Escuelas Filosóficas y Éticas de la Grecia Helenística

Introducción

Después de la muerte de Aristóteles y Alejandro Magno, la sociedad griega entra en crisis. Por este motivo, surgen una serie de escuelas filosóficas y éticas que intentan aliviar psicológicamente a la gente de los efectos negativos de la crisis. Estas escuelas son herederas de los grandes filósofos Sócrates, Platón y Aristóteles, y tienen un sentido especialmente terapéutico: sanar el alma y la mente de los embates negativos de la vida, acrecentados por la crisis social.

Cinismo

Se denomina escuela cínica por la palabra griega kynikos, que significa ‘perro’. Surge en la segunda mitad del siglo IV a.C. Sus filósofos destacados fueron Antístenes y Diógenes de Sinope.

El hombre con menos necesidades era el más libre y el más feliz. Para llegar a la felicidad, el cínico propone:

  • El autodominio o indiferencia sobre afectos y cosas.
  • La autosuficiencia de las necesidades exteriores.

La virtud se consigue a través de la independencia sobre los tres bienes exteriores:

  • Placer: porque nos esclaviza al instarnos a buscar incesantemente un bien que se halla fuera.
  • Dolor: porque nos condiciona al impedirnos soportar todas las adversidades que se nos presentan.
  • Convenciones sociales: porque nos hacen dependientes de varias ilusiones.

Para Diógenes, la mejor manera de conseguir esta libertad era llevar una vida “perruna”, es decir, muy parecida a la de los perros.

“Cínico”, como adjetivo, hace referencia a una disposición a no creer en la sinceridad o bondad humana, ni en sus motivaciones y acciones.

Estoicismo

Zenón de Citio creó esta escuela en el siglo III a.C. en Atenas, en un lugar llamado Pórtico Pintado.

El universo es un todo armonioso y relacionado que se rige por un principio activo, el Logos cósmico y universal, del que el hombre también participa y que es una entidad racional. El mismo mundo en su totalidad es divino, es guiado por un principio rector inteligente. Todo está gobernado por una ley racional y necesaria: el destino no es más que la estricta cadena de los acontecimientos ligados entre sí. El azar no existe.

Hemos de aceptar nuestro propio destino, el cual estriba en vivir conforme a la razón, evitando las pasiones, que son desviaciones de nuestra propia naturaleza racional.

Para Epicteto, nada de lo que tenemos es nuestro, sino que pertenece al Logos (Dios, plan cósmico) en calidad de préstamo. Si en algún momento decide retirárnoslo, no debemos sucumbir a pasiones de tristeza, sino aceptarlo con resignación y entereza.

Estoico es aquel que vive conforme a la razón, está libre de pasiones y se considera ciudadano del mundo.

Escepticismo

Corriente filosófica basada en la duda. Pirrón de Elis fue su creador.

Los escépticos no creían en una verdad objetiva: todo era subjetivo, dependía del sujeto, no del objeto. Un escéptico diría: “Siento frío”, pero no “Hace frío”, ya que él solo puede saber que él tiene frío.

A esta postura de no emitir juicios, sino opiniones, se llamó epojé. Esa actitud los llevaría a la ataraxia: al no creer en nada, no entraban en conflictos con nadie y no se veían obligados a defender sus opiniones, ya que, para ellos, no existían verdades objetivas.

Su actitud moral se basa en la incertidumbre en la que nos sume el pretendido conocimiento de las cosas, lo cual vuelve relativos los juicios morales.

“Escéptico” hace referencia a una persona que no cree en nada, que es pesimista. Al analizar el origen de esta palabra, vemos que más que “el que no cree”, es “el que duda”, “el que investiga”.

Eclecticismo

Se desarrolló en Grecia a partir del siglo II a.C. como forma de sintetizar la filosofía.

Los pensadores romanos nunca desarrollaron un sistema filosófico propio, se inclinaron por este tipo de pensamiento. Cicerón asimiló teorías del estoicismo, del escepticismo y de los peripatéticos sin considerar su desunión esencial.

El eclecticismo es, en filosofía, la escuela de pensamiento que se caracteriza por escoger puntos de vista, ideas y valoraciones entre las otras escuelas que se asume pueden llegar a ser compatibles de forma coherente, combinándolas y mezclándolas. El resultado puede ser a veces contrapuesto, sin llegar a formar un todo orgánico.

