¿Qué es el Esencialismo?
El esencialismo es un término que engloba las doctrinas ocupadas en describir la esencia, lo que hace que un ser sea lo que es, por oposición a las contingencias, la condición o la identidad del objeto o individuo. Ha sido controvertido desde sus comienzos. Tanto Sócrates como Platón ya cuestionaron la noción al sugerir, en el Parménides, que si aceptamos la idea de que cada cosa o acción participa de una esencia, entonces también debemos aceptar la «existencia de esencias separadas» para sus componentes. Las diferentes teorías esencialistas definen a un grupo a través de un pequeño conjunto de propiedades fijas ignorando el resto de condiciones bajo las cuales emerge su identidad. En filosofía es el nombre de la concepción del hombre que se opone al existencialismo y al nominalismo. Supone que la esencia de una cosa precede a su existencia. Sin negar ni afirmar el libre albedrío eventual del individuo, lo hace tributario de algunos determinismos de los cuales no puede fácilmente separarse y que por lo tanto lo definen en parte. Tiende a reactualizar un debate que opone la naturaleza y la cultura. Sirve de base ideológica para el segregacionismo que, basándose en la falacia naturalista (si es natural, es bueno), se apoya en diferencias presuntas de «naturaleza» entre los seres humanos, divide la sociedad en entidades distintas, a menudo jerarquizadas entre ellas, y les atribuye características, aptitudes, un papel social o unos estatutos específicos.
Conceptos Clave del Esencialismo
Esencia
Es lo que constituye la naturaleza de las cosas, lo invariable y permanente que tienen en contraposición con lo accidental, es decir, el conjunto de características variables o mutables de las cosas. Platón consideraba que la esencia era la idea o forma eterna, inmutable de las cosas materiales, sensibles a la percepción. Para Aristóteles, la esencia es aquello que establece la definición de las cosas, su descripción en sí, aquello que la cosa es con respecto a sí misma. La esencia “es la sustancia que forma el ser y que indica su cualidad” más allá del aspecto material; sin embargo, la sustancia se relaciona con la materia, energía que hacen parte del todo; todas las demás determinaciones o definiciones dadas a la esencia, no expresan lo que el hombre es, puesto que es y pertenece a múltiples variables. Es igual a la característica indispensable de la no contradicción del objeto que es el equivalente a la unidad del mismo; sin embargo, esta no es una definición porque cuando hablamos de contradicción y unidad lo hacemos con las cualidades del objeto y no de la esencia o la identidad ante el mismo. He aquí una terminología y definición confusas puesto que esencia significaría cualquier cosa común a todas las cosas de la naturaleza, de los entes y especies, como solo el hecho de ser y existir. La esencia humana es el disponer que dispone a favor de lo disponible y lo hace a través de diferentes modalidades dispositivas, los hábitos. De esta forma vemos nacer una antropología donde la libertad es un trascendental que se despliega gracias a las modalidades dispositivas, los hábitos. La esencia del hombre es la perfección de su propia naturaleza, pero esta perfección es habitual, ya que es en los hábitos donde la naturaleza humana es esencia. «La esencia del hombre es la perfección intrínseca de una naturaleza procurada por el acto de ser coexistencial.
Racionalidad
Racional es un adjetivo usado para describir a alguien que está dotado de la razón, es decir, es un individuo que raciocina, actúa conforme la razón. Es la característica que describe al hombre y lo distingue del animal, ya que el ser humano es el único que posee capacidad para pensar, entender, evaluar y actuar bajo ciertos principios que lo ayuden a conseguir un beneficio u objetivo. Lo contrario de racional es irracional, es decir, el individuo que no posee capacidad para pensar o razonar, en ocasiones es etiquetado como una persona ignorante. Aristóteles afirma en su obra Política que el hombre es esencialmente animal, social, racional y político debido a los tres componentes que constituyen al hombre: su naturaleza, sus hábitos y su razón. Sin embargo, que el hombre sea el único animal racional, no significa que no sea irracional o actúe irracionalmente. La naturaleza es la parte animal del hombre que nos asemeja al resto de los animales gregarios con sistemas organizados. Los hábitos reflejan la parte animal y social. La razón se hace presente en el lenguaje o la palabra (logos), para “manifestar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto”, o sea, la distinción entre el bien y el mal que nos diferencia del resto de los animales.
Condicionamiento
Estar condicionado significa que no se tiene una libertad absoluta y total, pero que se conserva la libertad suficiente como para saberse responsable de los propios actos. Freire: siendo determinados, somos también seres humanos condicionados por el contexto histórico sociocultural en el que vivimos. Pero el potencial de la existencia humana está en tener conciencia de sus condicionamientos, pues a partir de su visión crítica sobre el mundo, podrá enfrentar las situaciones límite, superándolas a través de la lucha solidaria y colectiva por la transformación de las realidades condicionantes. El ser condicionado en la naturaleza humana expresa la historicidad de la existencia concreta de las personas en su vida, siempre situadas en el tiempo y en el espacio con todas las variaciones socioculturales que concretiza esa situación. Pero, a partir de los condicionantes históricos y de las transposiciones de ellos por la praxis transformadora, los seres humanos se van construyendo como seres abiertos, dialécticos y hacedores de sí mismos.
Dualismo Cuerpo-Alma
El dualismo cuerpo-alma ha sido una cuestión eternamente pendiente en la antropología filosófica. El hombre es un compuesto de alma y cuerpo. El alma es espiritual, es decir, que está dotada de entendimiento y de libertad, y por ese concepto independiente, en sí misma, del cuerpo. Es el alma, sin embargo, en este mundo el principio de nuestra vida orgánica y animal. El hombre en Aristóteles es un compuesto de alma y cuerpo, pero estas entidades son inseparables. Pero el pensamiento tradicional en Occidente ha sido influenciado por la concepción antropológica platónica, de la que Laín se desmarca, que concibe al hombre como compuesto pero separable de alma y cuerpo. Aristóteles comprende que todo cuerpo natural que participa de la vida tiene alma, esto es, que toda materia que participa de la vida tiene forma. Por eso se ha dicho que Aristóteles lleva a cabo una traducción del dualismo antropológico platónico (cuerpo-alma) a un hilemorfismo (materia-forma).