Ética de la Desobediencia Civil: Justicia, Libertad y Derechos Humanos

Ética de la Desobediencia Civil: Justicia, Libertad y Derechos Humanos

Kant y Marx: Perspectivas sobre la Naturaleza Humana

Immanuel Kant:

El filósofo alemán Immanuel Kant (S. XVIII), en su antropología, se preguntaba: «¿Qué es el hombre?». Según Kant, el hombre posee tres dimensiones o disposiciones (tendencias naturales, innatas):

  1. Disposición a la animalidad (dimensión biológica): El hombre como individuo egoísta y antisocial, rigiéndose por la «ley del más fuerte», con un ciclo vital similar al de otros animales.
  2. Disposición a la humanidad (dimensión humana): Induce al ser humano a formar parte de una sociedad/comunidad, a través del uso de la razón, lo que lleva al progreso humano y a la reflexión sobre el mundo. Para progresar, es necesario encontrar la libertad y tener claros sus límites.
  3. Disposición a ser persona (dimensión ética): El ser humano decide entre lo que está bien o mal. Esta dimensión nos diferencia de otros seres, otorgándonos personalidad y dignidad, elevándonos por encima de quienes no son hombres. Debe conducirnos a ser capaces de decidir cómo actuar tanto en el ámbito moral como social, desembocando en la ilustración, donde los hombres son iguales, libres y fraternos.

Karl Marx:

Karl Marx (S. XIX), filósofo, economista y abogado alemán, perteneciente a la clase media alta, consideraba el contexto histórico y la relación con la naturaleza como elementos cruciales para comprender al ser humano. Para Marx, el ser humano se realiza mediante la transformación de la naturaleza y, a su vez, de sí mismo. Luchaba por un ser humano autónomo, libre y liberado de ideologías y alienaciones, las cuales ocurren cuando el proletariado pierde el control sobre su trabajo, sintiéndose extraño y no realizado. Tres modos de alienación:

  1. Alienación con relación al trabajo: El trabajador pierde el producto de su trabajo; después de realizarlo, no le pertenece. La plusvalía, obtenida por los empresarios al comprar la fuerza de trabajo del obrero y vender los bienes producidos, fue una barrera para la igualdad.
  2. Alienación con relación a la actividad de trabajar: El hombre no tiene esencia, sino que se construye a sí mismo. El trabajo, en condiciones óptimas, permite la autorrealización y construcción del ser humano.
  3. Alienación con relación a otros hombres: El trabajo alienado produce desigualdad, generando clases sociales (burguesía y proletariado).

Desobediencia Civil: ¿Un Imperativo Moral?

La Real Academia Española (RAE) define la ley como un precepto dictado por la autoridad cualificada, que manda o prohíbe algo en correspondencia con la justicia y para el bien de los gobernados. Sin embargo, ¿todas las leyes son justas? A lo largo de esta disertación, abordaremos esta cuestión a través de las posturas de diferentes filósofos.

Platón argumentaba que es mejor sufrir una injusticia que cometerla. Desde mi perspectiva, lo inmoral sería apoyar esta postura. ¿Es mejor sufrir que alzar la voz para defender nuestra postura?

Consideremos la situación de los países bajo dictaduras, que representan cerca del 37% de la población mundial, como Venezuela, Yemen o Corea del Norte. Si la ley busca el bien común, ¿cómo se justifica el sufrimiento impuesto por las leyes en estos regímenes? Los dictadores emplean métodos ilegales e inmorales para mantener su poder, como en Afganistán, donde se viola el derecho a la educación de mujeres y niñas. El filósofo del derecho Felipe González Vicén argumenta que, si bien no hay un fundamento ético absoluto para la obediencia del derecho, sí lo hay para su desobediencia. Para erradicar estos regímenes que provocan crisis económicas, desmoronamiento de la calidad de vida y violaciones de derechos humanos, la desobediencia a la ley se presenta como una opción necesaria.

Hannah Arendt analizó cómo las leyes pueden perpetuar injusticias y cómo la obediencia ciega contribuyó a atrocidades como el nazismo. Coincidiendo con Arendt, en ocasiones, incumplir la ley es un imperativo moral.

La lucha pacífica, como la «satyagraha» (resistencia no violenta) de Mahatma Gandhi, que incluye la desobediencia a leyes injustas como parte de un compromiso ético, es un camino a seguir.

Discrepo con la idea de Kant y Sócrates sobre la obediencia incondicional a la ley, incluso si conlleva consecuencias graves, como la muerte de Sócrates. A menudo, las leyes que supuestamente «garantizan la paz y la seguridad» ocultan la verdadera situación política. El derecho a la libertad de expresión nos permite alzar la voz para buscar una mejora en la ley y la sociedad.

En conclusión, no todas las leyes son incumplibles a libre disposición, ya que algunas son necesarias para el orden social. Sin embargo, las leyes que atentan contra la salud o la vida deben ser desafiadas. Como dijo Mahatma Gandhi: «La justicia que no es justa para todos, no es justicia».

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