Contexto Histórico: La Ilustración y el Fin del Antiguo Régimen
La época ilustrada, siglo XVIII, se caracteriza por ser un periodo históricamente conflictivo que gesta las revoluciones que, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, sacudirán Europa. La Ilustración representa el fin del Antiguo Régimen, que había intentado perpetuarse a través del Despotismo Ilustrado y monarcas absolutos cuyo lema era: “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”.
Estas revoluciones, iniciadas en Inglaterra en el siglo XVII con un pacto entre la burguesía y la nobleza, se radicalizan con la Revolución Americana de 1776 y la Revolución Francesa de 1789, acabando con la monarquía absoluta. La Ilustración, de esta manera, prepara el terreno para que la burguesía, en ascenso desde finales de la Baja Edad Media gracias al comercio ultramarino, continental e industrial, tome el poder en el siglo XIX. Esta nueva clase social forja la idea de Pueblo y Ciudadano, basada en la igualdad de derechos políticos frente al privilegio aristocrático. Para los ilustrados, la Ilustración representa la esperanza de alcanzar la emancipación humana definitiva.
Contexto Filosófico: La Razón y el Progreso
El avance científico, culminado por Newton (admirado por Hume y Kant), y el desarrollo y progreso en todas las áreas del conocimiento, infunden en la época la idea de estar entrando en una nueva era: la de la Razón y el Progreso. La Ilustración se convierte en el siglo de la Razón, la salida definitiva del oscurantismo y el fanatismo. Se gesta la Enciclopedia con el objetivo de recopilar todo el conocimiento humano. En el arte, domina el Neoclasicismo, caracterizado por la medida y la racionalidad, en contraposición al Barroco.
Kant no duda en calificar su época como una época de ilustración que debe conducirnos a la verdadera época ilustrada. Los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad dominan el discurso político. La Ilustración prepara el salto a la nueva sociedad burguesa y capitalista a través del liberalismo contractualista como idea política y el liberalismo económico de Adam Smith.
La filosofía juega un papel crucial en la Ilustración, guiando a las demás ciencias, marcando el sentido del conocimiento y la emancipación del hombre. El siglo comienza con la pugna entre el Racionalismo de Descartes y el Empirismo de Hume. Surgen figuras fundamentales en la filosofía política como Rousseau, admirado por Kant, o pensadores que serán el germen de las nuevas revoluciones como Voltaire y los enciclopedistas en Francia. El punto culminante lo marca la filosofía de Kant, quien busca crear una síntesis superadora del pensamiento anterior.
Se trata de una filosofía que busca comprender la realidad, transformar el mundo y crear una sociedad más justa basada en la Razón. Por ello, Kant define la Ilustración como la salida del hombre de su autoimpuesta minoría de edad, con el lema»Sapere Aud» (atrévete a saber).
Comparación entre la Ética de Kant y Aristóteles
La ética, rama de la filosofía que estudia la virtud, el deber, la felicidad y el buen vivir, ha sido abordada por numerosos filósofos, entre ellos Kant y Aristóteles. Ambos mantienen posturas y perspectivas divergentes sobre la ética, basadas en sus propios ideales.
Ética Kantiana: El Imperativo Categórico
Kant crea la Ética Kantiana, que critica la ética material y busca establecer una ética universal válida para todos los seres humanos con un mismo criterio. Rechaza la ética hipotética, argumentando que lo que para alguien es un logro para otro puede ser un castigo. En su lugar, propone una Ética Formal basada en el imperativo categórico, que no dicta qué hacer, sino que apela al criterio del ser humano para discernir entre lo correcto e incorrecto.
Ética Aristotélica: La Virtud y la Felicidad
Aristóteles, por su parte, centra su ética en la búsqueda de la felicidad, siendo también una ética de la virtud, ya que esta es el camino por excelencia para alcanzarla. Define la felicidad como el ejercicio perfecto de la actividad humana, que consiste en equilibrar la virtud, la contemplación y los bienes exteriores. La virtud, para Aristóteles, es la disposición del alma, la capacidad y aptitud de esta para actuar de una manera determinada.
Conclusión
Esta comparación ilustra el cambio en el pensamiento al pasar de la época medieval a la moderna, y resalta la importancia de estos filósofos en el desarrollo del razonamiento actual.