Ética y Virtudes en la Filosofía de Aristóteles

Preguntas sobre la Ética de Aristóteles

¿Por qué se le llama a la ética de Aristóteles teleológica?

Se le llama teleológica porque persigue un fin.

¿Y por qué es eudemonista?

Es eudemonista porque el fin que persigue el hombre es la felicidad.

¿El hombre puede conseguir la felicidad absoluta?

No, solo Dios puede alcanzar la felicidad absoluta. Para el hombre, la fama, la riqueza, los honores y los bienes le ayudan pero no le dan la felicidad completa.

¿Qué son las virtudes dianoéticas?

Son las virtudes intelectuales.

¿Qué es la prudencia para Aristóteles?

Es aquello que ayuda a conocer lo recto y lo bueno.

¿Cómo se perfeccionan las virtudes morales?

Las virtudes morales perfeccionan el modo de ser y de comportarse en el hombre.

¿Cómo se consigue el término medio?

Lo determina la prudencia y la sabiduría práctica.

¿Qué determina la justicia?

Las leyes determinan el modo de comportarse del hombre.

¿Qué tipos de justicia distingue Aristóteles?

Distingue la justicia aritmética y la geométrica.

Clasificación de las Ciencias según Aristóteles

Ciencias Teóricas

Su finalidad es el saber mismo. Se incluyen la Filosofía primera (metafísica), la Ontología y la Teología.

Ciencias Prácticas

La facultad humana relacionada con ellas es la frónesis. El conocimiento consiste en actuar de acuerdo a reglas o principios para conseguir el bien, individual o colectivo. Se incluyen la Ética, la Economía y la Política.

Ciencias Productivas

Su finalidad es dirigir la poiesis, la perfección de la obra o fin que persigue. Se incluyen la Poética, la Retórica, etc.

La Producción y la Acción

Poiesis y Acción

La producción (poiesis) es un saber hacer algo en el que cabe distinguir la acción misma que produce el objeto producido. La diferenciación que establece Aristóteles entre producción y acción, se fundamenta en la distinción entre la acción técnica (virtud de la eficacia) y la acción moral (función de la bondad). Hay dos tipos de acción: aquella cuyo fin es la producción y la que tiene como fin la realización del bien individual o colectivo.

El Arte como Técnica

Aristóteles afirma que no hay arte de las cosas necesarias ya que los objetos del arte no existen por necesidad, ni de las producidas de acuerdo a la naturaleza. El principio de acción de los seres naturales reside necesariamente en sí mismo. Además, la acción que conduce a la realización de la obra técnica tampoco tiene un carácter necesario. Aristóteles afirma que la técnica o el arte es algo específico del ser humano y que no se puede hablar de que los objetos o procesos naturales sean arte. Aristóteles define el arte como un modo de ser productivo acompañado de razón verdadera, es decir, una ciencia. Una técnica cuyo fin es la producción de un objeto. Pero esta acción no puede ser azarosa o arbitraria porque no cualquier acción contribuye a la perfección técnica de la obra. El arte, la téchne, es un saber práctico y un saber superior a la mera experiencia ya que sabemos todos los casos posibles. Esta distinción entre virtudes dianoéticas dará lugar a la clasificación aristotélica de ciencias.

Virtudes Éticas y Dianoéticas

Aristóteles distingue dos clases de virtudes: las éticas o «morales» y las dianoéticas o «intelectuales». Según Aristóteles, las virtudes dianoéticas constituyen la perfección del alma racional ya que en ellas la razón no es una guía ni una norma que regula y modera el carácter y las pasiones del hombre, sino que son formas superiores de conocimiento, que perfeccionan a la misma razón, ya sea por la adquisición de la sabiduría, por la acción o la producción, como actividades que exigen la conformidad con la razón misma. La razón, según Aristóteles, posee dos campos de actividades contrapuestas, según dirija su acción a las realidades cambiantes de la vida del hombre o a realidades inmutables y necesarias, verdades y los principios supremos. Aristóteles señala que el fin fundamental de la prudencia es la acción conforme al bien. Sin embargo, como el bien ha de realizarse en circunstancias y momentos concretos, aún cuando tengamos verdades racionales sobre lo bueno y lo justo, es imposible determinar teóricamente lo bueno en cada circunstancia particular. Por ello, la prudencia no se considera ciencia sino que puede ser la virtud fundamental del político o administrador.

El Estado y el Bien Supremo

Por ello, Aristóteles, como Platón, considera que el fin de la sociedad y del Estado es garantizar el bien supremo de los hombres. De ahí, la necesidad de un Estado que sea capaz de establecer leyes justas y encaminadas a garantizar la consecución del fin. Sin embargo, encontramos diferencias en que para Platón, antidemócrata, el estado es un ideal utópico, pero para Aristóteles, más realista, el Estado tiene como fin la realización del bien humano atendiendo a las circunstancias particulares generales en las que el sujeto debe vivir.

Resumen de los Fragmentos

Fragmento 1

Duda Metódica en Descartes

Este fragmento, perteneciente a la obra»El Discurso del Métod» de Descartes, tiene como idea principal la Duda Metódica, el método utilizado por Descartes para alcanzar la verdad. Establece diferentes niveles de duda: en primer lugar, duda de los datos obtenidos a través de los sentidos; en segundo lugar, hace una duda hiperbólica, ya que se pregunta por la verdad de la geometría (ya que puede existir un genio maligno que nos haya inculcado ideas falsas). Además, afirma que el hombre se puede equivocar al razonar. Por último, señala la dificultad de distinguir entre la vigilia y el sueño. Con ello, concluye que a la única verdad que podemos llegar es a la existencia como pensamiento.

Fragmento 2

Dualismo Antropológico en Descartes

En este fragmento encontramos como idea principal el dualismo antropológico, ya que el autor separa al hombre en dos partes: cuerpo (res extensa – parte material) y alma (res cogitans – parte inmaterial). Afirma que por el mero hecho de dudar de la existencia del cuerpo, llega a una idea clara, evidente e indudable, que es su existencia como pensamiento. El alma es el yo del hombre, y aunque no existiese el cuerpo, el alma seguiría siendo lo que es.

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