Ecléctico es aquel que pretende combinar varios comportamientos y actitudes ético-filosóficos según las diversas circunstancias y situaciones vitales y sociales.

Deontología kantiana

Immanuel Kant elaboró una ética pura o formal. Su objetivo fue conseguir una moral donde la razón organizara la vida humana, estableciendo cómo debe actuar el sujeto moral, al margen de influencias externas.

Ética formal frente a ética material

Kant critica toda ética material porque tiene normas que han de ser observadas para llegar al fin propuesto, y son normas sin validez universal, solo válidas para quienes desean tal fin. Son normas extraídas de la experiencia, no de la razón.

Por ejemplo, una norma de la ética epicúrea puede ser el siguiente imperativo hipotético: “Si quieres ser feliz, no te dediques a la política”.

  • El mandato: “No te dediques a la política”.
  • La condición: “Si quieres ser feliz”.

Esta condición restringe la validez del mandato: está destinado solamente a quienes quieren ser felices y piensan dedicarse a la política.

Kant propone una ética formal, sin preceptos, que no dice lo que hay que hacer, sino cómo hay que actuar, que pretende ser universalmente válida y que utiliza la razón como única fuente de moralidad. En esta ética, una acción es meritoria solo si el sujeto actúa por el sentido del deber.

El deber

Kant sostiene que el deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley. El deber es la única motivación moral, porque solo ella es la expresión de una buena voluntad.

Imperativo categórico

Mandato que debe cumplirse sin condiciones. “Actúa de modo que desees que tu forma de obrar pueda convertirse en norma universal”. Es un precepto formal, porque no obliga a acciones concretas, pero sugiere un modo de actuar que pueda servir como principio de legislación universal: el sujeto está en condiciones de actuar o no de cierto modo, siempre que los demás puedan seguir su ejemplo.

Una consecuencia de la moral kantiana es la dignidad del ser humano que, en tanto que racional, es el único ser que debe considerarse como fin en sí mismo y nunca como medio. Se opone al maquiavelismo.

Existencialismo sartreano

Corriente filosófica con autores diversos e importantes diferencias de pensamiento, por lo que no se puede hablar de una doctrina común. Sartre se basa en la frase: “Si Dios ha muerto, todo está permitido”.

Radicalismo sartreano

Frente a quienes admiten la libertad subjetiva y en ella fundamentan el deber moral, Sartre radicaliza su postura afirmando que el individuo se encuentra solo y abandonado, completamente libre para crearse a sí mismo en un mundo absurdo. El ser humano está desorientado porque Dios no existe ni hay valores que sirvan de referencia. La única norma moral es la que cada uno se imponga a sí mismo, sabiendo que en cada acción compromete a los demás.

Ética sartreana

Cada individuo elige libre y, al hacerlo, crea sus propios valores, sin necesidad de que existan los valores absolutos que Dios representaría si existiera. Cuando el ser humano decide hacer algo, la única justificación de su elección es haber sido querida, procede de un acto libre, lo que hace a tal situación angustiosa. Cada acción vale por el uso que el sujeto hace de su libertad, no por sumisión a normas o por su valor establecido anteriormente. La libertad individual debe coincidir con la de los demás porque, al elegir, no se puede prescindir de los otros.

Sartre dice: “Es necesario que sea obligatorio a priori que sea uno honrado, que no mienta, que tenga hijos, etc. Esclerosis.”

Voltaire

Filósofo francés del siglo XVIII. En su Tratado sobre la tolerancia defendió la libertad religiosa. Figura como uno de los principales representantes de la Ilustración. Fue un difusor de la cultura inglesa en el continente. Practicaba el deísmo. Su obra más conocida es Cándido, novela satírica que escribió en 1759.

David Hume

Filósofo escocés del siglo XVIII. Su principal campo de reflexión fue la naturaleza humana. Hume fue un empirista radical: para él, solo existían las impresiones que nuestros sentidos nos aportan. Defendió el sentimentalismo moral. Las ideas no son más que recuerdos o impresiones pasadas. Todo lo demás son conjeturas que hacemos a partir de nuestras percepciones y que damos por buenas a fuerza de costumbre. Escribió Diálogos sobre la religión natural.

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