Paradigma Mecanicista: Auge en el Siglo XVI
En el siglo III a. C., Aristóteles propuso un modelo de universo geocéntrico, donde la Tierra ocupaba el centro y el Sol, junto con los demás planetas, giraban a su alrededor en órbitas circulares. Sin embargo, fue en el siglo XVI cuando Copérnico desafió esta visión con su teoría heliocéntrica. Inspirándose en Aristarco, Copérnico argumentó que un modelo con el Sol en el centro resolvería diversas anomalías astronómicas. Para sustentar su teoría, empleó un enfoque matemático riguroso.
El universo copernicano se caracterizaba por:
- Un Sol estático en el centro.
- Planetas orbitando el Sol en trayectorias circulares.
- La Luna orbitando la Tierra.
- Un universo finito, limitado por la esfera de estrellas fijas.
- La Tierra con movimientos de rotación, traslación y oscilación.
A pesar de sus avances, el modelo copernicano presentaba dos anomalías:
- Si la Tierra orbitara el Sol, debería observarse un cambio en el brillo y tamaño de las estrellas a lo largo del año, fenómeno que no se apreciaba.
- La caída de los cuerpos no podía ser explicada satisfactoriamente. Si la Tierra no era el centro del universo, ¿hacia dónde caían los objetos?
En el siglo XVII, Kepler refinó el modelo copernicano con sus leyes del movimiento planetario, rompiendo con la»hechicería de la circularida»:
- Los planetas describen órbitas elípticas alrededor del Sol, estando este último en uno de los focos de la elipse.
- La línea que conecta un planeta al Sol barre áreas iguales en tiempos iguales.
En la misma época, Galileo Galilei proporcionó evidencia observacional que apoyaba el heliocentrismo. Sus observaciones con el telescopio, como las fases de Venus y las lunas de Júpiter, desafiaban directamente el modelo geocéntrico. Galileo se convirtió en un pionero del método científico moderno, basado en la observación, la experimentación y la formulación matemática.
Finalmente, Isaac Newton unificó las ideas de Copérnico, Kepler y Galileo con su ley de la gravitación universal. En su obra fundamental, Principios matemáticos de la filosofía natural, Newton estableció las bases de la física clásica. Su modelo mecanicista describía un universo determinista y homogéneo, gobernado por leyes universales.
Paradigma Contemporáneo: Revolución en los Siglos XIX y XX
A finales del siglo XIX y principios del XX, el paradigma mecanicista comenzó a mostrar sus limitaciones. Anomalías inexplicables en la termodinámica, la óptica y el electromagnetismo llevaron a una nueva revolución científica. Dos nuevas teorías transformaron nuestra comprensión del universo:
Teoría de la Relatividad
Desarrollada por Albert Einstein a principios del siglo XX, la teoría de la relatividad se divide en dos:
Relatividad Especial
Publicada en 1905, se basa en dos postulados fundamentales:
- Las leyes de la física son las mismas para todos los observadores en movimiento uniforme relativo.
- La velocidad de la luz en el vacío es constante para todos los observadores, independientemente de su movimiento o del movimiento de la fuente de luz.
Relatividad General
Publicada en 1915, extiende la relatividad especial para incluir la gravedad. Propone que la gravedad no es una fuerza a distancia, sino una consecuencia de la curvatura del espacio-tiempo causada por la presencia de masa y energía.
Mecánica Cuántica
A principios del siglo XX, Max Planck descubrió que la energía no se emite ni se absorbe de forma continua, sino en paquetes discretos llamados»cuanto». Este descubrimiento revolucionario sentó las bases para la mecánica cuántica, una teoría que describe el comportamiento de la materia y la energía a nivel atómico y subatómico. Dos principios fundamentales de la mecánica cuántica son:
- Principio de Complementariedad (Niels Bohr): Las partículas cuánticas, como electrones y fotones, exhiben propiedades tanto de onda como de partícula, dependiendo de cómo se midan.
- Principio de Incertidumbre (Werner Heisenberg): Es imposible conocer con precisión absoluta ciertos pares de variables de una partícula cuántica, como su posición y momento lineal, simultáneamente.
Un Recorrido por la Historia de la Filosofía
Antigüedad (Siglo VI a. C. – Siglo V d. C.)
Este período se divide en cuatro etapas principales:
- Filosofía Presocrática (Siglo VI a. C. – Primera mitad del Siglo V a. C.): Se centra en la búsqueda del principio fundamental (arjé) del cosmos. Destacan Tales de Mileto, Heráclito, Parménides y Demócrito.
- Período Clásico (Segunda mitad del Siglo V a. C. – 322 a. C.): El enfoque se desplaza hacia el ser humano, la ética y la política. Figuras clave son Sócrates, Platón y Aristóteles.
- Filosofía Helenística (322 a. C. – Finales del Siglo II d. C.): Se caracteriza por la diversidad de escuelas y la expansión geográfica. Destacan el estoicismo, el epicureísmo y el escepticismo. En Alejandría florece la ciencia y la matemática con figuras como Arquímedes, Ptolomeo e Hipatia.
- Orígenes de la Filosofía Cristiana (Finales del Siglo II d. C. – 476 d. C.): Se produce un encuentro entre la filosofía griega y el cristianismo. Agustín de Hipona emerge como una figura central.
Edad Media (Siglo VI – Siglo XIV)
Tras un período de declive intelectual, la filosofía resurge en el siglo XII con la escolástica. Los filósofos escolásticos buscan conciliar la fe cristiana con la razón aristotélica. Temas centrales son la relación entre fe y razón, las pruebas de la existencia de Dios, la creación divina y la inmortalidad del alma. Destacan Anselmo de Canterbury, Tomás de Aquino, Guillermo de Ockham y Christine de Pisan.
Filosofía Moderna (Siglo XV – Siglo XVIII)
Se divide en tres etapas principales:
- Renacimiento (Siglo XV – Siglo XVI): Redescubrimiento de la cultura clásica y desarrollo del humanismo. Se valora la razón humana y se promueve el estudio de las artes y las ciencias.
- Siglo XVII: Surgen dos corrientes principales: el racionalismo (Descartes, Spinoza, Leibniz), que enfatiza la razón como fuente del conocimiento, y el empirismo (Locke, Hume, Berkeley), que destaca la experiencia sensorial como base del conocimiento.
- Ilustración (Siglo XVIII): Movimiento intelectual que defiende la razón, la ciencia y el progreso social. Figuras clave son Voltaire, Rousseau, Montesquieu y Kant. La Ilustración tuvo un impacto profundo en la Revolución Francesa y en la configuración del mundo moderno.