Escuelas Filosóficas Clásicas
Epicureísmo
Epicureísmo: Esta escuela, fundada por Epicuro de Samos (341-270 a.C.), se reunía en un jardín, conocido como «El Jardín». Para Epicuro, la filosofía tenía una función práctica, cuyo primer propósito se alcanzaba con el tetrafarmakon (los cuatro remedios): enseñanzas que liberan al hombre de las preocupaciones sobre los dioses, la muerte y el destino, y las necesidades naturales y los males.
Su filosofía se dividía en tres partes:
- Canónica: Establecía cómo conducir el pensamiento para alcanzar el conocimiento sin caer en engaños.
- Física: Trataba sobre la naturaleza y el ser humano, asumiendo el atomismo de Demócrito y defendiendo la libertad humana.
- Ética: El fin del ser humano es la felicidad, la ataraxia (ausencia de dolor), alcanzable mediante la autarquía (autosuficiencia).
Estoicismo
Estoicismo: Fundado por Zenón de Citio (332-262 a.C.), el estoicismo consta de tres periodos: el de Zenón, Cleantes y Crisipo; el de su introducción en Roma; y el estoicismo nuevo o imperial. Su filosofía se basa en:
- Física: El universo es un ser vivo con materia física e inteligencia que lo determina todo.
- Lógica: El logos es racional y lingüístico; la lógica estudia el lenguaje y el discurso.
- Ética: Se propone la imperturbabilidad ante el destino, determinado por el logos, y la apatheia (ausencia de pasiones).
Séneca, figura destacada, ofreció una guía moral para la formación del carácter, defendió la igualdad humana e invitó a la serenidad y el autoconocimiento para alcanzar la felicidad. Se vivía conforme a la naturaleza y cultivando buenas amistades.
Escepticismo
Escepticismo: Del griego skeptomai («examinar cuidadosamente»), esta filosofía examina la realidad asumiendo la falta de conocimiento exacto. Pirrón de Elis (360-275 a.C.) pensaba que no había fundamento racional para la moral. Los escépticos practicaban la epokhé (renuncia a saber con certeza). Esta actitud se justifica con cinco tropos:
- Relatividad de las opiniones.
- Búsqueda infinita de la verdad.
- Relatividad de las percepciones.
- Carácter hipotético de cualquier premisa.
- El círculo vicioso (necesidad de aceptar lo que se pretende demostrar).
El escepticismo se interpretó como la difícil búsqueda de la verdad, incluso de su posible inexistencia, convirtiéndose en la filosofía de la duda dogmática. Carnéades y Marco Tulio Cicerón, entre otros, destacaron en esta escuela. Sexto Empírico reformuló el escepticismo a finales del siglo.
Escolástica
La escolástica, filosofía surgida en las escuelas monásticas, es una filosofía cristiana que ordena los dogmas elaborados por los Padres de la Iglesia. Los escolásticos buscaban profundizar en las verdades de la fe a través de la razón, sistematizando los contenidos mediante el método pro et contra o sic et non (contraponer alegatos a favor y en contra).
El Problema de los Universales
Un problema escolástico fue el de los universales (términos generales como «justicia»). El debate, iniciado por Platón y Aristóteles, se centraba en su realidad. Las respuestas fueron:
- Realismo: Los universales son esencias separadas de los individuos, existentes en las cosas o en la mente de Dios.
- Conceptualismo: Los universales existen como ideas abstractas en la mente.
- Nominalismo: Solo existen las cosas individuales; los universales son nombres.
Existencia de Dios
En el siglo XI, se debatió la demostración racional de la existencia de Dios y la relación entre razón y fe. San Anselmo de Canterbury (1033-1109) intentó demostrar la existencia divina mediante razonamientos, rechazando el credo quia absurdum y desarrollando un argumento ontológico: si existe en la mente, existe en la realidad.
Santo Tomás de Aquino
Santo Tomás de Aquino (1225-1274) integró el pensamiento cristiano con la filosofía aristotélica, viendo la razón y la fe como caminos hacia la verdad. Su teoría del conocimiento distingue entre conocimiento sensible y conocimiento intelectual. Para Tomás, la teología y la filosofía no pueden contradecirse, pues provienen de Dios. La razón ofrece un método, pero la fe es el criterio principal de verdad.
Distingue entre verdades teológicas naturales (accesibles a la razón) y reveladas (accesibles por revelación divina). Responde a la cuestión de los universales afirmando que el universal existe primeramente en Dios.
Las Cinco Vías de Santo Tomás
Para demostrar la existencia de Dios, Santo Tomás desarrolló cinco vías:
- Argumento del motor no movido.
- Argumento de la causa primera.
- Argumento del ser necesario.
- Argumento del ser perfecto.
- Argumento del ser inteligente.
Santo Tomás incorpora la ética, considerando al ser humano como unión de cuerpo y alma. Destaca la ley natural (teológica) y la ley eterna (divina). El libre albedrío permite al ser humano juzgar las opciones antes de elegir. La salvación eterna, labor de la Iglesia, es superior a la finalidad del Estado.