Etapas de la Filosofía de Ortega y Gasset: Objetivismo, Perspectivismo y Raciovitalismo

Etapas de la Filosofía de Ortega y Gasset

En la filosofía de Ortega y Gasset se distinguen tres etapas consecutivas: el objetivismo, el perspectivismo y el raciovitalismo.

Objetivismo (1902-1914)

Esta es la primera de las tres etapas de Ortega y Gasset, que abarca desde 1902 hasta 1914. La producción de Ortega y Gasset durante este periodo se basa principalmente en artículos publicados en revistas y periódicos, comenzando con Glosas y concluyendo con su primer libro, Meditaciones del Quijote.

Perspectivismo (1914-1923)

En esta etapa, los objetos se presentan al espectador, y este los ve desde la situación concreta y personal en la que se encuadra. La teoría perspectivista es una teoría del conocimiento y de la realidad. La etapa perspectivista va de 1914 a 1923, y sus obras fundamentales son:

  • Meditaciones del Quijote (1914)
  • El espectador I, II y III
  • El tema de nuestro tiempo (1923)

Entre el objetivismo y el perspectivismo no hay una ruptura, sino una prolongación. La perspectiva incluye la circunstancia y situación personal del sujeto y, previamente, su vida.

Características de la Teoría del Conocimiento Perspectivista

  • La realidad inmutable, absoluta y única no existe. Hay tantas realidades como puntos de vista; solo viendo todas las perspectivas se llegaría a la realidad completa. La realidad tiene infinitas perspectivas, todas ellas igualmente verídicas y auténticas. Con esto, critica la filosofía de Platón, que defiende una única realidad modélica a la que se enfrenta un sujeto, proponiendo que el hombre recibe siempre la realidad en perspectiva.
  • El Yo no está aislado, sino entre las cosas y circunstancias que le rodean. Dado que las circunstancias me hacen, yo me comunico con el universo entero desde mis circunstancias individuales. En cada acto se incluye nuestro conocimiento parcial del objeto y la realidad desde nuestra circunstancia.
  • Las cosas no son sino valores o interpretaciones que cada uno hacemos desde nuestra situación vital. La idea de perspectiva va unida a la de la vida.
  • La verdad no es única, sino la complementación de los distintos puntos de vista con que se contemple; la perspectiva de cada individuo, momento histórico y generación sobre la realidad.

Fundir todas las perspectivas en una sola sería posible para Dios. Para Ortega, la verdad no es algo cerrado y concluido, sino que se va conformando con el vivir.

Superación del Relativismo y el Racionalismo

Como consecuencia del perspectivismo, Ortega supera dos posiciones antagónicas: el relativismo y el racionalismo:

Relativismo

El relativismo niega la existencia de verdades universales y absolutas, quita valor objetivo a la cultura para mantener la vida y el sujeto. Presenta una visión deformada de la realidad.

Este es el origen del vitalismo:

  • Filosofía que defiende que la única realidad es la vida.
  • El conocimiento es un proceso biológico que carece de principios racionales.
  • Propone la intuición entendida como experiencia subjetiva.
  • La cultura debe someterse a la vida.
Racionalismo

El racionalismo sostiene que la verdad es absoluta e invariable, y el sujeto que conoce es el alma racional. El racionalismo niega todo sentido a la vida para salvaguardar la cultura. Por tanto, para Ortega, el error radica en creer que la razón era capaz de encontrar la verdad en sí misma. Este es el origen del culturalismo (posición intelectual que, por insistir en la importancia de la cultura, olvida que el origen de la cultura es la vida).

Para Ortega, ninguna de las dos corrientes (relativismo y racionalismo) aporta una visión completa de la realidad, pues:

  • El racionalismo niega los valores de la vida.
  • El relativismo niega los valores de la cultura.

Como conclusión, no hay vida humana sin dirigirla hacia la verdad, ni verdad que pueda existir sin lo vital.

