Ética y Responsabilidad Moral: Un Análisis de la Autonomía, la Conciencia y la Obligación

Responsabilidad Moral

La responsabilidad moral deriva del compromiso que un individuo adquiere con las obligaciones morales, de acuerdo con un código de valores y normas que buscan una mayor dignificación humana. Etimológicamente, significa «exigencia de responder». Los individuos son moralmente responsables del tipo de persona que han ido construyendo. En el ámbito moral, quien no asume la responsabilidad no está deslegitimado jurídicamente. El sujeto moral es más o menos responsable según su grado de conocimiento sobre los fines, medios, circunstancias y consecuencias de su acción. La coacción, si no está legitimada y legalizada, exime de responsabilidad. La responsabilidad plantea la relación entre libertad y necesidad causal de la acción. Es un indicador del progreso moral en individuos y grupos.

Autonomía y Heteronomía

El ser humano es un animal con instintos que regulan algunas de sus conductas, pero también es un ser libre, racional, consciente y afectivo en sus acciones consigo mismo y con el entorno. Esto genera diversas perspectivas:

  • Énfasis social: El individuo es parte de un todo y es libre.
  • Énfasis individual: El humano se desarrolla en sociedad, aprende a ser libre, crítico y creativo.
  • Influencia de los instintos: Algunos defienden que se pueden controlar.

Estas consideraciones plantean la dependencia o independencia de las acciones humanas respecto a instancias externas al sujeto. La autonomía se refiere a la capacidad del sujeto para sentirse dueño de sus acciones. La heteronomía se refiere a la dependencia del sujeto a normas y valores externos que se limita a acatar. Autonomía y heteronomía no son necesariamente incompatibles. Kant impulsó la autonomía frente a la heteronomía en la moral. Piaget y Köhlberg consideran la autonomía moral como la característica más importante de la moralidad, alcanzable mediante el aprendizaje. Este aprendizaje implica maduración personal racional y afectiva. Los procesos educativos son cruciales para el desarrollo de la autonomía moral.

La Conciencia Moral

La conciencia moral es la defensa de valores morales comunes en una sociedad y de la legitimidad personal. También se la considera como una guía interna. Implica conocer algo y saber aplicarlo a los hechos. En psicología, el humano se percibe como un todo al que da sentido como realidad y del cual comprende sus posibilidades. La conciencia psicológica y moral están relacionadas. La conciencia moral implica valoraciones, juicios morales y valores morales que el individuo conoce y reconoce. Se destaca el conocimiento de valores y normas morales como criterios absolutos, universales y válidos. Para ello, el individuo utiliza argumentaciones para llegar a conclusiones que aplicará en acciones concretas.

Normas y Valores Morales

Las normas y valores morales orientan la acción humana y social, y pueden entrar en conflicto. Resolver estos conflictos requiere considerar al individuo como libre, evaluar posibles consecuencias, asumir la responsabilidad y buscar alternativas, priorizando unas sobre otras. Las normas y valores evolucionan, difieren entre sociedades, lugares y épocas debido a circunstancias sociales, factores históricos, sociedades democráticas, pluralistas, tolerantes, la globalización de la información y los nuevos conocimientos.

Obligación Moral

La obligación moral es un tipo de atadura del individuo a algo por alguna razón. Tiene connotaciones sociológicas y a menudo se basa en el temor, la comodidad o la conformidad con quien obliga o con las expectativas de los demás. Presupone libertad en la elección de la acción conforme a criterios razonados y justificados. Vincula la acción humana no solo a normas y valores, sino también a los hábitos, actitudes y al carácter personal.

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