una conexión necesaria entre dos elementos al observar su cercanía, prioridad y acción del primero.

Hume piensa que la causalidad no procede de la experiencia, sino que es aportada por la mente, siendo una creencia. El hábito o la costumbre de ver sucederse dos fenómenos nos lleva a creer que uno es causa del otro y que su relación es necesaria. La causalidad y cualquier inferencia empírica basada en ella quedan reducidas a meras formas de asociación de ideas basadas en el hábito y en la creencia injustificada de que volverán a repetirse. Con esto, Hume afirma que cualquier inducción se basa en el principio de uniformidad de la naturaleza, pero este supuesto es también una inferencia empírica del pasado al presente, con lo que la justificación de la inducción es circular e imposible. Siendo la causalidad la base de todas las investigaciones posteriores de la razón, todas las demás quedan en entredicho. Sin la noción de causalidad, la existencia de las sustancias (como las de Descartes) queda como algo indemostrable.

Para Locke, idea es todo lo que hay en la mente. Para Hume, son las imágenes debilitadas de las impresiones. Siguiendo a Descartes, Locke llamó «ideas» a todo lo que se ofrece a la percepción interna, es decir, a todo contenido de conciencia. En la terminología de Hume, esto es lo que él llama «percepción», el término más genérico para referirse a lo que se encuentra en la mente: pensamientos, sensaciones, recuerdos, fantasías, deseos, sentimientos y emociones. Sin embargo, en Hume, el término «idea» tiene un significado más restringido: divide las percepciones en impresiones e ideas, siendo estas últimas las imágenes debilitadas de las impresiones, como cuando pensamos, imaginamos o recordamos.

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