Empirismo y escepticismo en la filosofía de Hume

Teoría Empirista del Conocimiento de Hume

Para Hume, la percepción es cualquier contenido de la mente y se divide en:

  1. Impresiones: Percepciones que vienen directamente de los sentidos.
  2. Ideas: Copias de impresiones.

No existen las ideas innatas. La diferencia entre impresiones e ideas radica en su intensidad. Hay percepciones de sensación y reflexión; las primeras surgen de las ideas, que provocan las impresiones de reflexión.

Tipos de Conocimiento y Crítica de la Idea de Causa

Se distinguen dos tipos de conocimiento:

  1. Relaciones de ideas: Son proposiciones analíticas y necesarias, como las de la lógica o las matemáticas, que afirman la relación entre ideas sin recurrir a la experiencia.
  2. Cuestiones de hecho: Son sintéticas y probables. Una idea será verdadera si procede de alguna impresión; si no es así, es ficción. Aplicando este criterio, el conocimiento se reduce a impresiones e ideas.

La relación causa-efecto se basa en la experiencia. En ella, nunca podemos descubrir una conexión necesaria entre los hechos, sino simplemente que un hecho (efecto) se sigue de otro (causa). La conexión necesaria implicaría que esa relación se daría siempre, pero esto no se puede garantizar, solo creemos que ocurrirá. La costumbre engendraría la creencia, que nunca proporciona certeza.

Crítica de la Idea de Sustancia

Hume aplica el criterio del conocimiento para referir las ideas a impresiones con el fin de saber si las sustancias del racionalismo son verdaderas. Respecto al mundo físico (sustancia extensa), solo tenemos impresiones, porque la idea de una realidad externa no se basa en impresiones o experiencia alguna. En cuanto al yo (sustancia pensante), se reconoce a través de sus distintas y sucesivas ideas o impresiones. Nuestras impresiones están unidas por asociación en la imaginación, y no deberíamos atribuir una identidad a lo que solo es una sucesión de percepciones diferentes en infinito flujo y movimiento. La existencia de Dios (sustancia infinita) no se puede demostrar a priori porque la existencia es una cuestión de hecho, ni a posteriori como pretendía Tomás de Aquino, ya que habría que basar la demostración en la analogia con las obras humanas, pero la analogía es una forma débil de razonamiento.

Crítica a la Sustancia Infinita: Dios

Todo el mundo está de acuerdo en que no hay percepción de Dios, y aquellos que defienden su existencia la demuestran recurriendo a principios causales o a las ideas innatas. Hume niega el valor de las ideas innatas y dice que no puede haber ideas sin la impresión correspondiente. También niega la validez objetiva al principio de causalidad. Por lo tanto, no hay ninguna base para defender su existencia, por lo que su posición es el agnosticismo.

Fenomenismo y Escepticismo

Las tres sustancias cartesianas (mundo, Dios, yo) no podemos conocerlas. La realidad queda reducida a impresiones, simples fenómenos. Esta posición fenomenista lleva al escepticismo moderado, que conduce directamente a la tolerancia, pues, al no estar seguros de ningún conocimiento, debemos mantener la libertad de acción y de pensamiento en nuestro comportamiento y nuestras actitudes. Por otra parte, este escepticismo también debe servir al empezar una investigación filosófica para liberarnos de perjuicios y alcanzar la imparcialidad.

Moral del Sentimiento

Hume considera que la razón no es ni puede ser el fundamento de nuestros juicios morales, puesto que es esclava de las pasiones y no tiene otra opción que obedecerlas. La moralidad tiene su origen en los sentimientos. Una acción es virtuosa según la impresión de agrado o desagrado que nos produce. Este sentimiento de empatizar con la felicidad o la desgracia ajenas es común a toda la humanidad y explica que las personas estén de acuerdo al juzgar las acciones. Pero este acuerdo solo se dará si quien aprueba o censura es un observador imparcial que se aleja de sus intereses particulares y tiene en cuenta la utilidad social de las cuestiones juzgadas.

Ideas Políticas

Para los humanos, vivir en comunidad es más provechoso que la libertad o la independencia individuales. Esa misma utilidad se ve en la aceptación de un gobierno para dirigir la sociedad, ya que así se aumenta la seguridad de los individuos. El gobierno vigila para que los individuos no opongan sus intereses particulares a los de la sociedad. Las reglas de la justicia no son leyes naturales, sino convicciones útiles. Respecto al origen del Estado, es una simple especulación recurrir a Dios o a un contrato cuando suele ser la violencia; en cualquier caso, puede ser reconocido por la historia sin necesidad de usar ningún estado de naturaleza. En cualquier caso, solo en situaciones muy excepcionales será justificada la resistencia a la autoridad, y siempre que sea a favor del interés general y la utilidad política.

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