Raciovitalismo (1923 en adelante)

A partir de 1923 nos encontramos con el sistema definitivo de Ortega y Gasset. La razón vital es el centro de su filosofía: «la razón pura tiene que ceder su imperio a la razón vital». La filosofía de Ortega no es vitalista ni racionalista. Así, el método adecuado para el conocimiento de la realidad es el que va a ser proporcionado por una razón que integre en sí misma la vida y la historia. Por tanto, el raciovitalismo acepta la razón y la vida como componentes fundamentales de la realidad.

Conceptos Clave del Raciovitalismo

La filosofía se articula en torno a tres conceptos que definen las características de la vida:

Realidad Radical

Es nuestra vida, la de cada uno en particular; no existe otra más indubitable. La vida es realidad radical, aquella realidad primaria de la que se derivan todas las demás realidades. Es la realidad de un yo en circunstancia. Tiene dos aspectos:

  • La circunstancia: la vida humana se realiza siempre desde una situación concreta. Circunstancia es lo que está alrededor, no la elegimos, son cambiantes y dependen del tiempo que nos ha tocado vivir. «Yo soy yo y mis circunstancias».
  • El «yo» haciendo su vida: la realidad radical, que es la vida, se especifica y define mediante una serie de modos de ser mediante los cuales se desarrollan las características más importantes de la vida: La vida es encontrarse en este mundo («Yo vivido como tal»), estamos ocupados en algo («vivir es convivir con una circunstancia»), nos dedicamos a algo para una finalidad («todo hacer es ocuparse en algo para algo»), vida es anticipación y proyecto, puedo escoger y decidir («tengo libertad para..»), las posibilidades son ilimitadas («el hombre se decide asumiendo su circunstancia») y la vida es temporalidad, futuro.
Razón Vital

Ortega afirma que la razón tiene que ser una razón vital, al servicio de los temas que nos preocupan en nuestro cotidiano vivir. Es una misma cosa con el vivir, es la misma vida humana funcionando como razón. Así expresa la necesidad de integrar los conceptos de razón y vida, una vida que es esencialmente razón, una razón que vamos adquiriendo progresiva y adecuadamente. El raciovitalismo pretende colocar a la razón en su verdadero lugar, poner la acción intelectual en contacto con la realidad, la vida. La razón vital es igual que el vivir; vivir es entender mediante la razón la circunstancia en la que nos ha tocado vivir. La concepción de la razón de Ortega es una consecuencia de su ontología (vida como realidad social).

El Hombre como Ser Histórico

El hombre vive en un determinado momento, en un tiempo, en una época histórica. Este tiempo es el que tenemos que abordar, y no solo con la razón. El vivir del hombre es historia porque todos nos encontramos juntos en un mismo mundo. La historia es una constante relación activa del hombre con el mundo y del mundo con el hombre.

  • Razón histórica: la razón vital es histórica, y el hombre, más que naturaleza, es historia; su vida no es naturaleza, sino que es historia, en ella se hace su existir. La vida del hombre se concreta en razón histórica, desde donde se explica la vida individual y la de los pueblos, y se comprende el devenir de los hechos; es una búsqueda constante y dinámica de los factores que la posibilitan, es activa como la realidad misma (aprender).
  • Realidad como historia: la concepción de la vida de Ortega es historicista, pues la vida es devenir que transcurre en la historia y forma la historia. Nuestro tiempo es el momento histórico del hombre. Lo histórico es el modo del hombre de ser constitutivo, como la vida eterna. El hombre es historia desde el punto de vista de toda la humanidad.
Historicismo y Sociedad

Históricamente, cada época se caracteriza por dos creencias, ideas, culturas. Estos factores constituyen más formas de vida, más costumbres. En un período histórico de tiempo viven varias generaciones. El pasado sociocultural se hace presente transformándose y proyectándose hacia el futuro. Sin este proceso social, la historia quedaría estancada, las generaciones aniquiladas, la comunidad social empobrecida. Cuando hay generaciones polémicas, son posibles las innovaciones, la dialéctica histórica. Así, las generaciones tienen históricamente su misión propia, sus proyectos y tareas históricas. Cada generación tiene que abrirse al futuro proyectándose en dimensiones históricas.

Filosofía Autónoma, Radical y Responsable

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *