Estudio de la Causalidad según Hume

Hume: Crítica de la Causalidad

¿Qué es la Relación Causa-Efecto?

La relación causa-efecto es un tema central en la filosofía de Hume. ¿Se trata de una conexión necesaria entre los seres? ¿Es una ley universal de la naturaleza? ¿O es simplemente una creencia basada en la naturaleza humana y su forma de percibir?

Antecedentes Históricos

Diversos filósofos han abordado la causalidad. Platón creía que todo existía por una causa, las Ideas. Aristóteles, por su parte, situaba la causa en el propio ser de las cosas. Ambos coincidían en que la causa explica la existencia o el surgimiento de algo.

Estas ideas fueron retomadas en la Edad Media, interpretándose desde la perspectiva religiosa, con Dios como causa de todo. La proliferación de religiones y las guerras religiosas en Europa ilustran la lucha por el concepto del “verdadero Dios”.

El Surgimiento de la Ciencia Moderna

A partir del siglo XVI, científicos y pensadores comenzaron a cuestionar las explicaciones religiosas de la naturaleza. Buscaron la seguridad en el conocimiento, las matemáticas, la geometría y las ciencias empíricas.

Newton aplicó métodos empíricos de observación y experimentación para desarrollar una física rigurosa. Montaigne, a través de sus ensayos, reflexionó sobre la época, destacando la idea del cambio constante y la inseguridad de los sentidos, distanciándose de las costumbres y la religión.

Surgieron así el racionalismo, con Descartes, influenciado por el mecanicismo de Demócrito y el método geométrico, y el empirismo, con Francis Bacon y su método inductivo, que buscaba obtener leyes generales a partir de la experiencia, y Locke, quien consideraba la causa como aquello que produce las ideas.

Hume y el Conocimiento Humano

Hume estudió la naturaleza humana y el conocimiento, argumentando que su origen reside en las percepciones, derivadas de la experiencia, que se dividen en impresiones e ideas.

  • Impresiones: Datos inmediatos de la experiencia, con fuerza y vivacidad.
  • Ideas: Copias de las impresiones en el pensamiento.

Nuestros argumentos se basan en la asociación de ideas, dando lugar a dos tipos de conocimiento:

  • Relaciones de ideas: Propias de la lógica y las matemáticas, expresadas en juicios analíticos.
  • Cuestiones de hecho: Propias de las impresiones, expresadas en juicios sintéticos, donde la experiencia es fundamental.

La Relación Causa-Efecto y la Ciencia

La ciencia, la vida y la historia se basan en cuestiones de hecho. Sus juicios tratan sobre la realidad y predicen eventos futuros basándose en la relación causa-efecto. Sin embargo, estos razonamientos son probables, y lo contrario siempre es posible. Ver el sol todos los días (causa) nos lleva a pensar que saldrá mañana (efecto), pero lo contrario es posible.

El Ejemplo de las Bolas de Billar

Hume utiliza el ejemplo del choque de dos bolas de billar para ilustrar su razonamiento. Al observar los objetos por separado, no percibimos la causa del movimiento. La causa reside en la relación entre los objetos en un momento dado.

Los rasgos de esta relación son:

  • Contigüidad: La causa es contigua en el espacio y tiempo.
  • Prioridad temporal: La causa precede al efecto.
  • Repetición constante: La repetición de los mismos objetos y circunstancias genera la expectativa del efecto y la capacidad de predecir hechos futuros.

La Inferencia y la Creencia

¿Nuestra mente se basa en una inferencia de relaciones de ideas o de cuestiones de hecho? En el primer caso, un razonamiento deductivo nos llevaría del primer término al segundo de forma necesaria, sin experiencia. Sin embargo, del concepto de bola de billar (causa) no se infiere el movimiento de la segunda (efecto).

En el segundo caso, la experiencia previa y la repetición nos permiten afirmar que en el futuro se darán las mismas relaciones causa-efecto. Esto supone que la naturaleza se comportará de la misma forma, lo cual no podemos probar sin caer en un razonamiento circular.

El fundamento de esta forma de pensar es la costumbre, formada a partir de la experiencia. La costumbre nos lleva a creer que el futuro se parecerá al pasado.

La creencia no es una idea que añade información nueva, ni un producto de la voluntad. Es una impresión, un sentimiento que nos lleva a esperar el efecto más usual, aquel al que estamos acostumbrados.

La Conducta Humana y la Libertad

Según Hume, si la conducta humana es libre, entonces carece de causa. Sin embargo, en la conducta humana encontramos los mismos rasgos de la relación causa-efecto: conjunción constante entre motivos y acciones, inferencia mental que realiza esta unión, y la influencia de la repetición y la costumbre.

Cada acción humana tiene una causa, un motivo. Esto establece un encadenamiento de fenómenos, pero no niega el libre albedrío, entendido como la capacidad de actuar o no actuar según la voluntad. Incluso si el miedo suele paralizarnos, también puede impulsarnos a actuar.

Hume defiende la responsabilidad moral, argumentando que la sociedad está determinada por su carácter y preferencias, y que sus acciones pueden ser aleatorias.

Implicaciones para la Metafísica y la Ciencia

Los argumentos cartesianos sobre Dios, el mundo y el alma, así como la certeza newtoniana, deberían cumplir las condiciones de la relación causa-efecto. Sin embargo, no tenemos impresiones del alma, de Dios o de objetos externos.

Las leyes de Newton y las ciencias aspiran a la probabilidad. La causa es una creencia sólida, y su certeza se basa en la costumbre.

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